La elegida es la hermana mayor de Alexandra, pero una misión al servicio de su país, Gran Bretaña, obliga a Douglas a ausentarse durante un tiempo, y la boda debe celebrarse por poderes. En un enredo propio de mejor vodevil, las cosas toman un rumbo muy distinto del planeado.
Primera novela de la serie sobre la família Sheerbrooke.
Aunque empezó siendo una trilogía protagonizada por tres de los cuatro hermanos Sherbrooke, hace tiempo que pasó a convertirse en una serie propiamente dicha. Por eso, es una lástima que sólo estén traducidos las tres novelas originales y las que corresponden a la sexta y séptima entregas, porque es una serie donde los personajes van apareciendo en las otras novelas. En concreto, me hacía ilusión saber cómo les iba a Alexandra y Douglas, una pareja que me ha encantado, y conocer las historias de sus hijos.
Esta primera novela es una historia de amor apasionada, en la que el punto fuerte son los protagonistas y su relación, evidentemente están hechos el uno para el otro. Pero otro factor muy importante es el sentido del humor. Sólo las circunstancias que rodean a la boda ya son impactantes y surrealistas, cuando Douglas se casa por error con la hermana equivocada, algo que él no sabe hasta que llega para encontrarse con todo el asunto hecho y una esposa desconocida. También tiene un toque sobrenatural con las apariciones de la Novia Virgen, el célebre fantasma que se presenta ante las mujeres de la família Sherbrooke y en el que Douglas no cree, o más bien no quiere creer.
Todo empieza porque Douglas ha decidido casarse para tener un heredero, y conseguir que sus parientes dejen de presionarle con el matrimonio y su deber. Es un hombre frío que nunca pierde el control, ni en sus misiones del Ministerio de la Guerra ni en los momentos de pasión. Es un hombre siempre controlado, pero con Alexandra no sabe que le pasa que no controla sus impulsos, por ella siente una pasión desbordante que no había sentido por ninguna mujer. Douglas inspira empatía, por un lado se entiende su comportamiento, aunque a veces dan ganas de golpearlo por su trato hacia Alex.
Alexandra se enamoró de Douglas cuando él sólo tenia ojos para su hermana, era una chica de quince años en la que no se fijó y a la que ni siquiera recordaba haber conocido. Es ingeniosa, inteligente y tiene un carácter fuerte y una lengua ágil que rivalizan con el propio Douglas. Le cuesta un poco hacerse valer y respetar, pero lo consigue tanto ante Douglas como ante su suegra, al resto de la casa los conquista enseguida. Es la pareja perfecta para Douglas, una chica nada débil y sumisa, sino valiente y decidida.
La historia de amor es maravillosa y la pareja protagonista me encanta. Entre ellos nace una pasión increíble a pesar de las circunstancias de su matrimonio. Al principio Douglas no está nada contento, y no es de extrañar, su primo, que debía hacer de intermediario en su boda por poderes, finalmente le casa con la hermana de su prometida y él se fuga con la dama elegida. Vamos, que le han dado gato por liebre. Y, encima, su primo ni siquiera tiene la deferencia de ser un canalla, sino que a pesar de su tracición es una buena persona al que no se puede odiar. Aunque en parte he echado de menos un duelo, una satisfacción que Douglas sin duda merecía.
Así es como Alex y Douglas acaban casados. La situación es de lo más surrealista, las discusiones que tienen son memorables y la forma en que Douglas va olvidando la belleza de Melissande en favor de la pasión de Alex y acaba totalmente enamorado es genial. No pasa mucho tiempo hasta que descubre que todos han salido ganando con el cambio, pero su enamoramiento por Alex me ha parecido totalmente creíble. Y hay algunas escenas preciosas.
Hay un conjunto de secundarios muy pintorescos, empezando por los hermanos de Douglas. Ryder es el más libertino de la família. Tysen es el moderado, quiere ser vicario y casarse con la chica de la que está enamorado. Sinjun es la más joven, también la más soñadora y bastante pesada. De ellos Ryder es el que más me gustó, Tysen apenas aparece y Sinjun me pareció un incordio y no me ha causado muy buena impresión. Y después está la pareja formada por Melissande y Tony, la verdad es que Douglas sale ganando con el cambio, porque no tendría la paciencia suficiente para tratar a una mujer como ella, se demuestra que Tony es el único hombre que podría hacerlo. Pero son una pareja simpática, ella no tiene maldad, y Tony sabe que ha hecho mal pero se enfrenta a sus acciones.
Es una historia preciosa. Uno no puede hacer otra cosa que sentir empatía por los protagonistas. Alex de repente se encuentra en un lugar extraño donde su marido la rehuye y su suegra la ignora. Pero no se puede culpar del todo a Douglas, él inspira comprensión pero está tan empeñado en esa traición que tarda un poco en darse cuenta que Melissande no es para él y Alex es su pareja perfecta. A una relación apasionada se le añaden escenas con sentido del humor y algunas emotivas, un poco de espionaje y un toque de elementos sobrenaturales que convierten a esta novela en una historia para recordar.