Bowen MacRieve del clan Lykae a punto estuvo de ser destruido cuando perdió a la única mujer que le estaba destinada. El despiadado guerrero se volvió aún más frío, no llevándose jamás a otra a su cama... hasta que un apasionado encuentro con su enemigo, Mariketa la Esperada, despierta de nuevo sus más oscuras pasiones. Cuando siniestras fuerzas se unen contra ella, el highlander se ve poniendo en práctica toda su fuerza y destreza para mantenerla con vida.
Despojada temporalmente de sus poderes, Mari se ve obligada a refugiarse con su acérrimo adversario. Se rumoreaba que nadie podía tentar el endurecido corazón de Bowen, pero la pasión no tarda en arder entre ellos. Y aunque un futuro en común es imposible, Mari teme que Bowen no tiene interés en soltarla.
Si derrotan al mal que los rodea, ¿Podrá Mari rechazar a Bowen cuando él exija su cuerpo y su alma... o lo arriesgará todo por su feroz protector?
“Ansia de pasión” es el tercer libro de Kresley Cole. Si tuviera que calificar el libro con una sola frase diría “son de esos libros que abres y no terminas de leer hasta que encuentras el “fin” en la última página”. La autora ha pegado un salto tremendo desde “Hambre de ti” para traernos una historia diferente, entretenida, bien enlazada y que enganchará a toda persona que decida leerla.
Quizá lo que más llame la atención del libro en sí, sea el personaje de Bowen, del cual se ha visto mucho desde “Sed de amor” y ya se comprobó el carácter de este lobo en “Hambre de ti”. Pero Mariketa o “Mari” como la llaman sus personas más cercanas, hace una entrada triunfal para quedarse, mostrándonos una personalidad difícil de olvidar, pero sobre todo decidida y franca. Como es habitual, me centraré en la pareja, pero también haré una mención a dos personajes que me han llamado mucho la atención y serán importantes en un futuro (como podéis comprobar tengo poderes como nuestra brujita).
Bowen MacRieve es uno de esos hombres de “pelo en pecho”, literalmente chicas, no sabéis la cantidad de lobo que tiene este espécimen en su interior. Highlander hasta la médula, criado en una sociedad antigua viviendo en un mundo moderno, pero aislado de todos y de todo debido a la pérdida de su compañera. Bowen es frío, solitario, atormentado por la culpabilidad hasta que la pequeña bruja se cuela en su mente y su alma.
Al principio le cuesta asumir que Mariketa pueda llegar a ser su compañera, cerrándose a cualquier otra posibilidad, y alegando que se encuentra bajo un hechizo. Debo reconocer que en ciertos aspectos, Bowen puede ganarse un par de insultos por parte de nuestra protagonista, pero si ponemos en una balanza sus malas actos junto con su afán protector, su pillería, sus bromas y también su carácter “sensible”... La balanza se descompensa a favor del Lykae.
Sin embargo, entiendo la desconfianza de Bowen hacia Mariketa. Teniendo en cuenta que los Lykaes solo tienen una compañera, que la suya falleció hace muchísimo tiempo, que le ha guardado luto y de un día para otro comience a sentir emociones por otra mujer... Es algo duro de asimilar. Pero hay extremos que no deben pasarse y aunque Bowen los supera con creces, aún recuerdo ciertas escenas del libro que me hicieron querer decirle un par de cosas, las compensa con su afán protector, con su sensibilidad y con la verdad que al final se le termina revelando.
Y es que hasta el hombre más enamorado puede estar cegado por más de un hechizo que no le permite ver lo que siempre fue suyo, tuvo delante y casi dejó escapar.
Mariketa es una muchacha sensible, pero a la vez decidida y firme. La gran responsabilidad que carga sobre sus hombros, la hace ser desconfiada con sus poderes, llegando a temer lanzar hechizos sin que ella llegue a darse cuenta. Su atracción por Bowen es más que evidente, pero como ella misma deja claro “no es segundo plato de nadie” y menos para este lobo posesivo.
Lo que más me sorprendió de esta pequeña bruja, es la capacidad que tiene para confiar en la gente, y con eso me refiero exclusivamente a Bowen. A pesar de todo lo que “ella le puede echar en cara” decide confiar en él para acabar viendo una faceta que le gusta. Me ha gustado mucho su personaje, es atrevido, directo, sin andarse por las ramas, pero sensible a un tiempo. En ocasiones Mari demuestra que sus sentimientos son más fáciles de romper y demasiado difíciles de recomponer.
Mariketa la Esperada, con semejante nombre y tremenda presión, no es de extrañar que a la chica no le salgan todos los hechizos que ella quisiera. Aún así, demuestra tener mucha más fuerza de la que ella cree que posee, siempre y cuando permanezca alejada de los espejos porque como hemos podido comprobar, no son lo mejor para ella. En ocasiones nos perdemos dentro de nuestro propio reflejo y no conseguimos encontrar la salida hasta que alguien nos busca en la oscuridad y nos indica el camino para salir de nosotros mismos...
En cuanto a la pareja, me ha gustado mucho más que la anterior, quizá por el temperamento o puede que por las escenas de los dos juntos. Reconozco que me he reído mucho más con este libro que con los anteriores, las escenas de la pareja son amenas, para nada pesadas y las escenas “calientes” son muy buenas. Más de una se ha quedado grabada en mi cabeza.
A pesar de la edad que les separa, los dos se complementan muy bien, puesto que ella representa la inocencia, la modernidad frente a la experiencia y el pasado que Bowen encarna. Dos conceptos entrelazados en una vida llena de inmortalidad, juegos, risas, fantasía y hechizos.
No puedo evitar hablar de dos personajes de este libro que han conseguido llamarme mucho la atención. Dos demonios, Cadeon y Rydstrom. Son hermanos, pero en ocasiones da la sensación de que no lo son, al menos por el carácter de cada uno.
Cadeon parece muy resuelto, vivaz, e incluso muy divertido, pero también con determinación. Podríamos decir que Cadeon esperaba más con Mari, pero solo para molestar a cierto Lykae, que no aguantaba que ese demonio posara sus manos en ella. Cadeon da momentos divertidos en el libro, sin duda, más de una lectora estará deseando saber si el personaje tiene su propio libro.
En cuanto a Rydstrom, se nota que es mucho más serio, más dispuesto a darle consejos a Bowen. Consejos que debería tomar en cuenta, si quiere que las cosas cambien para bien, y ya se sabe que aceptar consejos no es para nada innecesario. Tiene un talante muy distinto del de Cadeon, pero también se ve que le une una gran amistad con Mari, algo que me ha gustado mucho ver.
“Ansia de pasión” ha sido un libro que ha colmado mis expectativas. La historia engancha, los personajes son creíble, pero sobre todo puedes identificarte con ellos y el final es muy bonito. Quizá muchos podrían pensar que los finales siempre parecen de cuentos de hadas, pero en este caso, creo que era más que necesario. La última escena ha sido una de las mejores.
Kresley Cole consigue así sorprenderme y terminar de engancharme a su saga de “Inmortales” porque aunque pudo empezar algo floja ha ido mejorando libro tras libro y eso dice mucho de ella y también de su forma de escribir.