Falsas ilusiones — Teresa Cameselle

Diana es hija de un coronel y nieta de un almirante. Es una joven bien educada a la que todo el mundo respeta. Sin embargo, una «pequeña» indiscreción con un teniente acaba con su buena reputación, por lo que sus padres deciden trasladarse a La Coruña, su ciudad natal, donde la prometen con Fernando, el hijo de unos amigos.

Fernando es un soltero empedernido que, para sorpresa de todos, acepta el matrimonio con ella, pues su madre está muy enferma y sabe que morirá más tranquila si lo ve casado. Todo parece ir bien, hasta que Diana recibe la visita de una antigua amante despechada de su futuro marido, que le dice que él nunca la querrá ni le será fiel. Aun así, se casa con Fernando, y durante la ceremonia aguanta el tipo, pero cuando se quedan a solas estalla la pelea... ¿Podrán consumar su matrimonio y empezar una vida en común?


Noventa páginas.

Esperad, lo repetiré de nuevo, que quede claro: en mi eReader son sólo noventa páginas.
Noventa páginas, por los dioses, qué sana envidia para alguien que, como yo, carece de la más elemental capacidad de síntesis.

Y es que esta mujer ha conseguido crear una historia perfectamente bien montada, bien desarrollada y coherente en menos de cien páginas, lo que, sin lugar a dudas, es una prueba más de que el talento es algo que se tiene o no se tiene, y Teresa lo tiene para regalar. Y no, no es peloteo, que todas sabéis que si de algo puedo presumir es de no callarme ni debajo del agua y de decir verdades como puños cuando me da la gana, quede claro. Pero es que, veréis, leo todos los días novelas larguísimas en las que no llego a creerme la historia o a sus personajes, o donde, si de romance hablamos, me trago que se enamoran porque no me queda otro remedio y porque se supone que es la premisa de la que parte la novela, y me obligo a dar el típico salto de fe. Pero esto no sucede en Falsas ilusiones. En esas cien páginas escasas, la autora consigue desarrollar una historia en la que, por increíble que parezca, el romance se cuece despacio, sin prisas, palabra a palabra, gesto a gesto. Es una historia sencilla, pero eso no quita que sea bonita, dulce, tierna, con sus momentos emotivos, con su tristeza y su alegría. Leí cada una de esas páginas con una sonrisa en los labios y ésta no se apagó hasta bastante después de dejar el libro. Porque, sí, cuando en una novela todo funciona, sonrío, ya os lo he dicho muchas veces, y en esta funciona todo. Condensado, breve, sin demasiadas revueltas ni complicaciones, pero todo encaja como un mecanismo bien engrasado.

Para empezar, me encanta el estilo. Es de ese tipo de narrativa que parece sencilla, pero que esconde horas de trabajo y una mano muy firme, y que encaja perfectamente en una novela de romance histórico. No hay palabras que rechinen, expresiones fuera de lugar, nada que te haga dudar, ni por un momento, si estás en una época distinta a la que se desarrolla la acción. Y, a lo mejor fue cosa mía, que estaba metida en la historia hasta las cejas desde el primer momento, pero me pareció percibir en esa prosa la misma melancolía dulce, tan gallega, que emana de toda la historia.

Los diálogos son ágiles, entretenidos y con los típicos cruces de agudezas entre los protagonistas de los que yo siempre disfruto. La verdad es que esas primeras páginas entre ellos, cuando apenas parecían soportarse, me arrancaron más de una risilla malévola.

Los personajes están muy bien descritos y dibujados con inteligencia, con dos caracteres que parecen predestinados a chocar: ella es caprichosa, testaruda y orgullosa hasta la médula y él no le anda muy a la zaga, además de ser un arrogante de manual. Y, sin embargo, consiguen ser entrañables. Pero lo que más me llama la atención es su evolución. Me cuesta creer que alguien consiga que los dos protagonistas evolucionen en tan pocas páginas, que crezcan y se desarrollen, pero ocurre. Os aseguro que ocurre. A medida que se evoluciona su relación, evolucionan ambos, aunque, como puede suceder en la vida real, no es un gran cambio, algo trascendente que los convierta en personas distintas que apenas se reconozcan, sino un puñado de pasos en otra dirección, importantes, pero sutiles.

Y luego llegamos a algo que es puramente personal, pero que no puedo dejar de comentar. Y es que, claro, si ya me gusta el estilo y los personajes y, encima, me ambientan la historia en Coruña, ¿qué más puedo pedir? Es algo subjetivo, lo sé, pero me ha encantado ver mi ciudad reflejada en la historia, pasear por sus calles de la mano de sus protagonistas y redescubrir sus rincones a través de sus ojos. Y os aseguro que la ambientación es, sin más, deliciosa.

Al ser una novela corta, no pienso hablaros de la historia, porque me resultaría casi imposible hacerlo sin revelar nada importante y no estoy por la labor. Leed el libro y descubridlo por vosotras mismas. Merece la pena, en serio.

Creo que fue el primer libro que leí de Teresa Cameselle y ya sabes que me gustó mucho    

Buena crítica    

Un besote

Voy a leerlo, siento curiosidad a ver qué tal. Ya os cuento.

   

 Mmm no pinta mal la cosa, lo buscaré  

Me ha encantado, supongo que me ha venido genial leerlo tras tanta cosa paranormal que suelo leer    la sencillez me ha resultado muy agradable y estoy totalmente de acuerdo en lo que dice Danna en su crítica, refleja muy bien la época, no suelo leer histórica porque me chirrían las cosas muy pronto, pero no ha habido nada que me haya molestado. Además es admirable la capacidad de la autora para contarte cómo son los personajes en nada, en un par de pinceladas los conoces y te resultan personas creíbles, sobre todo a mí que soy hija única y bueno... eso...    
Os lo recomiendo chicas, de verdad que vale la pena para pasar una ratito entretenido, además, los diálogos entre los dos protagonistas son muy buenos y divertidos     

Pues sí, así es. Y me ha llamado la atención el hecho de que en tan poco espacio ha reflejado muy bien cómo era la época y cómo eran las costumbres del momento, desde el vocabulario hasta las mentalidades.
Ah, y agradezco que no me haya topado con faltas de ortografía, qué leches, que eso ya empiezo a agradecerlo aunque me sorprenda tener que hacerlo.

DeDanna escribió:

Lo sé, lo sé Y conste que para mí fue una sorpresa, que no me suelen gustar las novelas cortas, pero por una vez coincidimos en algo que nos gusta a las dos, en lugar de algo que odiamos las dos

Síiiiiii      

Apuntadísimo 
Una crítica estupenda DeDanna 

Danna, tenías razón. Es una historia muy bonita y bien contada