Penélope y Evan llevan años jugando al ratón y el gato y cuando por fin coinciden en una entrega de premios, el encuentro no es, ni mucho menos, como ella había soñado. A partir de ese momento, sus vidas se ven ligadas irremediablemente por motivos profesionales, y cada paso que dan les ata más y más...

Si además añadimos que el hermano de Evan es su mejor amigo, que tiene una abuela un poco ludópata, una madre histérica y un gato cuya mayor afición es destrozar su lencería más cara.... Ya puede empezar a dudar sobre si su vida es, de repente, un sueño o una pesadilla.

Llevaba tiempo queriendo leer a Olga Salar en contemporánea. Ha sido una lectura satisfactoria y, aunque he pasado por diferentes etapas, de vez en cuando, apetece una lectura fresca y ligera.

Al principio, la autora ha conseguido atraparme por completo, principalmente por uno de los personajes masculinos, Camdem, quien, enseguida, ha llamado poderosamente mi atención y quien, mal que me pese, no ha sido el protagonista, pero le ha robado mucho protagonismo a Evan.

Después parece que la historia se estanca y, a pesar de que no dejan de suceder cosas y se intercalan algunas microhistorias secundarias, me ha parecido que el ritmo se ralentiza y la historia principal parece no avanzar.

Al final, la trama se vuelve a activar, pero yo ya tenía mi interés puesto en la pareja secundaria.

Penélope es una afamada escritora que vive a caballo entre Londres y Madrid. De su vida en Madrid sabemos muy poco, pero en Londres ha decidido llevar una vida tranquila, alejada de los flashes y eventos propios de su popularidad.

Centra su vida en su trabajo, su familia y su fuerte amistad con Camden. Es una mujer dulce, positiva, poco problemática y, en algunos momentos, demasiado buena persona. Me ha gustado mucho la relación que mantiene con Camdem, muy natural, sincera y cercana, como pocas las que me he encontrado en una novela romántica entre un hombre y una mujer, ambos solteros y heteros. Es un personaje muy real, y la autora consigue darle mayor autenticidad situándola en escenas de lo más cotidianas. 

Me gustaría destacar la dualidad que muestra dependiendo de con quien comparta escena. Cuando está con sus amigos, tiene un carácter suave y dispuesto y, por el contrario, cuando Evan entra en escena, es capaz de sacarle un sarcasmo y mal genio que sorprende y, a mí, me encanta.

Evan centra todos sus esfuerzos en su carrera. Es un famoso actor de películas de acción pero está esperando el momento de demostrar su valía como actor dramático. Tiene un físico espectacular y se aprovecha de su  fuerte carisma. No tiene tiempo para relaciones serias, y quizá por ello siempre se ha negado a conocer a Penélope, pues desde muy joven cuando empezó a conocer su pequeño mundo supo que estaba ante una mujer por la que le sería muy fácil sucumbir. Lleva media vida oyendo hablar de ella, pero la evita por todos los medios.

Es un personaje que al principio no enamora. Muy interesado, algo egoísta y con cierto mal genio. Esa faceta no me ha gustado, pero me ha parecido acorde a un joven actor, que está buscando a toda costa poder demostrar su valía. Conforme su relación va progresando, podemos ir rascando esa capa superficial e irá apareciendo un hombre mucho más encantador, de carácter fuerte, pero tierno a la vez, y sin ningún tipo de miedo a la hora de afrontar la relación.

La primera parte de la novela es la que más me ha gustado. La historia entre ellos empieza con una escena algo desafortunada que arrancará una serie de secuencias donde el tira y afloja de los protagonistas, sus pujas y diálogos mordaces serán los protagonistas. Esas son las escenas con las que más me he divertido.  

Como ya he mencionado, llega un punto en que parece que la relación entre ellos se encuentra en un punto muerto y es entonces cuando cogen mayor protagonismo dos temas secundarios que se estaban fraguando. La historia de los abuelos de Penélope me ha parecido muy bonita y la de Camdem y Charlotte me ha dejado con ganas de saber mucho más.

No es una novela muy extensa y al tener varios frentes abiertos, el desarrollo de la historia principal ha de ser menor. No soy muy partidaria de las parejas secundarias, aunque es algo que tampoco me molesta en exceso. Pero no puedo evitar preguntarme por qué no aprovechar ese espacio para hacernos disfrutar de más escenas en común, o  describir más unos personajes que, aunque están bien construidos, me he quedado con ganas de saber más cosas de ellos.

En esta novela he tenido un problema añadido. Y es que Camdem y Charlotte me han llamado mucho más la atención que Penélope y Evan. Pasaba las hojas rápidamente con la ilusión puesta en saber más de «los otros» y no creo que esa fuera la intención de la autora −a pesar de cierto detalle que no me han gustado nada y veo muy acertado que nos lo haya contado ahora si tiene intención, y eso espero, de contarnos su historia−. Ahora toca esperar y desear que la siga, ya que la ha dejado a punto de caramelo.

No puedo obviar el alto número de erratas que me he encontrado, resulta molesto y, en mi caso, me rompe la lectura. Estamos ante una editorial que cuida mucho la encuadernación de la novela, con tapas con solapas, por ejemplo o un tamaño de la letra muy cómodo para el lector, y me ha sabido muy mal que, al menos en este caso, parezca que no se haya tomado el mismo cuidado en el interior. 

«He soñado contigo» es una novela fresca y entretenida, de ágil lectura, escrita de una forma sencilla. Quizá no será de las que conserve en mi recuerdo, pero me ha gustado. Encontraremos personajes bastante cercanos, algunos malentendidos, celos y dos historias más cuyo punto de unión es la pareja protagonista. Ha sido mi primer contacto con Olga Salar en contemporánea y espero, impaciente, poder leer la historia de Camdem y Charlotte.