IMAGíNATE - SUSAN ELIZABETH PHILLIPS
SinopsisLa guerra de Secesión podía haber terminado para el resto del país, pero no para Kit Weston. Disfrazada de muchacho, viaja a Nueva York para matar a Baron Cain, el hombre que se interpone entre ella y Risen Glory, su querido hogar en Carolina del Sur.
Pero lo que ella no sabe es que el héroe de guerra yanqui no solo es su acérrimo enemigo, sino también su tutor. Y también que es mucho más difícil de matar de lo que ella creía.
Dos personas tan apasionadas como tenaces... Dos adversarios tozudos pero de alma tierna... A veces, las batallas del corazón solo pueden ganarse con la más dulce de las rendiciones.
Valoración:
Con esta novela, Susan Elizabeth Phillips cambia de género y se pasa al histórico con una novela totalmente diferente a las que acostumbra a publicar.
No he podido encontrar el estilo que tanto caracteriza a la autora, aunque esto no lo considero ni bueno ni malo. Simplemente es otro estilo, y se desarrolla en otra época con un argumento distinto al habitual. Si ya se ha leído alguno de sus libros contemporáneos, no se llega a identificar a la autora; este libro podría haber sido escrito por cualquier otra.
En esta novela, la autora aprovecha una situación histórica, la posguerra civil americana, para contarnos una historia de amor y odio entre dos personajes tan parecidos en su fuero interno como antagónicos en ideales y en la posición que toman respecto a uno y otro bando.
Cain es un exmilitar del Norte que toda su vida ha luchado contra cualquier sentimiento de afecto, apego o amor a causa de una dura niñez que le obligó a endurecerse. Pero las circunstancias le hacen ir al Sur para hacerse cargo de una plantación y ser el tutor de Kit, lo que no será nada fácil.
Kit es una chica que también ha tenido una niñez difícil y se ha criado a su aire, sin nadie que la controle y, sobre todo, sin que nadie se ocupe de educarla como una dama, casi es una salvaje. Lo que contrasta con su faceta de lectora de grandes clásicos, que conseguía leer a escondidas de su madrastra.
Ambos personajes comparten una infancia dura y, además, casualmente marcada por una misma persona que, con su forma de actuar, consigue crear en ellos un sentimiento de abandono y desapego por todo, en el caso de Cain; y de materialismo, en el de Kit.
Durante los primeros capítulos, entre ellos sólo hay lucha por imponer cada uno su voluntad, se tratan como enemigos y no da para nada la sensación, o por lo menos a mí no me la ha transmitido, de amor. Prácticamente no existe entre ellos ninguna atracción de tipo romántico.
Sólo cuando pasan unos años y Kit se educa, es cuando se empieza a vislumbrar una atracción entre ellos, sobre todo por parte de Cain, que en algunos momentos baja la guardia y se deja llevar por el momento. Pero cuando parece que puede ocurrir algo para unirlos, sucede algo que se interpone entre ellos.
Durante gran parte de la novela, la relación de amor entre ellos es inexistente, y Kit parece que sólo puede querer una cosa por encima de todo lo demás: Risen Glory. Ése es su único amor.
Sin importar lo que tenga que hacer para conseguirla. Me ha parecido muy egoísta y a la vez desesperada su actitud, ya que no le importa el daño que pueda hacer a los demás, a la vez que vive atada a los recuerdos de un pasado que no volverá.
Realmente, esto es lo mejor de la novela: la ambientación. El reflejo de dos puntos de vista tan distintos, tanto vencedores como vencidos sienten que han perdido mucho en la guerra. El enfrentamiento entre esos dos mundos, a la vez que la manera en que sobrelleva el Sur la derrota, se ve reflejado en el libro, aunque sin llegar a entrar en mucho detalle que convertiría a la novela en una del género histórico.
Los personajes secundarios tienen también una bonita historia que se desarrolla lo justo para contarla sin quitar protagonismo al romance principal. Sólo al final de la novela es, para mí, una verdadera historia de amor, y consigue salvar una novela que me ha entretenido y mantenido atrapada con la lectura, pero más por conocer cómo se iba a desarrollar la novela y cómo conseguirían esos dos personajes salvar las distancias que los separan, que en gran parte del libro parecen insalvables.
Aun así, el final hace que merezca la pena haber leído el libro, y consigue dejarme con una sonrisa que creía que no iba a lograr arrancarme mientras lo iba leyendo. No porque sea un mal libro sino porque el romance que esperaba encontrar no conseguía verlo por ningún sitio, y sólo es en las últimas páginas cuando consigue convencerme hasta el punto de quedarme con ganas de más.