Seducida por un canalla – Elizabeth Boyle
Sinopsis:
Daphne sabe que el primer paso para casarse es encontrar al hombre adecuado y, por eso, se ve tentada a responder un anuncio en el Morning Chronicle publicado por un caballero sensato que busca a una dama de talante similar. A continuación se sucede una relación epistolar con el misterioso "señor Dishforth" cada vez más tierna y romántica, que para Daphne se convierte en un respiro de los momentos que debe pasar con el insufrible pero seductor lord Seldon, un canalla dispuesto a todo con tal de conquistarla y que, es, además, miembro de una familia en constante disputa con la suya.
Ante la perspectiva de conocer a Dishforth, Daphne acepta asistir a la fiesta de su amiga Tabitha Timmons, incluso aunque sabe que allí también estará lord Seldon. Si algún familiar de Daphne la ve en la fiesta, considerarán que está confraternizando con el enemigo y la declararán «persona non grata». Pero eso no es nada comparado con lo que ocurrirá cuando la identidad del esquivo Dishforth salga a la luz...
Opinión personal
Ya tenemos aquí la segunda entrega de la saga «Rimas con amorv y esperemos que no nos toque esperar mucho para poder leer el resto de la saga. Elizabeth Boyle es una autora cuyo estilo me gusta, con historias sencillas y ligeras con un toque bastante divertido. De la primera entrega de esta saga me esperaba un poco más y quizás no estuvo a la altura, pero esta novela la supera bastante.
En «Seducida por un canalla» nos vamos a encontrar a dos personajes que ya conocimos en el libro anterior: Daphne, una de las mejores amigas de Tabitha y Lord Seldon, el tío, aunque de edad semejante, del duque de Preston.
Su historia me ha gustado mucho, quizás no es que sea una trama especial y tampoco tenga algo que realmente la haga destacable o inolvidable pero, sinceramente, me he pasado todo el tiempo con una sonrisa en la boca y eso no me pasa todos los días.
Daphe Dale es una joven seria, responsable, quizás algo rígida y un poco estricta, en edad casadera. Es una mujer inteligente, con un buen ingenio, práctica y lógica y unas ideas claras sobre lo que espera de un marido. No puedo evitar que me gusten estos personajes femeninos, posiblemente porque sé que siempre al final, rascando esa coraza de fría actitud fría y algo indiferente al qué dirán, voy a encontrar a un personaje que me acabará sorprendiendo.
Lord Henry Seldon es un hombre con unas características similares. Un hombre culto, tranquilo y responsable, bastante atractivo y muy rico e, inclusive, algo soso, que no sabe muy bien por qué tiene esa fama de hombre licencioso que no corresponde en absoluto con su verdadero carácter, totalmente opuesto a Preston, su sobrino; pero tampoco hace nada para intentar contradecir esos rumores a los que, al fin y al cabo, se muestra totalmente indiferente.
Henry no cree en el amor y, mucho menos, se ha planteado buscar esposa. Lleva una vida bastante relajada con la que se siente muy cómodo y satisfecho y no tiene ningunas intenciones de cambiarla por ahora. Su título es de cortesía y no tiene necesidad de ir en busca de un heredero.
Emulando a Romeo y Julieta, Henry y Daphe son enemigos acérrimos. Sus familias, los Dale y los Seldon, estás enemistadas desde hace mucho tiempo, a pesar de que nadie habla sobre ello y tampoco tengo muy claro que se sepa el motivo verdadero. La autora no acaba explicando muy bien el porqué, es posible que para remarcar la insignificancia que lo provocó. Pero es algo que ayudará a complicar todo el embrollo.
La historia en sí es un puro enredo, planteada en todo momento como una comedia. Empieza como una broma, y se va liando y liando cada vez más, sin dejar de lado ese toque divertido que sabe darle la autora. Ya no solo por el hecho de que ambos, sin quererlo, se vean inmersos en una relación postal, en la que aflorarán unos sentimientos por personas que no conocen, algo que va totalmente en contra de su carácter racional, sino porque, al conocerse personalmente, no podrán evitar sentir una atracción que evolucionará en una curiosidad mutua por conocerse, muy a su pesar, y sentirse cada vez más conquistados por su enemigo, algo que va en contra tanto de su lealtad a la familia como al ser que han decidido amar por encontrar que es el perfecto e indicado para ellos.
El tema de las cartas me ha parecido original, no son muchas las historias en los que los protagonistas se conocen por ese medio y acaban cogiéndose cariño, no es que sea un tema del que la autora abuse, pues al fin y al cabo, únicamente aparecen un pequeño extracto al principio de cada capítulo que aprovechará para ir mostrándonos el carácter de estos dos protagonistas.
La relación entre ellos también me ha gustado. Es de las que van evolucionando a medida que se conocen, con un desarrollo gradual. Con ingeniosos diálogos, luchas dialécticas también cargadas de sorpresa ya que ellos mismos van descubriendo que las apariencias engañan, lo que piensan pueden ser únicamente prejuicios y que no siempre lo que la familia da por cierto lo es.
La novela comienza justo en el punto en el que termina el libro anterior, y aparecerán como secundarios algunos de los personajes de la entrega anterior, incluyendo al famoso señor Muggins. Haré especial hincapié en Harriet y Roxley, protagonistas de la tercera novela, historia que estoy deseando leer, cuya relación parece un punto de partida muy prometedor.
No estoy muy puesta en inglés, pero como algo curioso y, a pesar de que la autora no da ninguna pista, no dejo de darle vueltas al hecho de que ha querido hacer un juego de palabras con las palabras de los apellidos que ellos eligen, ya que
dish significa plato y
spoon quiere decir cuchara.
En definitiva, la historia de Daphne y Henry me ha gustado mucho. Puedo que no sea una historia excesivamente destacable por su originalidad, que no pares de preguntarte cómo es posible que ellos no vean lo evidente, − como bien se dice, «no hay más ciego que el que no quiere ver»−; que en ocasiones, sea algo predecible, aunque tiene algún giro que sorprende. Quizás, tan solo se trata de una sencilla comedia romántica, con unos personajes muy simpáticos, algo acartonados, pero que van perdiendo rigidez a medida que se van conociendo, pero yo he disfrutado realmente mucho con ella y es una lectura que recomiendo.