Sinopsis:
Ambientada en Inglaterra y España, este primer volumen de la saga nos traslada a un apasionante momento histórico, con las intrigas, los amores y peligros de la convulsa Córdoba de la época
Christopher Beresford, agente de la Corona británica, es hijo del poderoso marqués de Whitam, quien, en su día, dejó mujer e hijos para ir a combatir en España contra Napoleón.
Cuando conoce a Ágata, se halla inmerso en una delicada misión para desenmascarar un complot contra Fernando VII, el rey de España. Desde el primer momento, Ágata y Cristopher se detestan tanto como se atraen, pero inesperadas circunstancias los obligarán a colaborar y fingir un enamoramiento que complicará sus vidas y el desenlace de la misión.
Opinión personal
Pistoletazo de salida la serie Familia Beresford, en la que Arlette Geneve nos cuenta la historia de Christopher Beresford y Ágata.
Todavía no he leído la Saga Penword-Velasco, por lo que reconoceré que durante algún breve capítulo del comienzo del libro pensé que debería cerrar Ámame Canalla y leerla primero,… pues andaba un poco perdida con los nombres que reconocía de leer los argumentos y pensé que tendrían quizás tal peso en la historia que podría hacer que fuera perdida.
Pero afortunadamente esa sensación me ha durado poco y no me ha hecho falta conocer a los protagonistas de la anterior serie para poder disfrutar de esta lectura. Aunque pendiente de leer queda dicha saga y espero enmendar ese hecho en un futuro no muy lejano….
La primera parte del libro me ha chocado mucho, admito ser una lectora muy exigente en cuanto a ambientación y costumbres, debido a que me gusta transportarme a otras épocas me cuesta cuando los personajes de las historias que leo no me “encajan” en la época en la que transcurren.
Y si algo se puede decir de la autora Arlette Geneve es que sus ambientaciones son muy buenas y exhaustivas y me he encontrado así planteándome qué es lo que estaba pasando y seguramente la culpa sea mía, que tan acostumbrada estoy a los estirados y rígidos comportamientos ingleses que cuando se me presenta una protagonista fresca, independiente, rebelde y decidida no sé muy bien por dónde cogerla.
Así de primeras nos encontramos con Ágata que aunque no es noble, sí que es una mujer con conciertas conexiones sociales y educación en España, que decide engañar a su padre y embarcarse en solitario y recalco la palabra “solitario” para ir a ver a su amiga, que ahora vive en Inglaterra…y tras ciertos problemillas a su llegada tiene la gran suerte de encontrar a John… porque sino no sé qué le hubiera podido ocurrir, y que encontrará en Cristopher Beresford la horma de su zapato.
Cristopher es un hombre serio, para mi gusto raya en lo amargado, gruñón donde los haya, en su juventud sufrió un gran desamor que a la vez que ha provocado un desconfianza total en las mujeres, a las que todavía no ha perdonado, provocó una muy mala relación con su padre… que tampoco han superado todavía.
Los diálogos entre ellos no tienen desperdicio, son irónicos y cínicos y que desde el principio surge entre ellos una relación de amor-odio-deseo, pero que en algunos momentos me ha resultado un pelín inverosímil.
Paralela a la trama romántica nos encontraremos con una breve conspiración que provoca que estos dos polos opuestos se unan con el fin de desenmascarar a los culpables.
A pesar de que esta primera parte del libro no me acababa de convencer, el libro va mejorando a medida que va transcurriendo la historia y a partir de la llegada de la pareja al sur de España donde empiezan los entresijos de la traición a la corona española la autora ha sabido engancharme y sumergirme en la historia.
Los personajes estás muy bien descritos y quizás las pequeñas características que a mí al principio no me han agradado han sido la forma que ha tenido la autora para marcar esas grandes diferencias sociales, culturales y económicas que han ido marcando la relación entre Cristopher y Ágata.
Al estar todas mis lecturas habituales ambientadas en la Inglaterra de la época de la Regencia, el que una historia transcurra en tierras españolas me encanta… La descripción de las tierras, los cortijos, los festejos, la forma de vestir y las costumbres andaluzas, tan distintas a los estrictos cánones ingleses hacen que en este ambiente sea Cristopher el que parezca que está totalmente fuera de lugar, y a pesar de ser una tierra que por sus circunstancias personales odia, caerá atrapado en su embrujo al mismo tiempo que se irá enamorando de Ágata.
En definitiva y a pesar de mis reparos al comienzo de la historia Ámame, canalla me ha resultado una lectura bastante agradable y entretenida que a partir de la mitad del libro ha sabido atraparme y dejarme con muchas ganas de leerme la historia de Andrew, que promete mucho.
Un besote