Sinopsis

Durante cinco generaciones, Crosslyn Rise había sido el hogar de una de las familias más distinguidas de Massachusetts, pero estaba a punto de sufrir una transformación.

Gideon Lowe, constructor, y Christine Gillette, diseñadora de interiores, compartían el mismo sueño: convertir aquel lugar en la urbanización más elegante de la costa atlántica. Eso era, sin embargo, todo lo que tenían en común, porque eran como el agua y el aceite. Él pensaba que Christine era una niña mimada y ella lo consideraba un machista...

Valoración:

Continúa la construcción de la urbanización de Crosslyn Rise en el momento en que finalizó el anterior libro de la serie, "El sueño", con lo que podemos reencontrarnos con sus protagonistas, aunque en pocos momentos. Pues el libro se centra en sus protagonistas y en la familia de Christine, que tiene un papel importante en toda la historia.

Lo que más me ha gustado del libro es cómo cambia la relación de la pareja protagonista. Pasan de llevarse bastante mal después de un encuentro algo catastrófico, a sentir una fuerte atracción que los conduce a algo más que a la relación profesional que inicialmente tenían por obligación.

Al principio se presenta a Gideon como un hombre atractivo que puede tener a cualquier mujer a sus pies, incluso se ve perseguido por alguna, dando la imagen de ser un mujeriego y el típico hombre que no quiere compromisos.

Cuando Christine hace su aparición ya sabemos más o menos el estilo de vida que lleva Gideon. Pero no sabemos nada de Chris, salvo que es una mujer trabajadora que se abre camino como profesional independiente y con carácter.

En las primeras páginas creo que se le da más importancia al personaje de Gideon y que Christine tarda en aparecer en escena, aunque cuando lo hace todo va bastante deprisa.

Al ser un harlequin corto, una vez que se producen varios encuentros con muchos diálogos tirantes entre los personajes pronto pasan a salir juntos.

Cuando parece que la relación entre ellos empieza a desarrollarse se descubre que Chris tiene una hija adolescente, lo que es toda una sorpresa tanto para Gideon como para el lector. Aunque Gideon se lo toma bastante bien, a partir de ahí la historia deja de ser sólo la de una pareja para pasar a lo que es más una relación de familia.

Esta parte es bastante interesante y nos muestra cómo los protagonistas han tenido una vida familiar muy diferente y ambos se complementan. Mientras que Gideon no tiene familia, la de Chris está muy unida y amplia, así que Gideon pasa a ser uno más.

Sin embargo, la relación de Chris con su hija y el difícil momento de la adolescencia por el que pasa, unido a que el padre de esa hija la abandonó, hacen que la segunda mitad de la novela se centre poco en la relación entre Gideon y Chris. Pero él es un apoyo para ella y está presente en todos los momentos importantes.

Aunque es bonito ver cómo Gideon está con Chris, ayudándola en los momentos de inseguridad y dudas, el final de la novela me ha parecido precipitado y un tanto abrupto, ya que me he quedado con la sensación de que le faltaba alguna página a la novela.

En definitiva, una novela entretenida, en la línea de la anterior de esta serie, que se lee muy rápido, ya que no sólo es corta sino que además, por su contenido, se hace amena, aunque sin ser inolvidable. Cuenta una historia que tiene elementos suficientes como para poder escribir una novela mucho más larga, pero que al ser un harlequin va al grano, lo que en determinados momentos se agradece. Pero en las últimas páginas me ha dejado con la sensación de que faltaba algo más que contar, aunque como es una serie imagino que eso quedará para el siguiente libro.

Ahora no recuerdo si he leído algún libro de esta autora, pero por lo que leo, este libro, puede ser una gran ocación de hacerlo. Me lo apunto.
Gracias por la crítica.