LA SEDUCCIÓN DE ELLIOT McBRIDE – Jennifer Ashley
Cuando Juliana St. John es plantada ante el altar por su novio, propone a Elliot McBride, el alto escocés que fue su primer amor, que ocupe el puesto vacante y se convierta en su marido.
Elliot acaba de regresar de las Indias Orientales, donde fue capturado por una tribu nativa y retenido durante meses. Durante su cautiverio se vio sometido a crueles torturas, que han dejado en él una profunda huella y que todavía provocan que sufra horribles pesadillas. Sin embargo, no duda en ofrecer su ayuda a Juliana.Tras contraer matrimonio se trasladan a las Highlands. Allí, Juliana deberá restaurar una mansión casi en ruinas mientras trata de reparar el corazón herido de un hombre al que muchos tildan de loco. ¿Serán suficientes la voluntad y el amor para ofrecer una segunda oportunidad a sus corazones?Quinto libro de la serie «Highland pleasure».
Como ya nos tiene acostumbradas Jennifer Ashley con esta serie, la novela se compone de dos partes: la historia de amor y un pequeño misterio. Pero tengo que decir que este libro me ha parecido más flojo que el resto de la serie, pues ninguna de las dos partes me ha enganchado. En algunos aspectos no ha estado a la altura de lo que esperaba, especialmente el personaje de Elliot.
La primera mitad de la novela es una presentación de los personajes, de los dos protagonistas y su relación con los Mackenzie, de su relación pasada, de los personajes secundarios y del ambiente en el que se desarrollará la trama. También se establece el tipo de relación que empiezan a tener Juliana y Elliot a partir de ese momento, pues los adolescentes que fueron han dejado paso a dos personas distintas.
La novela empieza muy bien, con un inicio rápido, divertido, original. Pero en cuanto llegan al castillo la trama decae, el ambiente podía haber favorecido a la intriga pero no lo hace, y la relación de los protagonistas está demasiado basada en las escenas de cama.
Durante la segunda mitad, la historia se anima un poco más con la trama de misterio. Pero ha acabado siendo un poco floja esa parte también, esperaba algo más. Y sucede lo mismo que en la historia de amor, porque ambos son buenos planteamientos, pero el ritmo se vuelve lento.
Elliot no me ha acabado de convencer, me ha gustado a ratos. Tengo la sensación de que se retira a las sombras cuando le conviene, se refugia de sus errores siempre tras ellas. No me gustan ciertos aspectos de su comportamiento y no me creo que esté tan enamorado de Juliana como él dice o cree. No le he visto enamorado, al menos no lo demuestra, más bien es como si sus sentimientos por Juliana fueran algo idealizado, intangible, algo que permanece en la distancia. Sin embargo, Elliot es el protagonista principal de la novela y, puesto que le encuentro defectos al protagonista, también se los encuentro a la novela.
Juliana es el mejor personaje del libro. Es inteligente y práctica, así lo demuestra durante su boda cuando otra mujer en su situación se hubiera dejado llevar por la histeria. Es una protagonista por la que es fácil sentir simpatía con su carácter dulce y a la vez fuerte. Pero al tener Elliot tanta presencia, su personaje queda desplazado, no se le da la importancia que podía haber tenido, y ese carácter suyo que se intuye no llega a aparecer del todo.
La historia de amor de Juliana y Elliot no transmite tanto como las de las otras parejas de la serie. Son amigos de infancia y se sienten atraídos desde su juventud, pero no es fácil de creer que ese amor platónico se haya mantenido durante años en la distancia. La relación más bien se basa en el sexo, no se puede decir que tengan muchas conversaciones porque cada vez que lo intentan acaban en la cama, o sobre la mesa, o en el prado... De hecho, la que lo intenta es ella, porque a él hablar le interesa poco, por eso se lleva tan bien con Ian.
Les ha faltado algo, química o conexión, pero como pareja me han dejado un poco fría.
Entre los secundarios encontramos la aparición de los Mackenzie, especialmente de Ainsley, Daniel y Fellows. Pero también otros personajes como McGregor y McPherson con unas discusiones que rozan la delirante locura, o al sirviente hindú de Elliot y su curiosa familia.
La historia está bien narrada, muy al estilo de la serie y de la autora, pero es menos amena que otras de las novelas y, aunque es una historia bonita, la pareja formada por Juliana y Elliot no me ha llegado. La novela entretiene, sí, pero la seducción de Elliot McBride se ha quedado a medias. Esperaba algo más de él y su misterioso pasado.