Sinopsis:

A pesar de su comportamiento extrovertido, Olivia se siente exasperantemente insegura con los hombres; por lo general, ni siquiera es capaz de encontrar el valor necesario para acercarse a alguien que le gusta. Sin embargo, trasladarse a Edimburgo ha supuesto empezar de nuevo y, después de sentirse atraída por un sexy estudiante de posgrado, decide que ya es hora de dejar de lado sus miedos e ir en busca de lo que quiere.

Nate Sawyer es un seductor guapísimo que nunca se compromete, pero con sus amigos íntimos es sumamente leal. Así pues, cuando Olivia acude a él para contarle sus penas, Nate se ofrece a ayudarla a mostrarse más segura en sus relaciones con el sexo opuesto.

La educación en seducción pronto deja de ser un favor entre amigos para convertirse en un intenso y acalorado romance... hasta que el pasado y los problemas de Nate a la hora de comprometerse hacen acto de presencia y Olivia termina desconsolada. Cuando Nate se dé cuenta de que ha cometido el mayor error de su vida, tendrá que esforzarse más que nunca para reconquistar a su mejor amiga, si no quiere perderla para siempre...

Valoración:

Cuarto libro de la serie «Calle Dublín» que publica Ediciones B, que se puede leer independiente aunque aparecen muchos de los personajes de los anteriores libros. Una de las cosas que más me ha gustado, ya que no se centra sólo en la pareja sino también en su relación con amigos y familiares, algunos ya conocidos en las anteriores novelas.

Desde el principio, Olivia y Nate se conocen y son muy buenos amigos, pero nunca se han planteado ser pareja. Olivia siente algo por él, pero sólo lo ve como un amigo porque sabe que Nate no quiere una pareja y sólo busca sexo con las chicas que conoce, sin ataduras, algo que es justo en lo que no piensa Olivia.

Ella ha tenido que pasar muchos años cuidando y atendiendo a su madre, enferma de cáncer, hasta su muerte y, además, durante su infancia ha estado sin su padre, lo que ha hecho que su madre fuera, además de amiga, una persona muy presente en su vida cuya pérdida la ha marcado bastante.

Nate también ha tenido que sufrir la pérdida de su novia de la infancia por un cáncer y, desde entonces, no quiere comprometerse con nadie, no quiere olvidar a su novia de toda la vida ni traicionarla.

Cuando Olivia se empieza a sentir atraída por un chico le propone a Nate que le ayude a superar su falta de confianza y timidez y le dé lecciones de seducción, y lo que en principio es una manera de ayudar a Olivia se convierte en una trampa para ambos, que acaban distanciándose.

Ambos personajes se van enfrentando a sus fantasmas del pasado, pero, mientras que Olivia tiene muy claro lo que quiere, Nate es quien pone obstáculos y por él es por lo que la relación no sigue adelante, está indeciso y tan pronto quiere una cosa como la otra, pero Olivia ha tenido una actitud durante toda la novela que me ha gustado y no le ha puesto las cosas fáciles, poniéndole claro lo que quiere y lo que debe hacer si quiere tener una relación con ella.

El libro tiene un argumento que podría ser una historia más, pero es la forma de contarlo, la interrelación de los protagonistas con sus amigos y esas relaciones que se ven entre ellos lo que hace de su lectura algo diferente y entretenido que, a pesar de ser una historia sencilla, deja con ganas de seguir conociendo más sobre la vida de este grupo, con sus vivencias del día a día con las que es fácil identificarse. Sin duda, lo mejor y más destacable que tiene la novela.

Aunque está clasificada como erótica, la carga sentimental está muy presente y casi podría decirse que es una novela de narrativa contemporánea si no fuera porque hay bastantes escenas hot en la segunda mitad, aunque sin dejar de lado la historia que está contando para perderse en ellas.

Una buena novela, sin duda, que recomiendo, aunque no sea de las que se recuerdan especialmente en el tiempo si que se disfruta con su lectura y deja una buena sensación al final, con ganas de leer más sobre el grupo de amigos y sus relaciones.