Chicas... ¿jugamos?

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 5:42

No me suena.... Pero ese pedacito da a entender que GUAPETON es todo un libertino patan ¬_¬º

... Osea el tipo de protas que me gustan Emocionado

... Los que se reforman son los mejores Jiji

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 7:40

a mi tampoco me suena

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 7:53

Definitivamente no lo he leido. Chicas... ¿jugamos? - Página 34 813149

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 12:03

Yo tampoco... Pensar

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 12:08

y dice que lo ha puesto muy facil, tampoco lo he leido, pero me ha entrado una enorme curiosidad por leermelo ya

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 20:20

y a mi

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 21:56

habra que esperar que entre alguien que lo sepa, y espero que sea pronto Chicas... ¿jugamos? - Página 34 292479

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 22:11

Un trocito más... Juntar dedos

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 22:21

Más, más!!!

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 23:03

Si mas!!!!!!!!! acojonado

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 23:46

A pedido del público otro trozo:

—Debo decirle que envidio a GUAPETÓN —continuó NOBLE con sequedad—. Ha conseguido una prometida sin tener que someterse a las exigencias de la sociedad. Yo, por mi parte, tendré que soportar el ritual de ser presentado a una lista interminable de jovencitas bobas que acaban de salir del colegio.
Su actitud empezaba a irritar a DAMA.
—Sospecho que el proceso de conseguir un buen partido debe de resultar tan arduo para las jóvenes damas como para los caballeros como usted.
—Ni hablar —respondió él al parecer realmente angustiado—. No se puede imaginar lo difícil que resulta para un hombre de mi edad y experiencia entablar una conversación con una cría de diecisiete años. De lo único que quieren hablar esas muchachitas es de las últimas majaderías de Byron o de la moda más reciente de París.
—Debería usted contemplar la situación desde el punto de vista de las jóvenes damas. Le aseguro que debe de resultarles en extremo difícil mantener una conversación con un hombre de la edad de su propio padre cuando, en realidad, desearían estar bailando con un poeta joven y atractivo.
NOBLE pareció algo desconcertado. A continuación frunció el ceño y preguntó:
—¿Cómo dice?
—Un hombre a quien, además, sólo le interesa el aspecto, la reputación y la herencia de una —dijo DAMA con un sonido de desaprobación—. Y, cuando ese caballero en extremo aburrido demuestra no tener ningún conocimiento acerca de los temas que le interesan a una, no resulta nada extraño que ella no sea capaz de mantener con él ningún tipo de conversación, ¿no le parece? Resulta difícil imaginarse a esa joven dama corriendo de regreso a su hogar para anotar los recuerdos románticos que le ha dejado un compañero de baile así, ¿verdad?
Se produjo entonces una pausa incómoda durante la cual NOBLE asimiló el comentario de DAMA.
En los ojos de NOBLE brilló un interés auténtico, aunque reticente.
—¿Dónde demonios la ha encontrado GUAPETÓN, señorita DAMA?
Ella lo deslumbró con su sonrisa más refinada y le respondió:
—Como ya conoce usted a mi prometido, sin duda debe de saber que dispone de una mente extremadamente lógica. Simplemente utilizó su talento para el análisis y el razonamiento lógico para encontrar una prometida adecuada.
—¿Lógica y razonamiento? —preguntó, NOBLE fascinado—. ¿Y adónde le condujeron esas habilidades en su búsqueda de tal dechado de virtudes?
—A una agencia especializada en suministrar damas de compañía del tipo más exclusivo, naturalmente.
NOBLE se rió y decidió continuar con la broma.
—Ah, sí, claro, él mismo aseguró que lo haría.
—Es una forma muy sensata de actuar. Si se analiza a fondo la cuestión, los maridos y las esposas son, en esencia, compañeros, ¿no cree usted?
—Nunca había considerado la institución del matrimonio desde este punto de vista, pero reconozco que tiene algo de razón.
—Piense por un momento en la brillantez de la táctica de GUAPETÓN. En la agencia le proporcionaron una extensa selección de damas bien educadas con referencias impecables y una reputación intachable. En lugar de verse obligado a bailar con todas ellas y esforzarse en entablar conversaciones que probablemente le aburrirían mortalmente, él se dedicó a realizar entrevistas minuciosas.
—Entrevistas... —dijo NOBLE con una sonrisa— ¡Qué inteligente!
—Lo mejor de esta estrategia es que funciona en ambos sentidos. Por su parte, las candidatas al puesto también pudieron formularle preguntas. Por lo tanto se ahorraron tener que divertir y entretener a una serie de caballeros de edad que no saben nada de las últimas obras de Byron y que lo único que buscan es una heredera atractiva que les proporcione un hijo.
NOBLE se detuvo en medio de la pista de baile y, durante unos angustiosos instantes, DAMA temió haber metido la pata y provocado un completo desastre.
Entonces NOBLE echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada.

Chicas... ¿jugamos? - Página 34 794237

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 25 Mayo 2012 - 23:50

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 3:23

Estoy entre: Cabezazo

y

No estoy segura de haberlo leído!! acojonado

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 5:44

Una dama a sueldo, de Amanda Quick, me encanto ese dialogo!!

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 9:29

me suena .

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 12:04

Pues a mi ese libro no me gustó mucho, y además el dialogo no me sonaba

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 12:09

Sariita escribió:: Una dama a sueldo, de Amanda Quick, me encanto ese dialogo!!

Acabo de leerlo hace un par de días y me sorprendió gratamente. Osea, me encantó!!!! Chicas... ¿jugamos? - Página 34 742647

Muy bien Sariita!!! te toca!!! Chicas... ¿jugamos? - Página 34 309406

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 13:36

venga sarita

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 16:36

A mi se mi gusto mucho

Vale subo un extracto:

—Tú —contestó ella—. Llevas años sin venir a Inglaterra. Regresas por un tiempo muy corto y
luego vuelves a irte. —Empezó a agitar los brazos, de modo que el camisón se le ciñó a los
pechos—. No tienes derecho a darme órdenes ni a inmiscuirte en mi vida. Tal como has señalado
en tantas ocasiones, no eres mi hermano. No estamos emparentados de ninguna manera. No
tienes derecho a controlarme. —Más aspavientos. El pelo le caía desordenado sobre los hombros.
Una de las cintas que le cerraban el camisón se estaba desatando—. Si quiero dejar entrar a diez
mujeres en mi habitación, no tienes derecho a impedírmelo —continuó ella—. Si quiero que diez
hombres entren en mi habitación, no puedes impedírmelo. No soy de tu propiedad y no permitiré
que me des órdenes. No vas a regañarme por hacer lo que creo que está bien. No vas a...
La agarró por los brazos, haciendo que XX soltara un chillido, la metió en la habitación y cerró la
puerta. Ella se zafó de sus brazos y se alejó.
—Esto es de lo más irritante —dijo él.
—Lo mismo digo —convino ella—. Se me había olvidado lo irritante que puedes llegar a ser.
—Y a mí se me había olvidado que se te olvidan las formas, y el lugar donde te encuentras, cuando
se apodera de ti uno de tus... arranques.
—¡No es un arranque, so alcornoque!
—Me da igual cómo los llames —replicó—. No puedes andar por ahí medio desnuda y montando
escenas en público. Si ese pobre diablo no hubiera estado tan ensimismado con su mujer, o si
hubiera sido otra clase de hombre, o dos hombres, cuando abriste la puerta, las consecuencias
habrían... No, me niego a pensar en las consecuencias. ¡Maldita sea, XX! ¿Es que nunca piensas
antes de actuar? ¿Nunca te paras, aunque sea un instante, a considerar lo que podría pasar?
—Sé cuidarme sola —contestó ella al tiempo que levantaba la barbilla—. Tú deberías saberlo mejor
que nadie.
—¿En serio? —quiso saber—. Muy bien, XX, a ver si es cierto.
La rodeó con un brazo y la pegó a él.
—Ah, no, no...
La cogió de la barbilla y la besó.
XX sabía cuidarse sola, sí. Levantó la mano para clavarle las uñas en las muñecas. Colocó la
pierna de modo que pudiera asestarle un rodillazo en sus partes nobles.
Pero algo salió mal.
No podía mover la cara porque XY le sujetaba la barbilla, con suavidad pero también con firmeza.
Y eso le impedía escapar de la electrizante sensación de sus labios y de la presión de su boca, que
se apoderaba de la suya con exigente determinación e insistencia. XY era terco como una mula, y
se entregaba a fondo en todo lo que hacía, de modo que ella no pudo huir ni obviarlo. No pudo
contenerse. No pudo frenar el deseo de disfrutar de la calidez de esos labios y de su sabor.
Ese aroma masculino tan rematadamente tentador se le coló por la nariz y la embriagó con sueños,
anhelos y pasión. El suelo desapareció bajo sus pies, como si estuviera subida en un globo
aerostático.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 16:41

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 21:44

no se pero me gusta

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mayo 2012 - 23:56

No lo he leido, pero suena interesante.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Dom 27 Mayo 2012 - 1:56

Chicas pongo otro trocito??

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Dom 27 Mayo 2012 - 3:46

Siiiii!!!

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Dom 27 Mayo 2012 - 3:52

¿Por qué no te has quedado tranquilita en Londres, escribiendo dramas para el teatro?
—preguntó.
—XY, piensa un poco —le dijo—. Si tuviera un mínimo de paciencia para quedarme tranquila en
algún sitio, habría seguido comprometida con el primer caballero que me propuso matrimonio, me
habría casado, habría tenido hijos y me habría sumido en esa existencia casi invisible en la que se
sumen otras mujeres. —Empezó a gesticular—. ¿Por qué las mujeres tenemos que quedarnos
quietecitas? ¿Por qué tenemos que ser como lunas en miniatura, sin poder salirnos de nuestras
pequeñas órbitas, girando siempre alrededor de un planeta que no es otra cosa que un hombre?
¿Por qué no podemos ser planetas? ¿Por qué tenemos que ser lunas?
—En términos astronómicos —comentó XY—, esos planetas a los que te refieres orbitan
alrededor del sol.
—¿Tienes que ser tan literal? —replicó.
—Sí —contestó él—. Yo soy terriblemente literal y tú eres escandalosamente imaginativa. Un
ejemplo: yo veo una catedral que se alza por encima de algunos edificios, ¿tú qué ves?
XX miró hacia el extremo de la calle, donde una torre negra se alzaba en el cielo nocturno.
—Veo una ruina fantasmagórica que acecha a través de un estrecho callejón, una figura enorme y
tenebrosa recortada contra un cielo cuajado de estrellas.
—No estoy seguro de que sea una ruina —señaló—. Lo averiguaremos enseguida.
Unos cuantos pasos más los llevaron al extremo de la calle. Cruzaron High Petergate, enfilaron un
callejón y entraron en las ennegrecidas y fantasmagóricas ruinas o, dependiendo del punto de vista,
la quemada catedral de York.
XY supuso que el tenue resplandor que se veía al otro lado de las vidrieras reforzaba la idea de
XX de que ese lugar era «fantasmagórico».

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