Primera tumba a la derecha.
Darynda Jones.

Sinopsis: Charley Davidson es detective privado ocasional y ángel de la muerte a tiempo completo. Es decir, ve a los muertos. En serio. Y su trabajo es convencerlos de que vayan hacia la luz. Pero cuando estos difuntos han muerto bajo circunstancias poco ideales- por ejemplo, asesinados-, en ocasiones quieren que Charley enchirone a los malos.

Y luego están los sueños. Sí, esos sueños intensamente calientes que le han impedido dormir en semanas y que están protagonizados por un sujeto que la ha acompañado durante toda su vida y que parece que no está tan muerto después de todo. De hecho parece que es algo completamente diferente a lo que está acostumbrada a ver. Pero ¿qué es lo que quiere de ella? Y ¿por qué ella es incapaz de resistirse? Y sobre todo ¿Qué puede llegar a perder si se rinde a su deseo?

Cargada de sensualidad y sentido del humor, Primera tumba a la derecha es una historia de suspense paranormal que te dejará...muerta.


Pocas veces empiezo a escribir una crítica a los cinco minutos de acabar un libro. Lo más normal es que lo deje un tiempo en reposo, para pensarme bien lo que voy a decir, y dejar que se diluya el entusiasmo —o el cabreo— del primer momento.

Pero esta vez no he podido resistirme. Fue cerrar el libro y decir: «Guau». Y tenía que escribir la crítica y escribirla ya, antes de que mi personalidad maldita empezara a encontrar fallos que me estropearan el momento.

Qué risa. En serio, qué risa. Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien con un libro (probablemente desde que decidí racionar los libros de Prattchet… pero esa es otra historia). Me he reído a carcajada limpia con los diálogos, con las situaciones y, sobre todo, con el monólogo interno de la protagonista, Charley, que es sencillamente desternillante. La autora muestra un sentido del humor tan absolutamente depravado, irónico, retorcido y malvado que es imposible resistirse a él. O por lo menos, a mí, que comparto todos y cada uno de esos rasgos de humor, me resulta imposible. Me pasé dos días con la nariz pegada al libro, y los músculos de las mejillas doloridos de tanto reírme.

Y eso que la novela, para empezar, contaba con dos graves obstáculos para gustarme: odio las novelas de detectives y odio las novelas en primera persona. Y esta es ambas cosas, y me ha encantado. Se lee sin pestañear, sin recolocarse en el sofá o sin suspirar mirando cuántas páginas quedan. El estilo de Darynda Jones es ágil, fluido y muy fácil de leer. Quizá, para mi gusto, le falta un poco de rodaje, un poco de oficio, pero para ser su primera novela, me quito el sombrero, francamente. Pocas veces una primera obra me deja tan buen sabor de boca y tantas ganas de más. Y soy cualquier cosa menos dada al halago fácil, conste.

Bueno, veamos. Quizá debería empezar aclarando que este libro se aproxima más al urban fantasý que a la romántica, así que no esperéis el típico romance al uso, y la típica novela basada en las relaciones entre los protagonistas. Claro que —y es todo lo que puedo decir sin espoilear—, difícilmente puede haber un romance “al uso” entre un ángel de la muerte como Charley y un… No digo más. No puedo decir más. En serio.

El personaje de Charley es evidente que me ha encantado. Lleva su misión de ángel de la muerte con un sentido del humor que ya quisiera para sí la llorona de Jennifer Love Hewitt. Los muertos la ven como un brillante faro que los atrae y cruzan al otro lado a través de ella. Algunos. Otros deciden quedarse por ahí y hacerle la vida más fácil o mucho más difícil. O simplemente esperan a que les ayude con sus asuntos no resueltos para después cruzar al otro lado. La ocupación de ángel de la muerte es sólo una parte de su trabajo. Para ganarse el pan es detective privado. Es fácil adivinar que es mucho más sencillo detener a un asesino, cuando el fantasma de la víctima te dice quién la mató. Facilita considerablemente el asunto, sí. Y es la clave de la magnífica carrera que llevaron en la policía primero su padre, y ahora su tío, a quienes Charley ayuda con sus casos desde que tenía cinco años.

El único problema que tiene poner de protagonista a un personaje como Charley, es que, directamente, se “come” al resto de los que pululan por ahí. En parte puede ser achacable a lo que comentaba antes, una cierta “falta de oficio” por parte de la autora, pero en gran medida me temo que es porque Charley ocupa todo el horizonte y desdibuja a los demás. Su tío Bob, su padre, su malvada madrastra, su socio fantasmal Angel (un pandillero de trece años), el detective Garret (tan guapo como irritante) e incluso, aunque en menor medida, su ayudante y amiga Cookie (que menudo nombrecito, pobrecilla), quedan apenas como esbozos, como personajes que conoces pero casi de pasada. De esos que te toca jugar a “rellenar los huecos” para hacerte una idea de su verdadera personalidad. Incluso su adorado Reyes, del que poco puedo decir sin desvelar demasiado, para mi gusto apenas pasa de ser un boceto. Y su “relación”, si es que puede llamarse así, es bastante… particular. Rozando lo increíble. Aunque supongo que tiene su explicación, que llega casi al final de la novela. Pero ni eso me importó, la verdad, y soy definitivamente una lectora "de personaje", más que una lectora "de historia". Charley es lo bastante interesante y divertida como para eliminar cualquier fallo en los otros personajes, y sólo por leer sus salidas de tono, ya merece la pena todo el libro.

La novela termina con un cliffhanger monumental que, lejos de irritarme, como suele pasar, me ha dejado con ganas de que aparezca la siguiente entrega pero YA. Porque me muero por leer más de Charley, de Reyes, del Malo Malísimo y de sus adorables fantasmas. Sí, incluso aunque tenga que leer un caso detectivesco por el medio. Desde Anita Blake, hacía mucho tiempo que una protagonista no me enganchaba de esta manera.

Y como apunte: no os perdáis las frases con las que comienza cada capítulo. Algunas son impagables.

¡Gracias por la crítica DeDanna!

Te la acabo de enlazar en el listado.

Totalmente de acuerdo con la crítica. En mi opinión (y no me mateís) es mejor novela paranormal que los señores del submundo o la hermandad de la daga negra, los dark hunter...me gusta más este tipo de novela. La autora, para ser de lo primero que escribe me ha sorprendido gratamente y desde luego, sube en mi lista de autores favoritos.

Espero los siguientes títulos y siguientes series.

Y yo espero que no caiga en el error de prolongarla hasta el infinito, que acabo de leer tu comentario en el otro post ODIO cuando una historia está prevista para ser una trilogía y se la alarga innecesariamente porque vende Lo ODIO.

Tengo apuntados como imprescindibles los otros dos volúmenes de la trilogía, pero que no me fastidie alargándola Que haga algo nuevo, que tiene talento suficiente y eso es raro de ver

PD: Gracias, Mirada

Tienes toda la razón, empiezan a hacer libros sin sentido y la verdad es que acabas cogiendole manía a algunas series. Espero que Darynda no caiga en ese error.

Bueno parece que va a estar bien esta novela así que apuntada

Ya tengo mono de más...por cierto (no sé si ya lo he comentado), pero va a publicar otro libro de la serie (el 4º), más info en su web. Todavía no tiene fecha de salida en USA.

Acabo de termianr el libro y tengo que decir que es bastante entretenido, me he reido mucho con los comentarios de la prota y la verdad es que el argumento es muy original, pero me ha percido demasiado lento, supongo que será para crear misterio que la historia de los protas vaya tan lenta, será debido a mi falta de paciencia para las series de este tipo pero al contrario que DeDanna, yo si he mirado cuantas páginas quedaban para llegar al final a ver si aclaraba algo más sobre los protas y su situación.

Y al final, aunque me ha dejado con curiosidad y seguiré leyendo los siguentes, no me ha enganchado tanto como para correr a leer el segundo.