El feroz, agresivo y audaz Kenneth Sutherland es un gran guerrero y un ganador nato. Está listo para enfrentarse a su mayor desafío: unirse a la Guardia secreta de Robert Bruce para liberar Escocia del yugo inglés. Los Juegos de las Highlands son la oportunidad que estaba esperando para demostrar su destreza y conseguir su objetivo, pero la inesperada irrupción de una hermosa mujer está a punto de dar al traste con todos sus planes.

Mary había jurado que no volvería a caer en los brazos de ningún hombre, pero no puede resistirse a la atracción que siente por Kenneth, que culmina con un encuentro fortuito de pasión descontrolada...

Ambos se encuentran ante una encrucijada: ¿serán capaces de renunciar a todo por amor?

Sexto libro de la serie «La Guardia de los Highlanders».

Con cada libro que leo de esta autora, Monica McCarty me demuestra dos cosas: que sabe documentarse sobre la historia de Escocia para idear argumentos realistas y que puede crear una tensión sexual palpable entre los protagonistas. Y esta novela no ha sido una excepción.

La ambientación es impecable y minuciosa, está muy lograda y se nota el proceso de documentación de la novela. Como es habitual en esta autora, los personajes han sido construidos a partir de figuras históricas, aprovechando datos reales para idear la trama. También hay que destacar los detalles de la época que aporta la autora, por ejemplo, sobre estrategia y armamento militar, el matrimonio o las alianzas entre clanes. Todo ello me ha parecido interesante sin resultar pesado, nos lo introduce como sin darnos cuenta.

En cuanto a la tensión sexual entre los protagonistas, ésta empieza con mucha fuerza, pero creo que en la segunda mitad de la historia decae en momentos concretos. Quizás sea porque, como personaje, me ha gustado más Kenneth que Mary, y Helen dejó el listón muy alto como protagonista femenina, así que en ese sentido no es una pareja tan equilibrada como, por ejemplo, la formada por Helen y Magnus.

Kenneth es el rival, casi por costumbre, de Magnus McKay —Santo—, el mismo que siempre intentó impedir que éste último se acercara a su hermana, y que fue un personaje destacado en el libro anterior. Ya allí evolucionaba como guerrero en su faceta de secundario durante la parte final del libro, pero aquí lo hace como guerrero y como hombre. Es el típico highlander de cuerpo perfecto, casi invencible y con una legión de admiradoras detrás. Es decir, el prototipo de highlander, un tipo de personaje que no me suele gustar, pero que la autora sabe dotar de cierta vulnerabilidad y sensibilidad sin que deje de ser una máquina de matar, absolutamente viril. Pero lo que me gusta de él es que evoluciona con naturalidad y me ha ido gustando más a medida que avanzaba la novela.

Sin embargo, hay un par de capítulos con un exceso de escenas en las que se describe su anatomía. Me ha quedado clarísimo que tiene el físico de un semidios y es un experto en el sexo, porque, pasada la mitad del libro, la autora se recrea en mostrarlo y me han parecido algo repetitivo. Pero es el único momento de la novela en la que me he atascado en la lectura, el resto ha sido emocionante y con una narración fluida.

Mary es una mujer muy típica de la época, casada cuando era sólo una niña y viviendo entre dos bandos, sintiéndose escocesa pero permaneciendo en Inglaterra por el bien de su hijo, el único a quien es leal. Tiene un un aspecto casi anodino porque intenta disimular su belleza para pasar desapercibida ahora que goza de cierta independencia, haciendo lo posible para no ser obligada por el rey a casarse de nuevo. En ocasiones tiene una vena atrevida e impulsiva que le hace buscar una pasión que nunca ha conocido, pero los remordimientos constantes, su falta de confianza y las continuas comparaciones de Kenneth con su primer marido han hecho que no me haya acabado de gustar como protagonista. Es comprensible su desconfianza después de su matrimonio, pero tengo la sensación de que no madura al mismo ritmo que Kenneth, más bien lo hace sólo en el último tramo de la historia, y por eso me ha parecido un personaje más plano, pero también realista.

La historia de amor me ha gustado más durante la primera mitad, y parte de la segunda también, pero entonces el ritmo es más inconstante, donde aparecen esos capítulos más repetitivos de la historia que he mencionado antes. Y es que, durante la primera parte, hay un tema de confusión de identidades que le da cierto toque cómico a la historia y que me ha tenido muy enganchada. Es una pareja con química, una marcada tensión sexual se apodera de ellos desde el principio, pero esa tensión decae un poco después por la actitud de Mary y el exceso de descripciones de la virilidad de Kenneth. Parte de la relación se basa en el deseo e intentan no mezclar sus emociones en ella, pues Mary no confía en los hombres y Kenneth no está acostumbrado a sentir algo tan profundo por una mujer. Es una lucha de voluntades, pero tampoco faltan momentos de ternura.

En los libros anteriores los protagonistas de otras novelas de la serie no tenían mucha presencia, apenas se daban algunos datos sobre ellos. Pero en éste se da bastante importancia a la pareja formada por Helen y Magnus por su relación con Kenneth y con la Guardia. Y como es una pareja cuya historia me encantó, me ha gustado su aparición, forman una pareja fantástica. Además, es divertido ver cómo la relación de enemigos de Kenneth y Magnus ha cambiado tanto, siguen fingiendo odiarse pero se nota que ha nacido una admiración mutua. También me gusta la relación entrañable que tiene Kenneth con su hermana Helen.

En la parte final, la trama recupera la emoción de la primera parte. Aquí la evolución de ambos protagonistas ya es evidente y no falta la acción, tiene una última parte bastante entretenida.

Esta novela me ha gustado, aunque menos que la historia anterior. Tiene una trama entretenida de espionaje y una historia de amor bonita y apasionada, con algunos momentos cómicos. Me ha llegado más Kenneth que Mary, pues a pesar de ser un todo un highlander también es tierno. En cambio, Mary me ha resultado más indiferente por su carácter.

Las novelas de highlanders no me suelen gustar, pero esta historia sí, pues está muy lograda.