Buenas, Cazadoras.
Ayer acabé un libro llamado "
Anorexia y Bulimia: Lo que hay que saber" de Rosina Crispo, Eduardo Figueroa y Diana Guelar. Más que todo se dedica a la prevención de los Trastornos de Alimentación, y lo recomiendo para cualquier persona, ya sea varón o mujer.
Hay una carta que llamó mi atención (del libro) y quiero compartirla con ustedes. Espero que comenten sus opiniones, todas son válidas obviamente y gracias de antemano.
Carta titulada "CRUEL PARADOJA" de un periódico de Buenos Aires - Argentina en 1995.
CRUEL PARADOJA
"Hace un año murió de cáncer mi hijo, a los 27 años. Hace un mes se suicidó la mujer de un buen amigo y hace unos días murió la hija de un buen camarada, a los 19 años. ¿Por qué tanta desgracia? Designios de Dios podría decirse, pero quiero resaltar una cruel paradoja."
Cuando se descubrió el tumor de mi hijo, comprobé el valor de la solidaridad humana, de la sociedad toda, incluso más allá de nuestras fronteras. Psicólogos, médicos, enfermeras, grupos de oración, familiares, amigos, conocidos, vecinos, técnicos en radioterapia, kinesiólogos, nutricionistas, médicos de emergencias, personal de ambulancias, personal administrativo y de servicios en clínicas y hospitales llenaron de afecto y cuidados a Alejandro. Alejandro murió en paz, luchando con entereza y serenidad por su vida sin perder nunca la esperanza.
El "tumor" que originó las otras dos muertes fue un deseo: Bajar de peso, como lo exige hoy la sociedad. En realidad no fue un deseo, ya que nadie desea un tumor, sino que aparecen, por lo general, en forma imprevista.
La mujer de mi amigo, como siempre fue la gordita, era simpática, agradable, activa, hasta que hace dos años bajó veinte kilos y cambió la silueta y el carácter.
María Marta quería estar a la moda y comenzar una dieta para adelgazar, con un medico. Hoy, sus padres se preguntan por la causa de su irreparable pérdida. Pero este tumor no fue imprevisto, sino generado por la sociedad, porque si una adolescente quiere comprar un pantalón de marca y le dicen que para su talle no se fabrica, si en las revistas solo hay fotos de mujeres delgadas y propaganda para adelgazar,si buena presencia significa menos kilos para conseguir un trabajo, si los popes de las agencias de modelos rechazan jóvenes diciéndoles "vuelve cuando bajes seis kilos", si... etc, allí se está generando el tumor.
El tumor de Ale era incurable, pero al otro debemos extirparlo entre todos de raíz. En una sola operación, empleando como instrumento la solidaridad, la misma que mostró la sociedad con mi hijo ante lo inevitable. El problema es muy serio, aparece una y otra vez y le puede pasar a cualquiera... Así son los tumores.
Reaccionemos a tiempo porque después sólo queda el dolor."