Bajo sospecha – Louise Allen

Sinopsis

Habiendo sobrevivido al escándalo de su nacimiento a fuerza de coraje y determinación, la bella Phyllida había alcanzado un precario equilibrio con la alta sociedad. Hasta que de repente Ashe Herriard, el vizconde Clere, apareció para romper su mundo y sus planes cuidadosamente trazados en mil pedazos.

Criado en la dinámica Calcuta, Ashe se mostraba desdeñoso hacia la formal sociedad de Londres, pero algo en Phyllida le intrigaba. Un misterio la envolvía. Una promesa de secretos y la insinuación de un escándalo... ¡más que suficiente para seducirlo!



No sé por qué me entretienen los libros de Louise Allen, pero el caso es que lo hacen. Siempre que empiezo una crítica de una novela suya, creo que tengo lo mismo en mente y esta vez no es una excepción: ha sido una historia simple y entretenida, pero apenas había pasado la última página ya no me acordaba de gran cosa.

El punto original de esta historia, por decirlo de alguna manera, está en los protagonistas, con unas historias diferentes a lo que es habitual encontrarnos en las típicas novelas de regencia, en parte por el pasado de ambos, en parte por su carácter y sus circunstancias.

Ashe ha vivido toda su vida en la India, y es hijo de una princesa hindú y un noble británico. Sin embargo, a pesar de eso y de la vida tan diferente que ha llevado, parece entender demasiado bien los complicados convencionalismos británicos. Esto me ha parecido bastante chocante, la verdad. Es cierto que no le da demasiada importancia a cómo los demás ven las cosas y que su familia es más bien poco tradicional, pero quizá he echado en falta alguna reflexión por su parte de lo extrañas que son las reglas no escritas de la alta sociedad, que parece entender sin problemas a pesar de haberse criado en un mundo completamente distinto. Sí, hay algún comentario, alguna aclaración, pero no mucho más. Es verdad que acepta sin problemas cosas que al típico noble le costaría entender, pero ni se plantea por qué el resto lo ve de otro modo.

Phyllida es una mujer con un pasado muy duro y muy difícil que, entre secretos y misterios, intenta salir adelante, llevando ya no sólo una doble, sino una triple vida. Siempre ha estado envuelta por el escándalo, ya que sus padres contrajeron matrimonio un día después de que ella naciera, así que es considerada como una hija bastarda con todo lo que ello supone. Sin embargo, su hermano es conde y, como están en la ruina, Phyllida hace todo lo posible para ayudarlo a encontrar la típica esposa rica a la caza de un título que pueda ayudarlos a mejorar su situación. Mientras tanto, se oculta bajo un disfraz para llevar una tienda, y bajo otro para actuar como tratante de arte y objetos preciosos. Y, por supuesto, está también su personalidad de «hermana del conde». Tres mujeres en una sola y las tres fuertes y decididas, lo que siempre es de agradecer.

Desde el primer momento, queda clara la atracción entre ellos, aunque Ashe no se plantea en principio otra cosa que tenerla como amante. Sin embargo, Phyllida se resiste a la idea porque no quiere perder la escasa aceptación que tanto le ha costado ganarse. Sabe, por otra parte, que jamás será una esposa adecuada para Ashe, en parte por las circunstancias de su nacimiento, y en parte por un secreto de su pasado, así que intenta alejarse de esa atracción en la medida de lo posible. Que, como de costumbre, es una medida muy pequeña o no habría historia.

Un enredo absurdo los lleva a una situación en la que no les queda más remedio que contraer matrimonio, pero, aun así y a pesar de saber que está enamorada de Ashe, Phyllida se resiste a la idea. Y aquí es donde, para mi gusto, la historia se vuelve un poco retorcida de más y por lo de costumbre: los personajes tienen la manía de no hablar con claridad unos con otros, y es una actitud que siempre me irrita. Y es que, vamos a ver: Ashe ya le ha demostrado a ella en multitud de ocasiones que es un hombre más bien poco tradicional y dispuesto a aceptar cosas que un típico noble inglés no toleraría —en sus propias palabras, es un caballero, aunque no un caballero inglés—, así que cabría esperar que, si está tan enamorada, lo lógico sería que se sincerara con él. Y sí, lo hace, pero a medias. A ver, entiendo que su secreto es de los difíciles, de los que cuesta reconocer, de los que pueden arruinar una relación, pero también creo que la otra parte tiene derecho a conocer todas las circunstancias, en lugar de encontrarse sin más con un «Lo siento, pero no quiero casarme contigo, lo único que quería era que me ayudaras».

Pero bueno, como Ashe es como es, acaba comprendiendo lo que ocurre, y entendiendo lo que llevó a Phyllida a ocultarlo, y, de paso, a arreglar todo el asunto en unas cuantas líneas y un final de lo más precipitado.

En fin, que lo que os decía en un principio: es la típica novela que apenas recuerdas al cabo de un rato, pero que sirve para pasar una tarde entretenida en la que no tienes otra cosa más sabrosa que echarte a los ojos. Los protagonistas convencen, la historia es muy sencilla y la narración transcurre sin problemas y sin que en ningún momento te den ganas de dejar el libro tirado. Creo que no se le puede pedir mucho más a un Harlequin.

Creo recordar que leí algo de esta mujer      y por lo que dices... tampoco mata... así que ahí queda       

No me llama mucho, la verdad, pero gracias por la reseña     

Un besote

Yo no he leído nada de esta autora, un día de estos, lo intentaré. Gracias por la crítica.