A sus treinta años, Callie Dunbrook es una experta arqueóloga. Ahora tiene la oportunidad que podría representar el gran salto en su carrera profesional. Le han propuesto dirigir el proyecto de excavación de un poblado y un cementerio indios de cinco mil años de antigüedad, que unas obras han puesto al descubierto en una pequeña y apacible ciudad norteamericana.

Pronto surgen los problemas. Callie tiene que enfrentarse a la cólera de un promotor urbanístico, a la hostilidad de algunos vecinos, a dos inexplicables muertes y al creciente rumor de que la excavación está maldita. Además, la han obligado a aceptar en el proyecto a quien menos habría querido ver cerca de ella: su irritante, aunque irresistible, ex marido. Por eso no está muy dispuesta a escuchar a la misteriosa mujer que la aborda para revelarle un secreto que las atañe a ambas. Algo que podría cambiar todo lo que Callie sabía de sí misma.

Nora Roberts en estado puro. Es una de las novelas de esta autora que más he disfrutado porque tiene todos los ingredientes para pasar un buen rato y te atrapa hasta llegar a descubrir los secretos que se esconden en el pasado y que siguen latentes en el presente. Aquí encontramos amor, pasión, suspense, crímenes, secretos, enemigos y buenos personajes. Pero, sobre todo, una trama que engancha de principio a fin.

Mezcla perfectamente el amor con el suspense, ambas partes son interesantes sin quitarle importancia la una a la otra. El misterio empieza a manifestarse en el prólogo del libro y ahí ya se ve por qué camino va a ir la historia, desde ese momento la novela ya atrapa lo suficiente para querer saber cómo continúa después.

Callie es arqueóloga y llega al proyecto dispuesta a investigar lo que parece un yacimiento neolítico importante. Tiene sentimientos contradictorios porque por una parte acaba de doctorarse y está ilusionada con la excavación, pero la otra aún siente el dolor de la ruptura con su ex marido. Tiene un carácter fuerte y le gustan los retos pero no esperaba, de repente, verse enfrentada a varios elementos de su pasado. Por una parte el regreso de su ex marido y compartir el liderazgo de la excavación con él, y por la otra que una mujer aparezca de la nada diciendo que es su madre. En poco tiempo se trastoca su mundo y todo en lo que ha creído hasta el momento.

Jake es antropólogo y el ex marido de Callie, y a ella no le hace ninguna gracia verse forzada a aceptar trabajar con él. Jake sigue tan irritante y arrogante como siempre pero, para su mortificación, igual de atractivo. Además cuando empiezan a sentirse amenazados, Jake se muestra muy protector y ella no puede evitar apoyarse en él. Es duro y temperamental pero muy protector con Callie, en realidad Jake sigue enamorado de ella y está dispuesto a luchar para recuperarla.

La relación entre Callie y Jake es explosiva, están divorciados y hace diez meses que no se ven pero desde que se reencuentran la chispa se aviva, en realidad se siguen queriendo pero son igual de temperamentales y orgullosos. Sin apenas darse cuenta se comportan como un matrimonio, es algo que ve todo el mundo, menos ellos dos. Lo cierto es que siguen enamorados pero su relación fue siempre tempestuosa, siempre estaban peleándose o en la cama pero los meses sin verse y el peligro hace que su relación tome otro camino, que no tengan miedo a lo que sienten sino a perder lo que tenían.

Como contrapunto a la relación apasionada de los protagonistas está la historia de Lana y Doug, la abogada y el hermano de Callie, un amor más tierno, más reposado, pero también es una historia muy bonita. Doug es muy parecido a Callie y es muy tierno como intentan recuperar una relación de hermanos que nunca tuvieron la oportunidad de mantener. Las dos parejas se ven envueltas en los extraños sucesos desde que empiezan a investigar los sucesos del pasado. Los cuatro forman un buen equipo.

Hay muchos secundarios, empezando por Lana y Doug, que son muy importantes en el desarrollo de la novela y en la investigación por conocer la verdad. También aparecen los padres de Callie y sus padres adoptivos, el compañero de Jake y todos los ayudantes de la investigación... en fin, que hay muchos secundarios.

He disfrutado mucho este libro porque engancha desde el principio y va alternando las historias de amor con sucesos extraños relacionados con el yacimiento, asesinatos y accidentes. La parte de intriga está muy bien y engancha, y la parte romántica también, Callie y Jake solo tenían dos opciones, o enamorarse o acabar matándose, son demasiado parecidos para sentir indiferencia y me gustan como pareja. Además, adoro las historias de reencuentros.