Chicas... ¿jugamos?

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 22 Mayo 2012 - 10:56

Jo, le he leido pero no me acuerdo ni de como se titula ni de quien es Chicas... ¿jugamos? - Página 33 520728

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 22 Mayo 2012 - 11:14

jajajaja...no recuerdo haberlo leído. Jiji

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 22 Mayo 2012 - 19:53

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 22 Mayo 2012 - 19:57

otro cacho

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 22 Mayo 2012 - 20:18

A ver si este párrafo aclara algo...una pista, es un libro viejito, autora de las clásicas...

—Casi nunca tengo problemas, en especial cuando no me veo acosada por perros monstruosos, toros que me atacan y hombres rudos —replicó agriamente. Habiendo perdido el control de la apariencia que se había esforzado en ofrecer, y que pensaba que podía llegar a transformarse en su verdadera naturaleza, no parecía que iba a poder recuperarla de nuevo.
XY refunfuñó. Detrás de él, HOMBRE comenzó a hablar con expresión preocupada; con un movimiento de la mano XY le ordenó que se callara.
—Por lo que mi hermano y ALGUNO han podido comunicarme, infiero que llegó de Inglaterra esta mañana, diciendo que es un pariente cercano de mi familia. Tal vez ahora que nos ha sacado de nuestras labores y ha causado tal conmoción que no quisiéramos volver a ver, podría ser tan amable de explicar de qué se trata.
Los ojos de XX destellaron; hubiera deseado contestarle alguna grosería. Pero en lugar de ello inspiró profundamente al recordar, de pronto, que enemistarse con el mismo hombre cuyo apoyo necesitaría podía resultar peligroso. ¿Qué haría si él, como esposo de su hermana, la enviara de regreso? No quería pensar en ello.
—Soy la hermana de ESPOSA —dijo suavemente—. Soy XX.
Hubo una exclamación de asombro por parte de uno de los muchachos, que se parecía a HOMBRE, y miradas significativas en los rostros de los dos niños. Los ojos de XY vacilaron y recorrieron su persona antes de regresar a su rostro.
—No veo demasiado parecido.
—Créame, soy quien le digo. Tengo documentos que prueban mi identidad. Aunque ESPOSA me reconocerá, con seguridad.
—Ah, ¿la vio hace poco tiempo entonces?
—Debe saber que no la he visto en más de quince años —había rabia en su voz—. Desde un poco antes de que se escapara con usted, para ser precisa.
XY torció la boca, luego permaneció inmóvil. Su expresión era indescifrable.
—Ella me hablaba de usted.
La aceptación de que ella era en realidad la persona que clamaba ser era lo único que requería de él, e hizo que XX sintiera alivio. Hasta que fue totalmente consciente de lo que él había dicho.
—¿Ella hablaba de mí? —preguntó con cautela, sintiendo que el dedo helado de una premonición corría por su espalda—. ¿Ya no lo hace?
—No debe haber recibido mi carta.
—N-no. No recibí ninguna carta de usted.
—Escribí el año pasado. A usted y a su padre. ¿El no está con usted?
—Murió hace algo más de dos meses.
—Ah, le doy mis condolencias.
—Gracias.
Se notaba cierto desvelo en sus ojos azules, y pareció dudar, como si estuviera pensando las palabras que seguían. Junto con el silencio ponderado de los otros, su reticencia confirmó la peor sospecha de XX.
—ESPOSA está muerta, ¿no es verdad? —aunque parecía como si una mano gigante estuviera desgarrando sus entrañas, su tono era firme.
Él apretó los labios, y asintió una vez.
—Sí.
—Oh, no. —XX cerró los ojos con fuerza, respirando profundamente para combatir las náuseas que de repente surgieron con insistencia—. ¡Oh, no! —Hubo un silencio pesado por parte de los hombres que observaban la escena. Después de un momento, sus ojos se volvieron a abrir. Esta vez estaban sombríos por la conmoción—. ¿Cómo…cómo murió?
—Se ahogó —dijo XY de manera sucinta—. Hará dos años en mayo.
—¡Oh, no! —Parecía que era todo lo que acertaba a decir. Los niños, los hombres…. Sus rostros se volvieron borrosos de repente. El pensamiento del largo viaje que había emprendido, de cuánto se había arriesgado para poder viajar, de pronto la aturdió. Todo en vano, todo en vano. Las palabras resonaban en su cabeza. Su estómago se revolvió pero apretó los dientes, decidida a no ceder. Sin embargo, esta vez no tuvo la suerte de poder contener el malestar incipiente. Con un resuello, arrojó a GATA a ciegas a los brazos del sorprendido XY. Poniendo una mano en su prisa por alcanzar el refugio más cercano.
El establo estaba allí cerca; apenas logró llegar a la esquina antes de desplomarse sobre sus rodillas y vomitar con violencia. Cuando hubo acabado, se arrastró para acurrucarse debajo de la sombra fresca de la estructura, con su cabeza descansando contra la madera áspera. Nunca se había sentido tan desgraciada, tanto física como espiritualmente.
ESPOSA estaba muerta. A XX no le quedaban fuerzas siquiera para llorar por su hermana. En ese momento su interés se centraba en ella misma: se sentía desamparada, echada a la aventura en una tierra extraña con nadie a quien poder recurrir. Había quemado los puentes que la unían a Inglaterra con una venganza, pero aunque no lo hubiera hecho no tenía dinero para regresar. ¿Qué podía hacer, excepto abandonarse a merced de su cuñado, que no la aceptaba?
XX tembló ante la idea de semejante humillación.
El objeto de sus pensamientos se acercó por la esquina del establo hacia ella. XX lo observó acercarse, y apenas se percató del paso cojearte que él debía despreciar. Se acercó hasta que se colocó de pie a su lado; ella permaneció en silencio durante un momento y le dirigió una mirada de soslayo con la vista perdida más allá. Requería un gran esfuerzo regresar al presente.
—¿Qué ha hecho con mi gata? —GATA era todo lo que le quedaba en el mundo, y el bienestar del animal fue lo primero que apareció en la mente de XX.
—HOMBRE la tiene. Está segura con él.Límpiese la cara.
Después de vacilar un momento, XX asió el trapo e hizo lo que le había ordenado. Apenas hubo terminado, sin pensarlo se lo devolvió en forma de una pelota arrugada. Solo una leve mueca reveló el disgusto que le debía de haber ocasionado aceptarlo, y lo metió en su cinturón.
—Eso está mejor —la recorrió con la mirada, y sus ojos se entrecerraron—. Recuerdo muy bien el caballero remilgado que era su padre. Usted se le parece físicamente. Tengo escasas esperanzas de que el parecido sea solo superficial, pero desearía comprobar que estoy equivocado. ALGUNO me ha dicho que viene para establecerse con nosotros. También me dice que le debo el dinero de su pasaje, una historia a la que apenas puedo dar crédito. No tengo paciencia con los ladrones, pero, si deseo ser justo, no puedo condenarla sin darle la oportunidad de hablar. Así que, señorita XX aquí esta su oportunidad: dígame lo que quiera, y yo la escucharé. No puedo prometerle más que eso.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 3:59

No pues creo que no lo he leído Juntar dedos

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 4:20

Me arriesgo, puede ser a Este lado del Paraiso de Karen Robards Question

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 7:31

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 10:28

Sariita escribió:: Me arriesgo, puede ser a Este lado del Paraiso de Karen Robards

Si es este, ¿que tal es? Juntar dedos

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 19:03

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 20:56

Síii, Saritaa, es ese!!! :perfecto:

Pricesa, es un libro precioso, con decirte que debido a que puse párrafos aquí volví a engancharme en su lectura y lo estoy releyendo...a mí Robards en histórica me encanta!!

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 23:29

Es un libro muy viejito si, yo conocía a la autora por sus novelas de suspense, hasta que leí Sombras en la noche enamorado

Vale ahí subo

El hombre al que había estado escudriñando no era ningún extraño ni le había robado su rincón. Le había robado el corazón hacía años. Le había robado el corazón y se había quedado con él para siempre
—¿Sorprendida? —preguntó al tiempo que dejaba su prenda decuero en una de las sillas y arrojaba el tabaco sobre la mesa.
Ella se encogió en el asiento cuando esa voz la devolvió a la realidad. Era la misma voz herida de años atrás, pero con más energía y más odio. Y aquella inquietud que la invadió al escucharle en elpasado, y que aún intentaba desterrar de su mente, la golpeó de nuevocon contundencia.
—Me imaginabas todavía a la sombra —continuó diciendo a lavez que clavaba los dedos en el respaldo de otra silla y la arrastrabahacia él.
Mientras se sentaba, su corazón tronaba como el centro deuna tormenta.Ella abrió la boca sin saber qué decir. Estaba tan cerca que podía escuchar el acelerado sonido de su respiración mientras ella se ahogaba en una mezcla de sentimientos. La actitud de él era retadora,doliente, furiosa. La miraba como si pretendiera despedazarla con suodio. Aquella ferocidad herida le recordó a un depredador que hostiga a su presa, a la que no dejará escapar con vida.
—Me emociona tu recibimiento —prosiguió MACIZO. Apoyó los antebrazos en la mesa y juntó las manos buscando un poco de autocontrol.
— Es agradable reencontrarse con los que te quieren.
CHICA no podía apartar los ojos de él. Verlo le provocaba una dicha contenida que solo estallaba en su interior. Una dicha que amenazaba con hundirse en el miedo que el nuevo MACIZO le infundía. Nerviosa,carraspeó para comprobar si aún podía generar algún sonido.—Me alegra que... —Sintió ahogo y apresó un aire que no la alivió—. Me alegra que estés libre.
MACIZO emitió una suave risa al tiempo que echaba hacia atrás lacabeza. Aún sonriente, inclinó el cuerpo sobre la mesa y acercó surostro al pálido y tembloroso de CHICA. Les separaban apenas unos centímetros cuando su expresión cambió tornándose fría y dura.
—No me jodas —musitó entre dientes—. Tú me metiste allí. Tú me traicionaste. Tú me vendiste. —Chasqueó los labios con gesto defastidio—. Tu trabajo conmigo fue impecable. ¿No te concedieron una medalla o cualquier otra distinción? CHICA sintió sobre sí la inmensidad de su ira.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 23:39

No se cual sea se me hace conocido ese dialogo... Me encantan los libros así..... De amores que empiezan en la juventud, de traición y malentendidos y finalmente reconciliación Emocionado

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 23:41

Por poner uno: "Antes y Después de Odiarte" de Ángeles Ibrika Chicas... ¿jugamos? - Página 33 682317

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 23:45

Fantástica escribió:: Por poner uno: "Antes y Después de Odiarte" de Ángeles Ibrika

Sip Fantástica lo estoy leyendo ahora mismo y me encanta!!

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 23 Mayo 2012 - 23:55

Enserio??? Emocionado

Tu que piensas Fan esta bueno??????

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 24 Mayo 2012 - 0:04

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 24 Mayo 2012 - 0:05

no lo he leido...

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 24 Mayo 2012 - 1:45

Yo lo tengo en pendientes, aquí , en Argentina, los libros de Ibirika tienen excelentes críticas, sobre todo este y "Entre sueños", yo creo que debe estar muy lindo...

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 24 Mayo 2012 - 7:39

yo tambien lo tengo en pendientes

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 24 Mayo 2012 - 11:43

Sariita escribió:

Fantástica escribió:: Por poner uno: "Antes y Después de Odiarte" de Ángeles Ibrika

Sip Fantástica lo estoy leyendo ahora mismo y me encanta!!

A mi me ha gustado mucho...pero Entre Sueños sigue siendo mi preferido.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 24 Mayo 2012 - 17:41

Sariita escribió:

Fantástica escribió:: Por poner uno: "Antes y Después de Odiarte" de Ángeles Ibrika

Sip Fantástica lo estoy leyendo ahora mismo y me encanta!!

No les puedo decir que tal es porque no lo he leído. Acerté de pura suerte!!! Me sonó lo de la cárcel y tal de una sinopsis que leí hace poco... Chicas... ¿jugamos? - Página 33 742647

Busco y pongo entonces!! Chicas... ¿jugamos? - Página 33 309406

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 24 Mayo 2012 - 20:22

venga fantastica te toca

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 0:43

Aquí va, muy fácil os lo he puesto...

—¿Sabes una cosa? —le preguntó GUAPETON cuando estaban en medio de la sala, sumida en un silencio antinatural—. Creo que me equivoqué cuando le pedí a TAL la mano de su hija.
—¿Eso crees?
AMIGO le lanzó a GUAPETON una mirada de preocupación esperando encontrar en el rostro de su compañero algún síntoma de fiebre.
—Así es. Creo que la próxima vez que decida buscar esposa enfocaré el proyecto de una forma mucho más lógica, como haría con una de mis inversiones.
AMIGO, consciente de que todos los presentes estaban pendientes de todo lo que GUAPETON decía, hizo una mueca.
—¿Cómo se te ocurre aplicar la lógica a la hora de buscar esposa?
—He pensado que las cualidades que uno espera encontrar en una esposa no son muy distintas de las que exigiría a una dama de compañía.
Al oírlo, AMIGO se atragantó con el oporto.
—¿Una dama de compañía? —le preguntó a GUAPETON.
—Piénsalo detenidamente. —La copa de GUAPETON tintineó cuando apoyó en ella la botella para servirse más oporto—. La dama de compañía ideal sería una mujer de buena familia, con una buena educación y una reputación excelente; sería una mujer equilibrada, modesta y discreta tanto en sus acciones como en su forma de vestir. ¿Acaso no serían éstos los requisitos que uno establecería si tuviera que definir a la esposa perfecta?
—Una dama de compañía es, por definición, una mujer sola y que ha perdido su fortuna —puntualizó AMIGO.
—Pues claro que es pobre y no tiene recursos, ¿por qué si no estaría dispuesta a aceptar un empleo tan humilde? —replicó GUAPETON encogiéndose de hombros.
—Sin embargo, la mayor parte de los caballeros preferirían una esposa que pudiera aportarles riquezas y propiedades —señaló AMIGO.
—Claro, pero es en esta cuestión donde yo dispongo de una gran ventaja, ¿no crees? —GUAPETON se detuvo en la entrada de la sala de juegos y examinó las mesas concurridas—. Para ser claro, yo estoy podrido de dinero y cada día soy más rico, no necesito una mujer adinerada.
AMIGO se detuvo junto a él y expresó su conformidad, aunque con desgana:
—Es verdad.
—Una de las ventajas de las damas de compañía es su condición de extrema pobreza —continuó GUAPETON—. De esta forma agradecen cualquier empleo que se les ofrezca, ¿comprendes?
—No había considerado este aspecto. —AMIGO bebió otro trago de oporto y bajó el brazo pausadamente—. Creo que empiezo a comprender tu razonamiento.
—A diferencia de las jóvenes románticas y con recursos cuya visión del amor está deformada a causa de Byron y las novelas de la EDITORIAL, las damas de compañía, por una cuestión de necesidad, tienen que ser mucho más prácticas. La vida les ha enseñado que el mundo puede ser muy duro.
—Desde luego.
—Por consiguiente, la dama de compañía ideal no haría nada que pusiera en peligro su empleo. Por ejemplo, un hombre podría estar casi seguro de que ella no huiría con otro hombre poco antes de la boda.
—Quizá se deba al oporto, pero creo que lo que dices tiene mucho sentido —dijo AMIGO frunciendo el ceño—. Sin embargo, ¿cómo se encuentra una esposa con las cualidades de una dama de compañía?
—AMIGO, me decepcionas. La respuesta a esta pregunta salta a la vista. Si alguien deseara encontrar una esposa con estas características, naturalmente, se dirigiría a una agencia que suministrara damas de compañía, entrevistaría a varias solicitantes y finalmente haría su elección.
AMIGO parpadeó.
—¿Una agencia?
—Así no se encontraría con sorpresas. —GUAPETON sacudió la cabeza—. Debería haber pensado en ello hace unos meses. Piensa en todos los problemas que me habría ahorrado.

Chicas... ¿jugamos? - Página 33 794237

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 0:44

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