PARAÍSO IMPERFECTO – Christina Skye
Sólo el tipo más atractivo podría salvar el trabajo de la frenética fotógrafa Carly Sullivan.
Pero dar con el hombre adecuado no es fácil cuando estás en un barco en medio del Caribe y el modelo al que has contratado resulta ser un auténtico desastre. Justo cuando sus esperanzas se están hundiendo más rápido que el Titanic, Carly encuentra al hombre más guapo que haya visto nunca. Ford McKay asegura que es un ranchero de Wyoming, pero Carly tiene sus dudas. Luego, todo se convierte en un caos en una isla paradisíaca y ese desconocido tan sexy es lo único que la protege de las balas.
Ford McKay sabe que mezclar el trabajo con el placer puede ser mortal, y no está dispuesto a poner en peligro su misión por una pelirroja obstinada que no puede olvidar la cámara ni por un segundo. Pero cuando Carly resulta herida, no puede marcharse así como así. Además, la fuerza del destino los ha puesto en camarotes contiguos, y Ford se da cuenta que se está enamorando...
Me encantan las historias en las que el amor nace inesperadamente en medio de una peligrosa y arriesgada aventura, son como la aparición de una flor en el centro de un huracán. En este caso, la mayor parte de la narración se desarrolla repartida entre un barco de lujo y una isla no tan paradisíaca. Quizás es por la ambientación que en algunos momentos la novela me recordó a "Lola lo revela todo" de Rachel Gibson, porque pese a que el argumento y la historia son diferentes, tienen algunos puntos en común. Seguramente también influyó el hecho de haber leído los dos libros bastante seguidos, y con la comparación ninguna de las dos sale perdiendo porque me gustaron por igual.
Carly lleva en las venas la vocación de la fotografía, pero su nuevo proyecto para la compañía de cruceros corre peligro porque su modelo original resulta ser un fiasco, y debe encontrar inmediatamente a otro que esté a bordo del barco. Entonces aparece él. El hombre. Y por si Carly no tuviera bastante con lidiar con su nuevo modelo y sacar adelante las sesiones fotográficas, su vida corre un inminente peligro sin que ella lo sepa. Carly es independiente y meticulosa en lo que hace, más que meticulosa es obsesiva; pero el peso de la fama de su madre y su obsesión por la fotografía le impiden tener una vida tranquila y mantener una relación estable con alguien, huye de los compromisos y siempre tiene el impulso de viajar para no quedarse en el mismo lugar durante mucho tiempo. Pero ahora le es imposible no sentirse atraída por alguien como McKay, y a medida que le va conociendo se siente cada vez más atraída por él aun sospechando que guarda secretos y que no puede ser quien dice ser.
McKay es un tipo duro que difícilmente se deja llevar por el momento, no pierde los nervios, no improvisa; actúa como lo haría un hombre de acción. Es un agente de las Fuerzas Especiales en una misión secreta, tan secreta que la desconoce, se embarca en el crucero sin saber qué debe hacer. Su objetivo es proteger a Carly Sullivan, la hija adoptiva del gobernador de Santa Marina, pero no le hace ninguna gracia la misión de ser el guardaespaldas de nadie, especialmente de una genio de la fotografía de la alta sociedad. Y mucho menos aún cuando descubre que es la mujer con la que acaba de discutir en la piscina por culpa de un malentendido. A McKay tampoco le hace ninguna ilusión ser el modelo publicitario de Carly, pero su deber es estar lo más cerca posible de ella para poder protegerla y esa es la manera más sencilla y discreta. Carly le atrae por alguna razón que no entiende, porque no deja de repetirse que ella no es su tipo pero se siente cada vez más cerca de ella. Pero McKay tampoco busca un futuro con Carly porque su mundo no está diseñado para la vida familiar, le gusta su vida tal y como está.
Todo empieza con un malentendido que saca a relucir el carácter de los dos, y marca el inicio de la relación apasionada de los protagonistas. Entre ellos hay una atracción inmediata desde el momento en que se conocen, incluso mientras están discutiendo la sienten, pero a ninguno de los dos le gusta mezclar trabajo y placer y se toman sus obligaciones demasiado en serio como para traspasar esa línea. Aunque, por otro lado, se ven forzados a pasar juntos parte del viaje, ella para acabar la sesión fotográfica, y él para protegerla. Y así acaban preocupándose el uno del otro más de lo que es sensato, sus sentimientos crecen por momentos. Carly empieza a confiar en él más que en cualquier otra persona aun sin saber quién o qué es en realidad, y McKay siente que ella está traspasando su muro de autocontrol.
De los secundarios me ha gustado Daphne, la mejor amiga y hermana adoptiva de Carly, una ex modelo de portada. Me ha encantado la relación de amistad y lealtad que tienen porque, pese a sus caracteres diferentes, están muy unidas. Y vaya con el prometido de Daphne, menudo personaje, desde luego consigue sorprender y no se sabe qué esperar de él. Y luego está Izzy, el contacto de McKay, un hombre frío y tan imperturbable como él y con un sentido del humor muy singular, pero también un buen amigo suyo. Y creo que el personaje de Duncan Campbell tiene base para poder haber tenido una bonita historia por las cosas que cuenta de su matrimonio.
El final es una de las cosas que más me ha gustado, los últimos capítulos son bonitos, pero la última escena es de lo más tierna y McKay está adorable.
Tengo curiosidad por un detalle, porque Ford McKay tiene dos hermanos que no aparecen, sólo los nombra una vez. Pero sé que la autora tiene al menos un libro donde aparece otro protagonista que se apellida McKay y me pregunto si son família. Lástima que ese libro no esté traducido.
Es una historia muy entretenida llena de pasión y acción, con un romance muy ameno y unos protagonistas con carácter. El sentido del humor también está presente en la novela desde la primera escena. Es una historia que tiene un poco de todo y me ha gustado.