La obsesión – Nora Roberts
Sinopsis
La infancia de Naomi Bowes terminó bruscamente la noche en que siguió a su padre hasta el bosque que bordeaba la casa familiar y descubrió el oscuro secreto que ocultaba. Mantenía cautiva a una joven. No era la primera a la que había privado de su libertad ni la primera a la que pensaba matar.
Casi dos décadas después, Naomi, convertida en fotógrafa de éxito, se instala en un pequeño pueblo de costa, a miles de kilómetros de aquel bosque, y trata de pasar desapercibida. Queda prendada de un caserón laberíntico y desvencijado, y se vuelca en la reforma. Pretende aprovechar la oportunidad para disfrutar de una existencia solitaria. Pero los acogedores lugareños, especialmente el apuesto mecánico Xander Keaton, no dejarán que lo logre.
El grueso armazón que Naomi se había creado va perdiendo fuerza. No puede evitar volver una y otra vez a aquel bosque, obsesionada por los crímenes que cometió su padre. Y no solo el pasado la acecha, sino también alguien que parece dispuesto a abrir una puerta que ella creía cerrada hace mucho tiempo.
Valoración
Nora Roberts tiene una gran virtud como escritora y es crear historias siguiendo un patrón que lleva su sello personal, igual que han hecho Mary Higgins Clark o Agatha Christie, y conseguir estar siempre entre las más vendidas. Por eso, o adoras sus libros o te dejan indiferente.
Y en mi caso es la primera opción: me encanta.
Sin embargo, no por ello soy incapaz de ser objetiva con su obra, a veces a su «receta» le falla un ingrediente y no llega a cuajar. Con esa situación me he encontrado alguna vez, pero no es el caso del libro que nos ocupa.
Por otro lado, en su bibliografía se pueden separar sus novelas en cuatro grandes grupos: las escritas como J.D. Robb, las historias contemporáneas sobrenaturales, las contemporáneas a secas y las de suspense romántico.
Este último grupo que mezcla un romance y una historia de crímenes es, sin ningún tipo de duda, mi favorito. Sólo necesito ver su nombre escrito en la portada de un «tocho» de quinientas páginas para identificarlo. Y para querer leerlo.
Después de haber leído bastantes de estos libros es inevitable ver similitudes entre algunas situaciones o personajes. A veces nos relata una trama más de acción o aventura, y otras un suspense en el que a la hora de identificar al criminal nos muestra un enemigo con cara que acecha o una sombra difusa que se oculta a la espera.
Yo siempre he sentido predilección por la especulación de quién puede ser el asesino, pero no diré cuál es el caso de este libro para no dar ninguna pista.
El libro tiene otro elemento que si bien es frecuente, no se encuentra en todas sus novelas de suspense, y es la presentación larga de la historia. Se toma su tiempo con la primera parte para presentar la situación y a los personajes, y aquí ha sido similar a La testigo: intensa y trepidante. Y transmite la inocencia infantil de una forma maravillosa, mostrando el horror y la belleza a la vez.
Es como un prólogo largo que no puedes dejar de leer.
Es una novela que recuerda a un capítulo de Mentes criminales de sus mejores épocas. Con el psicópata que es un padre de familia y el buen vecino que «siempre saludaba», las consecuencias que deja en su entorno y los perfiles psicológicos de los criminales.
Naomi es el centro de la trama. Ella acaba con una obsesión y desencadena una serie de acontecimientos que la llevarán a un mundo de luz tras toda la oscuridad, pero por un camino tortuoso hasta encontrar su nuevo hogar. Naomi es fuerte y valiente, lo demuestra a sus once años, pero ese valor la convierte en una persona reservada y solitaria, incapaz de confiar en alguien que no pertenezca a su pequeña familia.
Xander es como la mayoría de personajes masculinos de Nora Roberts: un amor. Es el mecánico del pueblo, también es integrante de un grupo de rock que toca una noche a la semana en el bar de la zona y en algunas celebraciones. Como todo hombre perfecto es atractivo, paciente, comprensivo y respetuoso, a Naomi le deja su espacio de independencia y a él le gusta conservar el suyo, pero haciéndole notar que es inevitable que tengan una relación. Una sexy mezcla de romántico y gruñón.
La historia de amor me ha gustado. Es pausada, pero sin estancarse. Entre Naomi y Xander hay escenas bonitas, como los dos momentos exactos en los que se dan cuenta de que están enamorados. Su relación es tan natural que parece inevitable que se enamoren.
Sin olvidar «la otra historia de amor»: la de ellos con su perro Lapa. Todo el proceso ha sido emotivo y me ha gustado tanto como la historia principal. Además, es un personaje importante en la trama.
Sin dar nombres para no dar pistas de la identidad del asesino, diré que esta novela tiene monstruos, pero tiene más personajes luminosos, de esos que dan ganas de abrazar y sientes que conoces de verdad, o te gustaría conocer. De esa clase hay varios.
El final ha sido un poco rápido, lástima que no equilibre la novela dándole el mismo ritmo que al principio, que es perfecto. Puede que pasen demasiadas cosas muy deprisa después de ese ritmo trepidante del principio y pausado más tarde. También he echado en falta alguna sorpresa más, algún sobresalto para darle un final más inesperado y menos sosegado.
El libro está al nivel de sus últimas novelas, de ésas que me han gustado mucho, pero que no son sus mejores obras. Los personajes han sido geniales y la trama es interesante, y me ha tenido unos días muy enganchada al argumento.
Es de esos libros que podrías leer del tirón.
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