Nell Calder era una mujer tímida y amable, una esposa que intentaba contentar a su ambicioso marido, una madre que amaba a su hijita con pasión. En suma, no era el tipo de mujer capaz de inspirar envidia, deseo ni pasiones asesinas. ¿Quién iba a querer hacerle daño? Pero ocurrió la tragedia: una noche, en una exótica isla del mar Egeo durante una elegante reunión en la que su marido esperaba culminar su fulgurante carrera en el mundo de las finanzas, y que fue interrumpida por el estruendo de los disparos y la afilada hoja de un cuchillo.

La niña murió, y Nell quedó terriblemente desfigurada. Ahora, preparar su venganza es lo único que la mantiene viva. Su anterior docilidad ha dado paso a una voluntad firme, y su amable timidez se ha transformado en un propósito duro y afilado como el acero. El asesino de su hija no puede seguir viviendo. Ella le dará muerte... con sus propias manos.

NECESITABA UNA RAZÓN PARA VIVIR

La cirugía estética hizo mucho más que recomponer su rostro destrozado; la convirtió en una mujer hermosa. Sin embargo, las heridas del alma eran demasiado profundas. Nell había perdido el interés por seguir viviendo... hasta que Nicholas Tanek le ofreció una razón para luchar. ¿Quién era ese hombre enigmático y atractivo que se ocupaba de su bienestar y que sabía tantas cosas sobre ella? ¿Por qué estaba presente en el lugar del atentado? Nell tiene la impresión de que Tanek le oculta algo... No se fía de él, pero es el único que puede ayudarla.

ÉL LE DIO LA OPORTUNIDAD DE HACER JUSTICIA

Cuando la vio por primera vez le pareció una mujer inocente y buena, y tan fuera de lugar en aquella fiesta como una doncella en un burdel de lujo. Era evidente que Nell Calder no formaba parte de aquel grupo de corruptos. Nicholas decidió que no había peligro. Poco después, Nell yacía en el suelo, gravemente herida, y la niña estaba muerta. Nicholas no podía perdonárselo. Tenía que hacer algo por ella, tenía que ayudarle a encontrar una razón para vivir. Por eso decidió darle un nombre: el del asesino de su hija. No hacía falta nada más.

El argumento de esta novela me pareció muy prometedor en un principio. No es que sea algo novedoso, porque es una trama típica para una película de acción, pero de ahí podía salir una buena historia. Y si la autora hubiese sido Karen Rose o Sandra Brown estoy segura de que habría salido un novelón lleno de acción, suspense y tensión entre los protagonistas. Pero Iris Johansen no tiene el mismo talento que ellas para conjugar amor y suspense.

El principio y el final de la novela están bastante conseguidos en relación a la trama de suspense, pero su desarrollo, no. Y la historia de amor tampoco, en parte a causa de los protagonistas, pues les falta profundidad. He tenido la sensación de que la historia en general está narrada más bien por encima.

La novela tiene un principio trepidante, lleno de acción, pero decae cuando, en teoría, empezaba la mejor parte. El desarrollo de la trama en algunos momentos se hace más bien pesado, aunque tiene a favor que los capítulos son cortos y fáciles de seguir, muy cinematográficos. Durante la parte final el tema se vuelve a animar, pero no lo suficiente como para compensar. Creo que la autora no ha sabido equilibrar las tramas y encontrar el ritmo narrativo adecuado.

Nell parecía que iba a ser una protagonista interesante, con un cambio drástico de esposa insulsa a mujer vengadora, pero su transición es demasiado insensata como para ser realista. Lo que ella quiere es convertirse en Rambo en una semana, y en su obstinación comete varias locuras manipulando a quien puede y corriendo locuras innecesarias por orgullo. Podía haber sido una buena protagonista, una mujer nueva hecha a sí misma, pero va perdiendo carisma a lo largo de la historia. Su comportamiento se vuelve repetitivo y, a veces, contradictorio. Me esperaba más de Nell, una mujer más creíble.

Nicholas me ha gustado más que Nell, lo he encontrado más humano. Comete errores pero son comprensibles dadas las circunstancias. Él se siente responsable y culpable de la situación de Nell y hace lo posible por ayudarla, aunque sus métodos impliquen ganarse su odio. A pesar de todo, también es un protagonista desdibujado porque no se profundiza en su personalidad, se dejan muchos cabos sueltos sobre su pasado. Y lo que me pareció bastante incoherente es tanta meticulosidad por su parte para ocultar a Nell si después parece que todo el mundo puede seguir su rastro supuestamente invisible. Supongo que los protagonistas y sus aliados pecan de ingenuos y confiados.

La historia de amor se queda en un aspecto secundario, pero una de las cosas que me gusta de ella es que no es una atracción instantánea, sino algo progresivo mientras Nicholas ayuda a Nell a prepararse para la venganza. Pero es una relación que me ha costado creerme porque son dos protagonistas con poca profundidad, entre ellos hay cierta tensión pero la química es fría y distante. Y las escenas de amor son escasas y sin demasiada pasión, bastante sosas.

Hay una historia de amor secundaria que es bonita, pero con personajes que están desaprovechados, pues podían haber dado más juego. También me ha gustado el personaje de Peter, que aparece de una forma algo extraña y después prácticamente desaparece de escena, pero le da cierta ternura a la novela y a los protagonistas. Los personajes secundarios no me han desagradado, pero creo que si se hubieran evitado estas pequeñas tramas la historia de los protagonistas habría estado más conseguida.

En otras palabras, algunas escenas sobraban. A una trama como esta le faltan capítulos, pero el ritmo es algo lento como para conseguir enganchar, con otro tipo de narración se podía haber profundizado más en la historia principal.

El final es emocionante y está a la altura del inicio de la historia en cuanto a la parte de suspense y acción, pero no en la romántica. En ese aspecto, el final es demasiado brusco y frío, y el escueto epílogo no consigue suavizarlo, más bien lo contrario.

La novela me ha decepcionado porque con su argumento me esperaba bastante más de ella. Tampoco es una mala historia, es entretenida, pero tiene altibajos, sobre todo en la parte central del libro. La trama de suspense podía haberse desarrollado mejor, y la parte romántica también podía haber dado bastante más juego, pero se queda en un segundo plano. No deja de ser una historia pasable que no aprovecha todo su potencial.