Qué bien escribe Melody Thomas, me encanta la manera de desarrollar la relación de Ryan y Rachel, es cierto que no esperaba que el fuera un tiburón de los negocios sin corazón pero bueno supongo que su actitud se justifica porque quiere ser el mejor para demostrar a los de clase alta quien tiene el poder. Rachel es la que más me ha gustado, mostrar a una mujer atípica en esa época dadas sus aspiraciones profesionales, y el mundo en el que se mueve es la excepción que aporta originalidad a la trama más allá de un libro que podría haberse ambientado solo en los típicos bailes de salón. La química entre ella y Ryan fantástica, con continuos rifirrafes de los que me gustan, solo un pero, me sigue pareciendo una tontería la excusa por la que no llegaron a estar juntos antes, por lo que deduje orgullo y cabezonería por ambas partes. Él estuvo enamorado de ella desde siempre, ella no supo demostrar su amor en su momento, como diría Ryan en el libro “ Lo único de lo que me arrepiento es de haber tardado tanto en llegar a estar de acuerdo contigo”, y es el orgullo lo que los mantiene separados a lo largo de esta historia.
Estoy deseando leer el libro del último hermano Donally que nos queda , David el hasta ahora sacerdote.