Nunca dejes el amor de lado – S.H. Kolee

Sinopsis
Emma Mills está a punto de casarse con su novio de siempre, comprar una casa y llevar a cabo una vida totalmente predecible. Sin embargo, algo le dice que ese no es el camino, así que decide romper con todo y marcharse a Nueva York, para desesperación de su prometido y su madre. Al llegar a la Gran Manzana, toma una decisión: nada de relaciones serias. Como mucho, sexo y alguna canita al aire.

Una noche conoce a Jackson Reynard, entrenador personal y actor en ciernes, y la atracción entre ellos pasará pronto a convertirse en una relación plagada de encuentros eróticos… Pero la noticia de que su ex novio ha intentado suicidarse y está muy grave la hace regresar destrozada por los remordimientos. Mientras, Jackson, rechazado, se labrará una fulgurante carrera en Hollywood. ¿Volverá algún día a buscar a Emma? ¿Regresará ella con él?


Tengo que empezar la crítica con una declaración que muchas de vosotras podéis considerar sorprendente: soy la persona menos romántica de todo el universo conocido y parte del ignoto. Sí, ya sé, leo novela romántica, pero eso no tiene nada que ver; también leo fantasía y no cuento con encontrarme a Gandalf en el Mercadona, comprando unos yogures con bífidus.

Dicho esto, es más fácil explicar por qué el libro no me acabó de convencer y me costó pasar las primeras páginas que, básicamente, son escenas y más escenas de felicidad y dicha amorosa. Que sí, que sirven para explicar bastante de lo que ocurre después, pero, aun así, se me hicieron muy pesadas. Con unas cien páginas menos me habría gustado más y habría sobrellevado mejor la historia, pero es que encontrarme con una escena tras otra y tras otra viendo lo muchísimo que se quieren, sin que pase nada muy relevante, pues pudo conmigo. No soy romántica, ya digo... Imagino que a muchas de vosotras os parecerá dulce y todas esas cosas y lo entiendo, pero a mí me aburre mucho. Salva a la historia que el estilo es ágil y no se pierde en demasiadas revueltas que, para lo que narra, serían innecesarias. La autora no escribe mal —aunque a mí, y quede claro que es manía mía, no me gustan demasiado los diálogos sin acotaciones— y se lee con agrado... si te agradan esas cosas. Y sí, ya sé que a la mayoría os agradan, así que no os toméis esto último como un escollo para leerlo.

La novela tiene dos partes bien diferenciadas. La primera es la que os comentaba: nos cuenta la historia de cómo se conocieron Emma y Jackson y de cómo se enamoraron, a pesar de las reticencias de ella a caer en una relación, ya que acababa de dejar a su novio prácticamente plantado en el altar. En esta parte, Jackson es un personaje muy mono —demasiado obsesivo y manipulador para mi gusto, pero eso es cuestión de gustos e imagino que muchas lo consideraréis «detallista» y «atento». Yo creo que intenta controlarla mediante el sexo, pero yo qué sé...— y muy enamorado. Ella avanza con paso vacilante, pero se deja llevar por las evidentes muestras de devoción de Jackson e inician una relación en la que, como ya os dije, son felicísimos. Hay muchos detalles, muchas escenas entre ellos y, para mi gusto, es excesivamente lenta, pero, como digo, cuestión de gustos.

Y entonces, justo antes de que empiece la segunda parte, es donde el personaje de ella empezó a sacarme de mis casillas de un modo casi insoportable. De tan buena, considerada y comprensiva que quiere ser, termina por convertirse en una egoísta cobarde que tira por la borda todo su futuro y su relación por un absurdo sentimiento de culpabilidad. Por no querer hacer daño a nadie, acaba haciendo daño a todo el mundo y ésa es la típica actitud que me repatea desde siempre. Además, sé que pese a lo cínica que soy quizá peco de ingenua, pero no soporto los malentendidos estúpidos. Si confías en la persona que está a tu lado —y hablo lo mismo de pareja que de amigos o de familia, o lo que sea— no la dejas plantada de la mañana a la noche porque piensas que ha hecho algo malo sin pedirle explicaciones ni darle la oportunidad de contarte su versión. Siempre que me encuentro esas actitudes en una novela —y me las encuentro muchas más veces de las que quisiera, la verdad— me pongo de un mal humor terrible. Entiendo que si no existiera ese malentendido no habría historia, pero eso no es excusa. Busca otro modo, intenta encontrar otro camino, pero no veo lógico que dos personas que, supuestamente, no pueden vivir la una sin la otra, se separen por una desconfianza que podría haberse solucionado con algo tan novedoso, tan extravagante, como sentarse y hablar. Pero, como digo, mi opinión personal.

En fin, el caso es que la primera parte termina con ellos separados y sufriendo, cada uno por su lado. Ella, con un absurdo sentido de la responsabilidad, cuidando de su ex que ha intentado suicidarse, y él intentando sacar adelante su carrera como actor. Pero la vida les da una segunda oportunidad y, cinco años después, vuelven a encontrarse.

Para mi gusto, esta segunda parte corre con muchísima más fluidez y los sentimientos y acciones de ambos me encajan mejor, me parecen más lógicos, al menos dentro de la poca lógica que para mí tienen ese tipo de personas. Quizá él está muy cerquita de parecerme un psicótico peligroso, pero lo justifico en parte con que ella y su incomprensible actitud —por culpa del malentendido que os comentaba— lo están volviendo loco.

Lo más gracioso del caso es que cualquiera con dos dedos de frente ve venir el problema antes de que surja y se da perfecta cuenta de que por ahí anda un personaje que va a tocar las narices. Hasta la protagonista se da cuenta, pero se le olvida. El dolor y eso...

El personaje del ex novio, pese a redimirse al final, tampoco me ha gustado nada. No soporto a los chantajistas emocionales y él es uno de la peor clase. Conste que eso tampoco lo considero un escollo a la hora de leer el libro y que te pueda gustar. Si sólo leyera historias de gente que me cae genial, estaría perdida.

Al final, y en conjunto, el libro se lee fácilmente, a pesar de esas primeras páginas que cansan un poco. Como digo, el estilo es fluido y la historia convencerá a las más románticas, porque tiene todos los elementos precisos que suelen emocionar.

Sólo un último apunte: a lo largo del libro encontré unas cuantas erratas sin demasiada importancia, pero cuando me di de bruces con un «alagada» me dolió muchísimo.

Bueno... ya sabes que la contemporánea no es lo mío... así que ya veremos     

Un besote

DeDanna escribió:

Pepa escribió:

Bueno... ya sabes que la contemporánea no es lo mío... así que ya veremos     

Un besote

Pepa, entre nosotras...:

Ains.. pues con esa aclaración ni lo apunto      

Muchas gracias      

     

Vale      


       

       

DeDanna escribió:

Pepa, no lo hagas, no :jiji:Hay por ahí un par de "di que eres mía" que igual te dan ganas de matar a alguien. No sólo por la frase, sino por la escena en sí, que para mí casi se acerca a un abuso :¿?:Pero como ya sé que soy de las pocas que piensa así, pues intenté ser un poquito objetiva

MJ, no exactamente :pensando:Ella se comporta como la Madre Teresa de Calcuta, pero no porque es buenísima, sino más bien porque se siente culpable y porque el ex es un chantajista emocional del quince :¿?:Así que hace "lo correcto" -que resulta ser lo más incorrecto del mundo- pero por su sentimiento de culpabilidad, no por su bondad innata   

Y yo sigo esperando encontrarme, sino con Gandalf, con Aragorn, al menos

Pues ya me has decidido Danna... lo apunto, pero para no leerlo... quita quita... hombre machote- mujer culpable.... no hacen buena combinación       

Un besote

Pues DeDanna, estoy TOTALMENTE de acuerdo con tu spoiler... y para mí también....

Y este año ya he leído mi cupo de este tipo de escenas    

Y sé que me repito, pero me cabrea mucho la MALA influencia que estos libros pueden tener...

Miedo me da las 50 sombras     

Un besote

Yo me estoy pensando si la leo o no, por si acaso, la apuntaré.
Gracias por la crítica.

DeDanna escribió:

Esperaba que lo estuvieras :sí:Esta mañana elaboré una teoría con alguien acerca de las diferencias de mentalidad entre las que ya hemos vivido lo nuestro y las que todavía están empezando a desengañarse :jiji:Cada día que pasa me convenzo más de que las viejecitas (y un puñado escaso de jóvenes ) vemos la vida de otro modo

Demasiadas "malas influencias"... no solo de telenovelas, sino de "romántica" entre comillas y mucha confusión sobre lo que es "normal" y no       
Es que este tema me sulfura       que no se dan cuenta pero están haciendo mucho daño.

No me gustan estos protagonistas...        pero a muchas sí que les gusta....

Si ya me lo dice mi madre... "que no aguanto nada"       

maryjane escribió:

Pepa se sentirá alagada de que hayas pensado en sus gustos  

A mí no me gustan las separaciones largas, por eso no me llama La antigua magia de Lisa Kleypas  Ni los malentendidos tontos  

DeDanna escribió:

Oh, me encantaría que se sintiera alagada. Y si se sintiera halagada, mucho más

Tengo La antigua magia en pendientes desde hace añares precisamente por eso :dedos:Y los malentendidos me ponen nerviosa, porque me paso toda la novela pensando "Pero ¿por qué leches no hablan? ".

Me siento muy "alaguada" .. si es que esto viene de lejos... creo recordar que desde que leí El amo del pacer o algo así... y lo mucho que disfruté... imaginándo lo que iba a hacer Danna con el látigo    

A mí no me gusta leer sobre cosas que no aguantaría....     

Ains Mavero... de esas estoy leyendo unas cuantas últimamente       

Un besote