Sinopsis
Súbitamente viuda y desesperada por librarse de su ambicioso cuñado, Martha Russell concibe un escandaloso plan... para concebir.
Martha tiene veintiún años, ningún hijo y tras la muerte de su marido se ve obligada a abandonar la mansión donde residían juntos. El futuro heredero, hermano de su difunto esposo, es un crápula que en el pasado abusó sexualmente de doncellas. Justo entonces el abogado saca a relucir que la herencia no puede repartirse hasta que no se demuestre que no hay ningún heredero en camino. Decidida a evitar que la mansión caiga en manos de su cuñado, Martha concibe un plan: quedarse embarazada y hacer pasar a la criatura como heredero.
Valoración personal
Solamente por la originalidad del argumento ya me pareció una buena apuesta, una novela de una autora nueva con un guión totalmente novedoso siempre me llama la atención.
Martha es una mujer resolutiva. Su matrimonio fue una decisión totalmente racional y práctica, sin sentimientos, algo, supongo, bastante habitual en la época. Criada en la más estricta moralidad cristiana, sabía que la única manera de vivir de una forma medianamente independiente, sin tener que depender de la caridad de sus hermanos, era casarse. Y para ello eligió una opción más o menos segura. Ahora, tras apenas diez meses de matrimonio y la muerte repentina de su marido, se vuelve a encontrar con el mismo problema.
Pocas posibilidades tenía en aquella época una viuda sin hijos, quedaba totalmente desamparada y subordinada a la última voluntad del marido o a las órdenes y benevolencia de sus familiares directos.
Quizás Martha, acorde con su carácter, hubiera acatado con resignación su destino. Pero al enterarse de la personalidad vil del nuevo heredero, la necesidad de defender a los más necesitados promueve su decisión de impedir por todos los medios dicha situación.
Y con dicho fin, contrata los servicios de un semental que le proporcione un falso heredero, su nuevo vecino, Theo Mirkwood, un libertino desterrado por su padre al campo, para que madure y se responsabilice.
Pocos protagonistas pueden ser más opuestos: Martha es una persona seria, poco social, estricta, para ella el sexo es una obligación o, en este caso, será un medio para conseguir un fin. En mi opinión es muy importante hacer hincapié en la frialdad aparente de este personaje.
Por el contrario, Theo es un personaje divertido, que se hace querer, con don de gentes, pasional y libertino, que huye de cualquier preocupación o responsabilidad.
Se negocia, se acuerda, se regatea y, finalmente, se llega a un acuerdo. Un trato, un negocio. Los dos tienen algo que ganar y poco que perder.
La forma de escribir de la autora es pausada, sosegada, elegante y con una minuciosidad semejante a la pintura realista.
A mí particularmente me gusta. Me hace visualizar totalmente la escena, metiéndome entre los personajes, compartiendo la escena.
Es una historia donde se narra el día a día. No pasan grandes cosas, nos cuenta la sencilla y, a veces, cruel vida rural, con personajes humanos, en la que los sobresaltos no abundan. Los otros habitantes, pobres y humildes, de las grandes propiedades.
El hilo conductor de toda la historia se centra en los encuentros sexuales entre los protagonistas. Obligatorio destacar la capacidad de Cecilia Grant para convertir en eróticas esas frías escenas.
El punto de unión entre ambos es el sexo pero, al mismo tiempo, no será el aspecto que entre ellos se irá convirtiendo en el más importante. Entre ellos nacerá una amistad, llena de intercambios de opinión, proyectos en común, muy buenos diálogos y momentos tiernos.
A través de esos instantes, poco a poco se nos irá mostrando la evolución de los personajes, de una forma sutil y con una buena y lenta transformación en su relación. Martha irá dejando atrás sus miedos e inseguridades, en una lucha particular para hacer lo que debe y paulatinamente verá cómo se va derritiendo su yermo corazón. Theo, por su parte, irá descubriendo que quizás sus sentimientos no son lo que debieran.
La única pega que le puedo poner es que el giro final me ha parecido un poco cogido con pinzas, rompiendo un poco el estilo pausado de toda la historia.
El argumento me ha gustado, junto con los personajes y el estilo narrativo. Y siendo esta la primera publicación de la autora, sin ninguna duda, le voy a seguir la pista.
Estoy deseando leerme la segunda entrega de esta serie, "Familia Blackshear".
Un besote