Sinopsis
Los negocios y el corazón nunca han hecho buena pareja.
El padre de Lauren se encuentra gravemente enfermo y su joven hija no tiene más remedio que buscar trabajo. Desesperada, acude al frío y calculador Philip Whitworth, un importante empresario que le consigue un empleo.
Laura se incorpora así a una empresa de la competencia con el único objeto de realizar espionaje industrial. Allí se enamorará de Nick Sinclair, principal rival de Philip, y se verá atrapada en una difícil encrucijada de deseo, pasión y mentiras.
Opinión personal.
Judith McNaught quizás no sea una de mis autoras favoritas, pero tras haber leído lo que últimamente se ha publicado de ella en histórica, y que me ha parecido bastante entretenido, me apetecía leerme esta historia suya, “Mentiras de amor”, por tratarse de un relato contemporáneo.
Dicen que las buenas obras no pierden su fuerza con el paso de los años, pero ya desde un principio, al empezar a leerla, me di cuenta de que era una narración algo antigua. Y en efecto, este libro se publicó originalmente en 1984. Y creo que eso explica muchas cosas.
El argumento es uno de los más habituales dentro de la novela romántica contemporánea, y principalmente, la asiduidad con la que me lo encontraba, fue una de las causas de que muchos años atrás dejara de leer tanta contemporánea y centrara más mis lecturas en otras épocas históricas.
Una joven damisela, inocente y pura, se encuentra en una encrucijada. Su familia tiene un serio problema económico y ella, a pesar de su juventud, tiene la gran responsabilidad de sacarla del atolladero.
Naturalmente, la persona que le prestará ayuda no juega limpio y, desde luego, no es tan amigo de su familia como aparenta ser.
A pesar de que el trabajo que le proponen va totalmente en contra de sus altos principios morales, la necesidad de ayudar a su familia pesa más y busca mil excusas que justifican lo que deberá hacer… y será justo en ese momento que conocerá a la persona a la que le tiene que hacer esa pequeña faena y que, claro, resultará ser el amor de su vida.
Los personajes son también bastantes característicos, por lo que intuyo que la autora, consciente de este hecho, ha necesitado pocas palabras para describirnos su carácter.
Nick Sinclair, de profesión: magnate. Alto, viril, guapísimo, un encanto (cuando quiere), pero que a las mujeres sólo las usa. No quiere compromisos. Y, claro, no podemos decir que se porte mal con ellas porque no las engaña. No. Ellas caen rendidas a sus pies y deben estar agradecidas de que este hombre con mayúsculas les dedique un poco de su tiempo libre.
Lauren, una joven guapísima, responsable, amante de su familia y con un gran sentido de la honradez, e inocente y muy, muy ingenua.
Hay varias cosas del libro que no me han gustado. Por ejemplo, la capacidad de él de enamorarla totalmente en tan solo media hora. No tengo muy claro si Lauren se enamora de él porque es rico y poderoso, porque es muy guapo o exactamente qué es lo que ve en él. Porque, desde luego, no podemos decir que una vez que Nick ha pasado con ella el tiempo que él considera oportuno, a ella la trate muy bien.
La autora tampoco ha sabido transmitirme las razones por las que Nick se enamora de Lauren. Yo quiero entender que más que porque es una de las pocas mujeres inocentes y dulces con las que trata, realmente la encuentra una mujer valiente e inteligente que en algunos momentos sabe plantarle cara y le hace la vida más agradable.
La trama de espionaje, que es la excusa que motiva que los dos protagonistas se conozcan, tampoco me ha resultado demasiado convincente.
La historia gira en torno a los tira y afloja de ambos personajes: ella, que apenas ha tardado un par de días en tener muy claro que él es el hombre de su vida, hará todo lo necesario para conquistar su amor. Y él, que toda esa fuerza que desprende es, en el fondo, una gran coraza que esconde un gran miedo al abandono, hará todo lo posible por no dejarse conquistar.
A partir de ahí, la novela seguirá el guión acostumbrado, con malentendidos, celos, mentiras, traiciones que ya son un clásico en este tipo de literatura, para canalizar toda la fuerza dramática en un final que se desinfla. Todas esas energías canalizadas hacia un estallido final de reproches justo antes del momento álgido en que, tanto él como ella, se volverían a declarar sus sentimientos… no llega nunca. Todo parece indicar que, en este caso, huelgan las explicaciones y todo queda claro sin ningún razonamiento.
En resumen: creo que yo no he sido la lectora indicada para esta historia. La novela no está mal escrita, no puedo decir que sea aburrida, pero los personajes no me han gustado y creo que yo, como lectora, busco otro tipo de mentalidades en los protagonistas, al menos en contemporánea. No ha conseguido mantenerme alerta ni captar mi atención en ningún momento. A las pocas páginas ya había podido prever cual sería el guion completo del libro, alejando cualquier motivación en continuar la lectura. Sin embargo, no puedo decir que no sea amena. Es un libro cortito.
Posiblemente si hubiera leído esta historia en 1984, cuando hacía poco tiempo que empezaba a leer romántica, mi opinión sobre ella habría sido totalmente distinta.
De todas formas, estamos ante una opinión totalmente personal y, por otro lado, apoyo esta iniciativa de reeditar o publicar libros de los de antes de autoras ya consagradas como ésta, para que las fans incondicionales puedan hacerse con estos ejemplares.
Un besote