Tras enviudar, Anna se aloja en casa de su cuñado Graham y una noche sorprende a un ladrón en la mansión, pero éste se distrae de sus propósitos al ver los ojos verdes de esa joven rubia en la oscuridad, que le atraen y no puede resistirse a besarla. Pero esa es su perdición, porque el desconocido es atrapado y encarcelado en Newgate. Graham se encarga de ello cuando ve la oportunidad de librarse de él, porque el ladrón no es otro que Julian Chase, su hermanastro, el hijo ilegítimo de su padre pero su primogénito al fin al cabo, y ha venido a recuperar unas joyas que le pertenecen por derecho.

Es una historia romántica al estilo de las de antes, una novela de amor y aventuras ambientada en su mayor parte en la paradisíaca Ceilán. La vida de los protagonistas cambia cuando sus caminos se cruzan inesperadamente esa noche en Londres.

Desde ese momento entre Anna y Julian queda un asunto pendiente que tarde o temprano tendrán que afrontar. Los dos son muy temperamentales e impulsivos y aparentemente se odian, pero tras ese odio y resentimiento se oculta la frustración de sentirse atraídos y entre ellos hay mucha química.

Anna es la viuda de Paul Traverne, el hermano menor de Graham, y está siendo chantajeada por éste para que se convierta en su amante si no quiere verse sola y desamparada con Chelsea, su hija de cinco años. Pero la noche en que el ladrón entra a robar las esmeraldas en la mansión de los Traverne también le robará los besos más apasionados de su vida, finalmente el hombre no se lleva las joyas pero deja un anhelo prohibido dentro de ella. Y ante Anna se abre una inesperada oportunidad, gracias al intruso descubre las joyas, que roba por desesperación para comprar un peaje de regreso a su amado Ceilán junto a su hija y así huir de su cuñado, que piensa que Julian las robó.

Julian es el heredero ilegítimo de la família Traverne, considerado un bastardo medio inglés, medio gitano. Su abuela le aseguró que era hijo legítmo y una nota anónima le comunicaba que la prueba de ello se encuentra en las esmeraldas, por eso su única oportunidad es robarlas. No contaba con la distracción que le esperaba en el momento más importante de su objetivo. Después de pasar un infierno decide buscar a Anna con ansia de venganza y poder recuperar las joyas.

Después de su apasionado encuentro en Londres, dentro de Anna y Julian se enciende un fuego incontrolable. Deben enfrentarse a varias dificultades antes de volver a encontrarse y no lo hacen en las mejores condiciones, Julian fue condenado por culpa de ella y al mismo tiempo él sabe qué pasó con las joyas y Anna está en sus manos. Pero el fuego que los consume y la cercanía va forjando un sentimiento profundo. Se sienten atraidos desde el principio pero las circunstancias no eran nada propicias y Julian siente unos terribles celos de su hermanastro porque Anna se dice a si misma que sigue enamorada únicamente de su primer marido, pero empieza a estar muy confundida y sentirse culpable por lo que siente por Julian. Pero ambos deberán reconocer ante si mismos la verdad cuando la pasión se vuelve incontenible.

Entre los secundarios, Chelsea, la hija de Anna, le da un aire ternura e inocencia a la historia, una niña que les roba el corazón a todos y que para sorpresa de Anna, forja una relación de verdadero cariño con Julian. En el lado opuesto está el temible Graham, el supuesto hermanastro de Julian, que desprecia a Julian y chantajea a Anna, y no les será fácil librarse de él. Además, de la amiga de Anna y la mano derecha de Julian y todos los conocidos de Anna en Ceilán y sus criados, especialmente la niñera y el mayordomo.

Pero en Celián no todo es tan perfecto como parece, a veces ocurren cosas que no tienen explicación y los peligros acechan en la noche. Además de los misterios de Ceilán también está el del secreto de las joyas que inicia la novela, y de si realmente en ellas se encuentra la prueba del nacimiento de Julian.

El final es muy emotivo y emocionante. Anna y Julian se aman pero ambos tienen dudas respecto al otro porque Julian cree que Anna sigue enamorada de su primer marido y ella piensa que la considera un premio relacionado con la lucha con los hermanos Traverne. Pero al final se demuestran su amor no con palabras sino con acciones y jugándose la vida a todo o nada.

Un libro muy bonito.