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| De repente, un verano - Robyn Carr | |
| Autor | Mensaje |
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MAEC Oráculo
Mensajes : 32135 Edad : 42 Localización : Bizkaia Empleo/Ocios : Vacaciones indefinidas Humor : Podría ser mejor Inscripción : 17/02/2008
| Tema: De repente, un verano - Robyn Carr Lun 18 Nov 2013 - 16:43 | |
| De repente, un verano - Robyn Carr Sinopsis Colin Riordan llegó a Virgin River para recuperarse de un espantoso accidente de helicóptero que le había dejado cicatrices por dentro y por fuera. Su familia era un apoyo maravilloso, pero era en la pintura donde hallaba verdadero consuelo para su alma atormentada. Herida en lo profesional y en lo personal por una desastrosa aventura amorosa, la publicista Jillian Matlock había alquilado una vieja casona victoriana en Virgin River. La casa tenía un huerto prometedor y Jillian quería dedicarse a cosechar algo que no fueran simples beneficios. Los dos buscaban simplificar sus vidas, no complicarlas, pero cuando Jillian encontró a Colin pintando en su jardín entre ellos surgió una atracción inmediata. Y, en Virgin River, a veces el amor era el camino más fácil de tomar... Valoración Decimocuarto libro de la serie «Virgin River». En este libro, nos volvemos a encontrar con una de esas parejas en las que la autora nos va mostrando poco a poco cómo se estrecha la relación de los protagonistas. La historia empieza mostrándonos una situación injusta hacia Jillian. Una de esas situaciones en las que te gustaría quitarle la piel a tiras al sujeto. En serio, me sentó fatal. Por supuesto, mi sentido de la venganza es muy fuerte —no digamos en novela romántica donde puedes dar rienda suelta a él—, así que esperaba que Jillian se la devolviera de alguna forma. Pero no, Jillian decide pasar página e irse una temporada a Virgin River. Pero salvando ese punto que me habría encantado que fuera de otra forma, el resto del libro se ha manejado por los cauces habituales de Virgin River. Jillian llega al pueblo y alquila la casa de la recientemente fallecida Hope McCrea, donde decide montar un huerto. Por otro lado, esa casa también tiene su atractivo para las pinturas de Colin y allí es donde coinciden. Jillian me parece demasiado buena (¿no he hablado ya de que no se toma venganza? Pues eso). Como decía, quiere pasar página de su vida en la ciudad y se muda al rincón tranquilo de Virgin River. Allí decidirá comenzar una nueva vida, dar carpetazo a la vieja y comenzar una nueva. A pesar de todo, Jillian es una mujer segura de sí misma y consciente de sus capacidades. Me ha gustado ver su optimismo incluso bajo sus circunstancias, aunque sigo pensando que debería haber estado algo más hundida tras la traición del inicio. En principio, Jillian no esperaba encontrarse a alguien como Colin, pero no está cerrada en banda a una relación. No es una mujer que haya tenido demasiadas relaciones, es más del estilo «adicta al trabajo», así que su vida social no es muy buena. Pero lo dicho, a pesar de querer estar tranquila, no cierra la oportunidad de estar con Colin. De los dos, Colin es el más predispuesto a abandonar el pueblo. Aunque Jillian lo contempla de inicio, no es algo determinante, y cuando ve que su vida y negocio pueden enraizar allí, no duda en modificar sus planes. Algo que no es así para Colin. Es el que tiene pensado salir de allí en un tiempo estipulado sí o sí. La verdad, la autora lo ha planteado como si él tuviera la «carga más pesada» de los dos, pero no sé... yo creo que tiene que ser algo cultural de ese país. Lo de la movilidad que tienen. Pero para mí es exagerado, como si fuera más un joven de veinte años que uno de cuarenta. Colin tiene a toda su familia allí, a la mujer que quiere, una afición que le entusiasma y de la que gana un dinero, y no tiene problemas económicos porque está jubilado del ejército por el accidente que tuvo. Así que esa fijación por largarse a África porque en EEUU no le pueden contratar como piloto (por la adicción que le dieron los calmantes)... En serio, puedo entenderlo de un joven que se quiere abrir camino en el mundo, pero yo creo que cada cosa tiene un momento. Y de verdad, es que se obceca mucho en «quiero ser piloto, quiero ser piloto», sin contar con ningún factor más, como si no hubiera nada más en su vida que le importase. Tengo que reconocer que esa actitud no me ha gustado, pero también es la que ha dado forma a la historia ya que es Colin el que pone una fecha de finalización a la relación. En cuanto a ésta, tenemos de nuevo la habitualmente pacífica relación de los personajes que suelen tener los habitantes de Virgin River (es decir, que se complementan desde el principio). Desde el primer momento congenian, pero como decía, para los dos su estancia en Virgin River es temporal (más para Colin que para Jillian), así que se convierten en algo así como «pareja feliz con fecha de caducidad». Obviamente, sabes que algo ocurrirá al final para que estén juntos, pero durante todo el libro vas viendo que su relación evoluciona a algo estable pero sabiendo que están quitando hojas del calendario hasta llegar al final. No surgen grandes confrontaciones ni nada por el estilo. Es una pareja típica de esta serie. Sé que siempre suelo decirlo, y cualquiera que sólo leyera mis críticas se quedaría con la sensación de que todos los libros son iguales: parejas pacíficas, desarrollo de personajes de libros anteriores, tramas sociales, etc. Pero supongo que hasta que no se lee la saga, no se ve el encanto que tienen estos libros. Es como estar viendo una serie de televisión de este pueblo donde vas viendo lo que les sucede a los personajes que ya tienen libro y a los nuevos integrantes del elenco que aparecen con cada libro. Porque sí, también aparecen los personajes de los libros anteriores al igual que se siguen las tramas de secundarios que no han tenido libro pero aparecen por allí. Especialmente relevante será la trama de Jack y Denny y que veremos su conclusión en este libro. Denny también se convierte en el ayudante de Jillian siendo un gran apoyo para ella, así que al chico le vemos bastante por el libro. Mi conclusión es que no sé qué otra cosa decir. Me encanta esta serie, y me encantan sus libros. Y aunque algunos sean mejores o peores, siempre entretienen y te mantienen metida en las vivencias de ese pueblo. Pero éste, eso sí, es de los que me han durado un suspiro. Muy recomendable. |
| | | mir450 Soy sonámbula: Escribo también dormida
Mensajes : 4705 Edad : 34 Localización : Argentina Empleo/Ocios : Bibliotecaria Inscripción : 06/06/2010
| | | | tormenta Paseando por Hyde Park
Mensajes : 20796 Localización : Valencia Empleo/Ocios : La lectura y la natación Humor : Excelente Inscripción : 13/07/2013
| Tema: Re: De repente, un verano - Robyn Carr Lun 18 Nov 2013 - 18:21 | |
| Yo después del que estoy leyendo ahora, empiezo con la serie, ya que he acumulado los cinco primeros, ya llegaré a éste. Gracias por la crítica. |
| | | mirada Oráculo
Mensajes : 29070 Localización : Observando... Inscripción : 03/11/2008
| | | | MAEC Oráculo
Mensajes : 32135 Edad : 42 Localización : Bizkaia Empleo/Ocios : Vacaciones indefinidas Humor : Podría ser mejor Inscripción : 17/02/2008
| | | | analiaalvira Elegida de la Escribana
Mensajes : 520 Edad : 39 Localización : Romang Santa Fe Argentina Empleo/Ocios : Estudiar, leer Inscripción : 10/11/2008
| | | | rosamoni Psíquica
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| Tema: Re: De repente, un verano - Robyn Carr Lun 30 Dic 2013 - 22:23 | |
| A veces, el amor echa raíces en lugares inesperados... si se le deja crecer. Colin Riordan llegó a Virgin River para recuperarse de un espantoso accidente de helicóptero que le había dejado cicatrices por dentro y por fuera. Su familia era un apoyo maravilloso, pero era en la pintura donde hallaba verdadero consuelo para su alma atormentada.
Herida en lo profesional y en lo personal por una desastrosa aventura amorosa, la publicista Jillian Matlock había alquilado una vieja casona victoriana en Virgin River. La casa tenía un huerto prometedor y Jillian quería dedicarse a cosechar algo que no fueran simples beneficios.
Los dos buscaban simplificar sus vidas, no complicarlas, pero cuando Jillian encontró a Colin pintando en su jardín, entre ellos surgió una atracción inmediata. Y, en Virgin River, a veces el amor era el camino más fácil de tomar. Cada vez que cojo un libro de esta autora, y especialmente de esta serie, me pregunto: «¿Me sentiré decepcionada esta vez? ¿Habrá perdido nivel?». Y no necesito acabar el libro para saber las respuestas a estas dos preguntas. Y es que Virgin River no deja de sorprenderme, de emocionarme, de ilusionarme y hacerme sentir que el verdadero amor existe. Colin Riordan está recuperándose del accidente que sufrió, pero las cosas no son fáciles. No fue solamente el accidente que estuvo a punto de acabar con él, sino las consecuencias posteriores: su adicción a los calmantes y la depresión que se apoderó de él. Ahora, una vez ya ha superado estas dos cosas, su cuerpo se va fortaleciendo, pero su mente todavía no está bien. Y es que demasiadas cosas han cambiado: su vida perfecta tal y como era se ha derrumbado; su pasión era volar y ahora es una ilusión imposible, por lo menos en su país. Mientras intenta recuperarse física y mentalmente ha empezado a pintar y lo que en un principio era una afición, ahora lo absorbe, le hace sentirse tranquilo, y más con la paz y la tranquilidad que se respira en Virgin River, aquel pueblecito alejado de la mano de Dios, donde es posible que, cuando menos lo esperas, descubras que hay una nueva vida que merece la pena disfrutar. Jillian Matlock es una ejecutiva de éxito. Junto a su jefe, Harry, ha levantado una de las mejores empresas de software del país. Su vida es el trabajo, por él vive y respira, aunque ahora empiece a disfrutar con una relación junto a un compañero de trabajo. Pero no es oro todo lo que reluce, y cuando la persona en la que confía la traiciona, haciéndole perder todo lo que amaba en su vida, es hora de tomar drásticas soluciones, y así es como acaba en aquel pequeño pueblecito donde el año anterior pasó unos maravillosos días de vacaciones. Su mundo se ha desmoronado, nada es como parecía, y allí, mientras cura sus heridas, descubrirá su amor por la tierra, por la agricultura, esos conocimientos que le fueron enseñados por su bisabuela y que ahora tanta ayuda le están brindando. Y mientras busca su nuevo camino en la vida Colin se cruzará en su camino, y lo que empezó como una aventura con fecha de caducidad puede convertirse en... su destino. Como siempre que termino un libro de Robyn Carr, acabé suspirando satisfecha, con una sonrisa en la cara y paz interior, pero, a su vez, con esa sensación de «quiero otro libro de esta serie y lo quiero ya». Estamos ante una historia de amor preciosa, dulce, tierna, llena de los baches que nos presenta la vida, pero que nos habla de una nueva forma de encarar ésta cuando lo que tenías era perfecto, pero lo has perdido. Nos habla de fuerza de voluntad, de tesón y valentía. Tanto Jillian como Colin tenían unas vidas que adoraban, un trabajo que cumplía todas sus expectativas, en dos profesiones que les exigían el cien por cien a cada uno: él como piloto de aviones en el ejército y ella como ejecutiva de una importante empresa. Pero por circunstancias de la vida lo han perdido, porque ya nada puede volver a ser igual que antes, y deben plantearse qué hacer con su vida, qué camino tomar, y Virgin River, esa pequeña comunidad llena de paz y tranquilidad donde van a pensar, va a hacer que sus caminos se crucen. Allí nacerá un amor que día a día va a ir creciendo, como las pequeñas hortalizas de Jilly, como poco a poco van surgiendo los cuadros que, trazo a trazo, pinta Colin. Pero quizás son demasiados cambios y, antes de atarse a esa tierra de por vida, deben saber que cada uno de ellos está haciendo lo correcto. Un amor valiente, que sabe que lo mejor es dejar espacio a la otra persona para que descubra por sí misma que es feliz, que eso es lo que quiere y que nunca se arrepentirá de sus decisiones. Tierna, dulce, esa relación es maravillosa y sin grandes aspavientos te llena completamente. Como tema secundario disfrutaremos de la historia de Denny y Jack. Grandes sorpresas no va a deparar la presencia del joven, que cada vez está mas integrado en el pueblo. Un joven maravilloso, pero que deberá tomar una importante decisión. Desde luego, sigo pensando que adoro a Jack, sigue siendo mi personaje favorito. Quién tuviera un Jack en su vida. Valoración: Muy bueno
Última edición por DeDanna el Sáb 4 Ene 2014 - 21:22, editado 2 veces (Razón : Crítica revisada) |
| | | DeDanna Ave César, las que van a sufrir te saludan
Mensajes : 18194 Edad : 103 Localización : El sofá Empleo/Ocios : El Mal Humor : Sarcástico, por supuesto. Inscripción : 01/08/2011
| | | | analiaalvira Elegida de la Escribana
Mensajes : 520 Edad : 39 Localización : Romang Santa Fe Argentina Empleo/Ocios : Estudiar, leer Inscripción : 10/11/2008
| Tema: Re: De repente, un verano - Robyn Carr Dom 12 Ene 2014 - 15:42 | |
| - rosamoni escribió:
A veces, el amor echa raíces en lugares inesperados... si se le deja crecer. Colin Riordan llegó a Virgin River para recuperarse de un espantoso accidente de helicóptero que le había dejado cicatrices por dentro y por fuera. Su familia era un apoyo maravilloso, pero era en la pintura donde hallaba verdadero consuelo para su alma atormentada.
Herida en lo profesional y en lo personal por una desastrosa aventura amorosa, la publicista Jillian Matlock había alquilado una vieja casona victoriana en Virgin River. La casa tenía un huerto prometedor y Jillian quería dedicarse a cosechar algo que no fueran simples beneficios.
Los dos buscaban simplificar sus vidas, no complicarlas, pero cuando Jillian encontró a Colin pintando en su jardín, entre ellos surgió una atracción inmediata. Y, en Virgin River, a veces el amor era el camino más fácil de tomar.
Cada vez que cojo un libro de esta autora, y especialmente de esta serie, me pregunto: «¿Me sentiré decepcionada esta vez? ¿Habrá perdido nivel?». Y no necesito acabar el libro para saber las respuestas a estas dos preguntas. Y es que Virgin River no deja de sorprenderme, de emocionarme, de ilusionarme y hacerme sentir que el verdadero amor existe.
Colin Riordan está recuperándose del accidente que sufrió, pero las cosas no son fáciles. No fue solamente el accidente que estuvo a punto de acabar con él, sino las consecuencias posteriores: su adicción a los calmantes y la depresión que se apoderó de él. Ahora, una vez ya ha superado estas dos cosas, su cuerpo se va fortaleciendo, pero su mente todavía no está bien. Y es que demasiadas cosas han cambiado: su vida perfecta tal y como era se ha derrumbado; su pasión era volar y ahora es una ilusión imposible, por lo menos en su país. Mientras intenta recuperarse física y mentalmente ha empezado a pintar y lo que en un principio era una afición, ahora lo absorbe, le hace sentirse tranquilo, y más con la paz y la tranquilidad que se respira en Virgin River, aquel pueblecito alejado de la mano de Dios, donde es posible que, cuando menos lo esperas, descubras que hay una nueva vida que merece la pena disfrutar.
Jillian Matlock es una ejecutiva de éxito. Junto a su jefe, Harry, ha levantado una de las mejores empresas de software del país. Su vida es el trabajo, por él vive y respira, aunque ahora empiece a disfrutar con una relación junto a un compañero de trabajo. Pero no es oro todo lo que reluce, y cuando la persona en la que confía la traiciona, haciéndole perder todo lo que amaba en su vida, es hora de tomar drásticas soluciones, y así es como acaba en aquel pequeño pueblecito donde el año anterior pasó unos maravillosos días de vacaciones. Su mundo se ha desmoronado, nada es como parecía, y allí, mientras cura sus heridas, descubrirá su amor por la tierra, por la agricultura, esos conocimientos que le fueron enseñados por su bisabuela y que ahora tanta ayuda le están brindando. Y mientras busca su nuevo camino en la vida Colin se cruzará en su camino, y lo que empezó como una aventura con fecha de caducidad puede convertirse en... su destino.
Como siempre que termino un libro de Robyn Carr, acabé suspirando satisfecha, con una sonrisa en la cara y paz interior, pero, a su vez, con esa sensación de «quiero otro libro de esta serie y lo quiero ya».
Estamos ante una historia de amor preciosa, dulce, tierna, llena de los baches que nos presenta la vida, pero que nos habla de una nueva forma de encarar ésta cuando lo que tenías era perfecto, pero lo has perdido. Nos habla de fuerza de voluntad, de tesón y valentía.
Tanto Jillian como Colin tenían unas vidas que adoraban, un trabajo que cumplía todas sus expectativas, en dos profesiones que les exigían el cien por cien a cada uno: él como piloto de aviones en el ejército y ella como ejecutiva de una importante empresa. Pero por circunstancias de la vida lo han perdido, porque ya nada puede volver a ser igual que antes, y deben plantearse qué hacer con su vida, qué camino tomar, y Virgin River, esa pequeña comunidad llena de paz y tranquilidad donde van a pensar, va a hacer que sus caminos se crucen. Allí nacerá un amor que día a día va a ir creciendo, como las pequeñas hortalizas de Jilly, como poco a poco van surgiendo los cuadros que, trazo a trazo, pinta Colin. Pero quizás son demasiados cambios y, antes de atarse a esa tierra de por vida, deben saber que cada uno de ellos está haciendo lo correcto.
Un amor valiente, que sabe que lo mejor es dejar espacio a la otra persona para que descubra por sí misma que es feliz, que eso es lo que quiere y que nunca se arrepentirá de sus decisiones. Tierna, dulce, esa relación es maravillosa y sin grandes aspavientos te llena completamente.
Como tema secundario disfrutaremos de la historia de Denny y Jack. Grandes sorpresas no va a deparar la presencia del joven, que cada vez está mas integrado en el pueblo. Un joven maravilloso, pero que deberá tomar una importante decisión. Desde luego, sigo pensando que adoro a Jack, sigue siendo mi personaje favorito. Quién tuviera un Jack en su vida.
Valoración: Muy bueno gracias por la critica!!! algún día me pondré con esta autora |
| | | Maru_1348 ¡Llegó tu hora! Sacrificio en el volcán
Mensajes : 8441 Edad : 47 Empleo/Ocios : Lectora voraz y compulsiva Humor : Inscripción : 09/10/2014
| Tema: Re: De repente, un verano - Robyn Carr Lun 9 Feb 2015 - 15:37 | |
| A mi fue uno de los que mas me gustó de la saga. Jillian me pareció un personaje femenino precioso: fuerte, osada y muy trabajadora. Y Colin . A mi los de 40 con personalidad de 20 en la vida real me sacan de las casillas, pero en este libro me ha hecho suspirar. Será que está herido, pobrecito y yo pertenezco al club de Alba: me chiflan los "desgraciados". |
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