Pero Val contará con un aliado inesperado: Rob, ex-Marine, detective ocasional y el hombre más atractivo que ha conocido. Pronto descubre que el interés de Rob en ayudarla a hacer justicia tiene mucho que ver con su pasado, en el que tuvo que hacer una angustiosa elección que le ha convertido en el más acérrimo oponente a la pena de muerte. Juntos, los dos exploran sus propios sentimientos mientras forman equipo para enfrentarse a un implacable sistema judicial en el que la ley y la justicia no siempre coinciden.
Después de tantos libros históricos de Mary Jo Putney ambientados en la Regencia, éste ha conseguido sorprenderme por pasar de la aristocracia londinense a una historia contemporánea y, además, con un tema tan controvertido como la pena de muerte, pero la autora ha sabido manejarlo bien y compaginarlo con la parte del romance de manera que amor y suspense sean igualmente importantes.
Val y Kendra trabajan juntas desde hace cinco años pero su relación es estrictamente profesional, hasta que un dia Val le habla de sus sueños y sus planes y acepta ayudar a Kendra e intentar sacar a un inocente del corredor de la muerte, diecisiete años después del crimen. Es algo difícil y arriesgado, pero la fecha de la ejecución está próxima y necesitan hacer un último intento.
Es la historia de dos parejas y una injustíca, la primera separada por un error del sistema y la otra unida por él. Son dos historias de amor y una carrera contrarreloj para salvar la vida de un hombre inocente, un recorrido que llevará a todos los implicados a reencontrarse con sus diferentes demonios y a reconciliarse con su pasado para tener un futuro.
Valentine es una eminente abogada de un prestigioso bufete con demasiado trabajo para tener una vida social, con unas amigas que son un elemento fundamental para ella. Pero, impulsivamente, decide dar un cambio drástico a su existencia y abrir su propio despacho para luchar por causas más nobles. Está muy dedicada a su trabajo pero no tanto a su vida amorosa, que es un desastre. Toda esa dedicación y su infancia, el ser hija de una hippie convencida y de un rico abogado que nunca llegaron a casarse, le hacen tener verdaderos problemas para relacionarse con los hombres y le tiene terror al compromiso.
Robert ahora se dedica a remodelar casas pero antes de eso fue policía militar y un genio de la informática, y dejó esa vida atrás atormentado por los remordimientos. Ahora, cuatro años después, tras intentar redimirse por la culpa, decide ayudar a Val en su nuevo caso de salvar a un inocente de la inyección letal. Hubo una época en la que vivía tan dedicado al trabajo como Val y, por la misma razón, él también tenia problemas para comprometerse, pero después de dejarlo todo y esconderse del mundo, su vida ha cambiado mucho en todos los sentidos. Al conocer a Val sabe que está preparado para tener una relación con ella... solo falta convencerla.
Val y Rob se sienten atraídos desde que se conocen cuando ella le alquila el edificio que será su nuevo despacho, después Val le contrata como investigador para ayudar en el caso de Daniel. El formar equipo profesional no impide que su relación avance deprisa, una relación que está llena de ternura y pasión, pero también de confusión por parte de Val, porque tiene miedo de comprometerse pero también de perder a Rob; y llena de paciencia por parte de él, que está dispuesto a esperar pero también a no aceptar menos de lo que desea. Son bastante diferentes pero se complementan bien y hasta que se conocen no habian sentido la necesidad de hacer frente a sus respectivos pasados.
La historia de la investigación me ha encantado, es muy emotivo todo y la intención de probar la inocencia de Daniel y resolver el crimen engancha bastante. Desde el momento en que Val y Kendra hacen el trato y su relación cambia para siempre, todas las reconstruciones del crimen y entrevistas, y el creer en un milagro más de quince años después. Es un caso que solo con tencidad y lucha puede esclarecerse, y solo las altas esferas pueden rectificar en la medida de lo posible.
Hay muchos secundarios destacables que influyen en las vidas de los protagonistas, pero el más importante es Daniel, un hombre que cometió errores en su juventud pero que había aprendido a rectificarlos y encontrar su camino cuando fue injustamente condenado. Y Kendra, una mujer valiente y luchadora que nunca ha olvidado a Daniel, que hizo todo lo que pudo por salvarle... la suya es una historia de amor triste, emotiva. Kendra luchó por salvar al padre de su hijo, pero ahora la batalla va más allá del amor, es la salvación de un hombre inocente lo que está en juego. Una pareja separada por los años y por una mampara, es una historia de amor muy emotiva que nada ha conseguido destruir.
Además, tiene personajes secundarios bastante interesantes y algunas pequeñas historias de fondo, y un final que, aunque es un poco rápido, está cargado de sentimiento.
Es una historia de amor llena de ternura y de paciencia por parte de Val y Rob, y llena de fe y esperanza para Kendra y Daniel. Pero también es un alegato a favor de la justícia... después dicen que las novelas románticas no tratan temas importantes, pues toma tema social y comprometido sobre el debate de la pena de muerte, y en un segundo plano también se trata por encima el tema del racismo.