Molly Jennings tenía un secreto: era escritora de novelas eróticas con un gran éxito de ventas. Sin embargo, su inspiración se acabó un día por culpa de un exnovio repulsivo y manipulador. Así pues, decidió dejar la ciudad en la que vivía y volver a su pueblo natal, Tumble Creek, en Colorado.

Con solo ver al jefe de policía Ben Lawson, uno de los chicos más guapos del instituto, Molly recuperó su musa. Entonces, todo el mundo empezó a chismorrear sobre ella y, peor todavía, un acosador comenzó a vigilar todos y cada uno de sus movimientos. Afortunadamente, el agente de la ley se había aficionado a ir a verla a su casa a menudo. El único problema era que Molly tendría que confesarle a qué se dedicaba, y el puritano Ben no iba a aceptarlo fácilmente...

Primer libro de la serie "Tumble Creek".

Es una historia entretenida que en algunos momentos se vuelve algo surrealista y extravagante, y que se desarrolla en un pequeño pueblo de Colorado. Tiene su dosis de suspense, que por ese lado es bastante predecible, aunque sirve para animar un poco la trama. Pero su ritmo rápido, el sentido del humor algo descabellado y la historia apasionada la convierten en una novela amena. También hay algunas cosas que son un poco rebuscadas, como el personaje de Cameron, y la inamovible decisión de Molly de ocultar su secreto a todo el mundo durante años. Pues parece algo demasiado exagerado, incluso para un pueblo pequeño, pero si no tampoco habría historia. Y la curiosidad de Ben por descubrir el secreto de Molly le lleva a tener una lista de opciones cada una más excéntrica que la anterior.

Molly regresa a su pueblo natal y nada más llegar se reencuentra con su amor platónico de juventud, que también es el mejor amigo de su hermano, y el jefe de policía. Molly huye de una vida que se ha transformado en los últimos meses, porque su ex novio -un negociador de secuestros de la policía de Denver- convence a todos su amigos, familiares, conocidos y novios o amantes potenciales de que ella es una persona inestable que no sabe lo que quiere. Y así todos ellos acaban "enamorados" de la personalidad de un experto y retorcido negociador. Le roba a Molly el amor y la amistad de los demás para convertirlos en una especie de miembros de un club de fans suyo. Molly tardó en ver lo manipulador que era, pero el resto del mundo no es capaz de darse cuenta de ello. Además, Molly guarda en secreto que escribe novelas eróticas, algo que le oculta a todo el mundo. En esas circunstancias es cuando se topa con el hombre que ha sido su inspiración durante años.

Ben es un encanto, es el jefe de policía del pueblo y se lo toma muy en serio. Sobre todo a la hora de proteger a Molly, que desde que llega al pueblo sufre una especie de acoso por alguien que no la quiere allí. Es curioso como Ben cambia tan rápido de opinión, después de repetirse que la hermana pequeña de su mejor amigo está prohibida para él, y que nunca mantiene relaciones con mujeres del pueblo. De repente, decide que quiere intentar una relación con Molly y, tras los problemas que ha tenido ella, su instinto protector se despierta. Por eso no me ha parecido tan raro el cambio, sólo un poco brusco. Ben también tiene problemas con el reportero del pueblo, que está empeñado en vincularlo personalmente con algún escándalo, y él los odia por circunstancias familiares del pasado.

Molly y Ben se conocen desde niños, porque Quinn, el hermano de Molly es el mejor amigo de Ben desde la infancia. Molly siempre estuvo enamorada de él, y a Ben le frustraba sentirse atraído por ella, que era más joven y era la hermana de su amigo, así que intentaba evitarla. Pero la última vez que se habían visto fue de lo más embarazosa para ambos, y ninguno la ha podido olvidar. A ella se le rompió el corazón y él todavía se siente mortificado al recordar la escena. Pero ahora las cosas son diferentes, y esa atracción que sentían sigue presente pero más fuerte, entre ellos hay mucha química desde el primer momento, y las cosas se ponen calentitas cada vez que se encuentran. Pero los secretos de Molly son un obstáculo en su relación, porque Ben odia los secretos y a Molly cada vez le cuesta más sincerarse con él. Y aunque quieren creer que sólo sienten deseo, la verdad es que han estado enamorados desde hace diez años. Tienen una relación sencilla y algo cómica, pero en algunos momentos tienen reacciones más propias de adolescentes.

En el pueblo hay unos cuantos secundarios, algunos amables y otros hostiles. Me ha gustado la amiga de Molly, y la pequeña historia entre Helen y Juan. Quinn también me ha gustado, siempre tan despistado, pero aparece muy poco y creo que podía haber dado más juego como personaje importante para los dos protagonistas.

Es una historia que se lee rápido y, aunque es predecible, también es entretenida, divertida y apasionada, y con un poco de suspense. En algunos momentos la historia es poco creíble, algo surrealista, pero en consonancia con estilo desenfadado y cómico de la historia. No es una novela memorable pero no está mal para pasar el rato. Lo mejor de la novela es Ben.