Megan Lewis es una joven periodista que trabaja en un periódico importante de Pittsburgh y cuya especialidad es escribir sobre muertes violentas que tienen lugar en las calles de la ciudad. Una noche descubre de forma accidental el cadáver brutalmente apuñalado de una conocida suya, y Megan decide investigar su muerte para lograr dos objetivos: encontrar a su asesino, y asegurarse la plaza de redactora jefe del Pittsburgh Enquirer. Sin embargo, Megan debe luchar contra una serie de obstáculos que pronto encuentra en su camino. Por un lado, no es la única que ansía la vacante del periódico, y por otro, la investigación del asesinato pone en su camino al atractivo agente Derek Taylor, que es el encargado de la investigación y al que no le gustan nada las periodistas entrometidas.

Ante esta situación, Megan pronto se verá obligada a tomar una decisión arriesgada para conseguir sus propósitos, aunque para la consecución de éstos, ponga en peligro su vida… y su corazón.

No hay nada que me llame más la atención que una trama de suspense romántico que empiece con un crimen, pero no es fácil equilibrar los dos géneros, se corre el riesgo de dejar de lado la historia de amor o que la intriga resulte inverosímil. En este caso cumple las expectativas.

Megan Lewis se ha hecho a si misma, tuvo una infancia difícil que marcó su personalidad y no puede evitar tener miedo al compromiso. Vive dedicada a su trabajo como periodista en el Pittsburgh Enquirer y no tiene mucha vida privada desde que acabó su última relación dos años atrás. Todo cambia cuando descubre el cuerpo de su vecina, Emily Williams, ese hecho marca un punto de inflexión en su vida. El caso de la  investigación podría ayudarle a conseguir el ansiado puesto de redactora jefe en el periódico y no le importa correr riesgos aunque para ello tenga que infringir algunas leyes. Pero no cuenta con toparse también con el agente Derek Taylor.

Derek es el encargado de investigar el crimen y desde que conoce a Megan, cuando ésta descubre el cadáver, sus caminos no dejan de toparse una y otra vez. A él no le gustan los periodistas y menos si se entrometen y entorpecen una operación policial pero al mismo tiempo se siente atraído por ella y eso le produce cierta frustración. Es un policía duro en su trabajo pero totalmente diferente en su vida privada, me ha encantado el protagonista.

Poco a poco se van descubriendo aspectos de las vidas de ambos mientras empiezan a conocerse. La atracción física entre los protagonistas es inmediata, pero las circunstancias y el conflicto de intereses impiden que puedan estar juntos, Derek no sabe hasta qué punto puede confiar en ella y Megan sabe que a través de él no conseguirá información y se vale de otros medios porque al mismo tiempo lo último que quiere es estropear la investigación. Pero la química entre ellos es fuerte y se va convirtiendo en algo más que simple atracción física, su relación no va demasiado deprisa y eso me ha gustado, se ve cómo va naciendo el amor entre ellos y empiezan a confiar el uno el otro. Desde el momento en que se conocen saltan chispas y se materializan en una escena sobre el capó de un coche que les hace arder la sangre y les deja con ganas de más.

Es una historia bien contada y las escenas de tensión te transmiten las emociones de los personajes como cuando Megan descubre el cadáver de su vecina, sientes las emociones de la protagonista, la tensión y el miedo mientras recorre la casa.

Si la parte romántica de la novela convence, la trama policiaca también. Derek y Megan empiezan sus respectivas investigaciones intentando dejar sus sentimientos aparcados pero un caso que parecía relativamente sencillo se va complicando a medida que prospera la investigación.

Lo que más me ha gustado es que se presta la misma atención al romance que al suspense, se podría quitar uno de los dos elementos y seguir siendo una buena novela, una parte no solapa a la otra, aunque la parte romántica predomina la otra no queda descuidada. Los protagonistas me han gustado aunque Megan en alguna ocasión me ha puesto un poco nerviosa por sus momentos de indecisión emocional pero también la entiendo, de ella me ha gustado que es valiente y apasionada en lo que hace y Derek es un encanto y no se deja amedrentar por nada.

En definitiva, la historia de amor es apasionada pero pausada, las cosas no van demasiado deprisa ni despacio y entre los secundarios Abby y Martha le dan un toque de alegría a la novela. La historia del asesinato atrapa desde el principio, me ha gustado que el misterio y el desenlace no se dejen para las dos últimas páginas como pasa a veces, cuando llega el punto de máxima tensión los sucesos ocurren con naturalidad sin parecer forzados.

Le doy un 8 y estaré pendiente a esta autora que no conocía. Me ha gustado mucho y me ha enganchado desde el primer capítulo.