Como único médico del condado de Buckhorn, Sawyer Hudson era el responsable de ayudar a la bella y misteriosa mujer que había entrado de repente en su vida. Aunque sabía que su relación con ella no debía traspasar el límite de lo profesional, su cuerpo... y su corazón no opinaban igual.

Honey Malone estaba huyendo del peligro cuando acabó estrellando su coche en aquel lago... y metiéndose en la vida de aquellos increíbles hermanos. En cuanto sus heridas estuvieron curadas, Honey trató de marcharse, pero no había contado con que aquellos hombres se empeñaran en protegerla a toda costa...

Primer libro de la serie "Hermanos Buckhorn".

Con esta novela se inicia la serie sobre esta peculiar familia tan llena de testosterona. Una familia compuesta por los cuatro hermanos: Sawyer, Morgan, Jordan y Gabe, y por el hijo de quince años de Sawyer, Casey; todos ellos hombres irresistibles y encantadores. Cada uno tiene algo especial, empezando por Sawyer, que es el más responsable, pero en conjunto forman un grupo pintoresco y adorable, con una mezcla de virilidad y sensibilidad de lo más sexy. A la historia tampoco le falta su dosis de suspense, que gira entorno al personaje de Honey y su huida desesperada.

Sawyer es uno de esos protagonistas que enamoran al momento... es atractivo, tierno, protector, divertido y pacífico; pero también luchador y dispuesto a todo por su familia y la gente a la que quiere. Su carácter tiene alguna relación con el hecho de ser el médico del pueblo, vive una vida tranquila y monótona ocupándose de sus pacientes, y el poco tiempo libre que tiene lo pasa junto a su hijo de quince años y sus hermanos. Pero todo cambia en el momento en que conoce a Honey, una mujer que alterará su vida y sus sentimientos. No puede evitar sentirse atraído por ella a pesar de no saber su identidad, ni saber nada de ella. Sawyer, que siempre ha sentido la necesidad de proteger y cuidar a los demás, se siente frustrado porque Honey no se lo permite, y eso le hace desearla y quererla todavía más. Se había prometido no volver a casarse después de su mala experiencia, pero sus convicciones se tambalean cuando siente que no podrá separarse de ella con la facilidad que había planeado... y que tampoco quiere hacerlo.

Honey es todo un misterio. A ojos de Sawyer es una mujer frágil y desesperada que necesita ayuda, pero pronto averigua que detrás de esa aparente fragilidad hay una fortaleza y una independencia que ella siempre intenta mantener. Está claro que está huyendo de algo o de alguien pero en un principio no se atreve a confiar en esos hermanos que la han acogido, aunque ellos hacen lo posible por ayudarla. Honey se siente segura y a salvo con ellos, especialmente con Sawyer, por eso no quiere ponerlos en peligro y cree que eso es lo que hace ocultándose allí. Su intención es huir en cuanto recupere fuerzas, el problema es que Sawyer y sus hermanos no le darán la oportunidad de marcharse hasta tener la certeza de que estará segura.

La relación entre Honey y Sawyer me ha encantado, está llena de ternura. Los dos sienten una fuerte atracción el uno hacia el otro desde el principio a pesar de ser unos desconocidos. Ella quiere marcharse, primero para huir del peligro y después para proteger a Sawyer y su familia; pero él no se lo permite hasta que se encuentre a salvo y está dispuesto a protegerla lo quiera Honey o no. Lo que no quieren pensar es lo que ocurrirá cuando ella tenga que marcharse, a Saywer le inquieta lo que Honey le hace sentir, sobre todo cuando ve lo bien que se ha integrado en su casa y se ha adaptado a su familia en pocos días. Eso le hace sentir inquieto y cómodo al mismo tiempo.

Los personajes secundarios aportan la nota de humor, las discusiones y conversaciones entre los cuatro hermanos y el hijo de Sawyer son muy divertidas, sobre todo por las bromas que le hacen a Sawyer por su comportamiento con Honey. Y la relación que mantiene toda la familia me ha encantado, así como la forma protectora en que tratan a Honey. Me encanta la familia de Sawyer, y el cariño que se profesan, me hubiera gustado conocer la historia de la madre de Sawyer y su padrastro, lo poco que se cuenta me ha parecido muy romántico y es una lástima que aparezcan.

Es una historia corta, que se lee rápido, quizás con un final precipitado; pero con unos personajes que atrapan por su personalidad y su carácter desde el principio. Al igual que Honey, he quedado enamorado de la familia al completo y de cada uno de sus miembros, unos hombres maravillosos. Es una historia sencilla, pero preciosa y llena de ternura.