No sé bien cómo es esto, ni
cómo se pone eso del sondeo. Corrijan de ser necesario
Nicolas Santino no aceptaba que Lia fuera hija suya. Estaba convencido de que Sara, su esposa, lo había engañado con otro hombre y de que Lia era el fruto de esa traición.
De modo que ambos vivían separados, hasta que el silencio entre ellos se rompió por necesidad: alguien había secuestrado a Lia. Nicolas sabía que él era el único que podía rescatar a la niña, pero eso significaba volver a ver a Sara. No le quedaba más remedio que hacerlo, y entonces descubrió que, después de tres largos años, Sara seguía llevando aún su anillo de bodas...
Mi opinión pude contener ligeros espóilersPara empezar, yo no creo que ellos estuvieran enamorados en absoluto. Una gran pasión, sí, y atracción, pero se casaron al poco tiempo de conocerse, una vez casados no pasaron casi tiempo juntos, él obviamente la trató más bien como su linda posesión para tener en casa cuando saliera de trabajar, no creía en nada de lo que ella decía... Pobre muchacha.
Dice que despertaba su instinto masculino de protección... ¿Qué protección? Él jamás la protegió. La encerró, le prohibió cosas, pero no por su protección sino para tenerla totalmente subyugada a él.
Y también dice que en su compañía se suavizaba... ¿Qué suave? Si cuando ella se mostró vulnerable y necesitada de él no le creyó y la volvió a dejar sola. Ella se lo dijo: 《No me siento cómoda aquí. Me asustan》 ¿Y él qué hizo? ¿Qué protección? ¿Qué instinto y qué ocho cuartos?
Todo el tiempo que estuve leyendo estuve molesta, incómoda, pero continué con la esperanza de que las cosas cambiaran y mejoraran, pero cambió de forma muy brusca, sin transición, él un día era un desgraciado con ella, se perdió por una semana y regresó cambiado, un hombre nuevo, amor y rosas.
Y encima el hombre usó a su hija para castigar a la madre. Eso de dejar a la niña con la criada y ordenarle que no le avisara a la mamá cuando tuviera pesadillas solo para tenerla para él por la noche me pareció una de las peores cosas que él hizo, especialmente porque la niña acababa de pasar por una situación traumática y necesitaba a la madre, no a una extraña por más confiable que fuera. ¡qué idiota! Además de cobarde y débil. No creí en sus justificaciones. No me parecieron suficientes.
En la novela se usaron demasiadas veces las palabras vendetta y orgullo. Demasiadas. ¿Y qué onda con los estereotipos sicilianos?
Cuando ella lo confrontó al fin, le dijo unas cosas que resumieron a la perfección su matrimonio:
- Sus palabras:
-Estaba sola, Nicolás, incluso cuando estaba contigo. Tú no me apoyabas en modo alguno, no me concedías ningún derecho. No te atrevas a decirme cómo fue nuestro matrimonio. Si yo osaba objetar algo, tú me hacías cerrar la boca del modo más efectivo que sabías -dijo dando a entender que se refería a besándola-. Si yo insistía, tú me hacías callar con palabras duras. Encontrabas muy divertido que yo prefiriera estar entre flores, pero nunca se te ocurrió pensar que quizá estuviera en mi derecho, por muy frívolo que te pareciera.
Eso es todo, disculpen mi exaltación.