Un hambre insaciable – Sylvia Day
Sinopsis

Elijah Reynolds es un licano Alfa, su especialidad es cazar vampiros, en lo cual es un maestro. Trabajar para la élite superior de los ángeles guerreros –los Centinelas- le ofrecía la oportunidad de hacer lo que le gustaba, pero muy pocos licanos compartían ese sentimiento y esperaban de él que les liderase en una rebelión. Elijah se ve obligado a asumir el mando, convirtiéndose al mismo tiempo en un enemigo y un codiciado aliado en el conflicto entre vampiros y ángeles.

Vasthi es la segunda vampira al mando del líder de los Caídos, su afán por perseguir a los licanos hasta dar con los asesinos de su compañero la ha llevado a una terrible obsesión y desolación durante sesenta años. Acatando las órdenes de su líder, es la encargada de proponer una alianza entre vampiros y licanos, por lo que se entrevista con Elijah.

La tensión será patente entre ellos, mientras que Elijah la acusa de matar a su mejor amigo, Vash lo hace del asesinato de su compañero. En entendimiento entre ellos parece imposible, pero nada más lejos de la realidad. Su encuentro será devastador, sus pasiones más primitivas se desatarán y no podrán hacer nada para detenerlas. Se desean, se necesitan, se anhelan ¿cómo van a poder trabajar juntos? ¿Será posible que la alianza funcione? Y lo que es peor, ¿saldrá alguien dañado?



Tengo un serio problema con esta saga. Muy serio, teniendo en cuenta que es romántica paranormal. Y no, no es el problema habitual que suelo tener con los libros de Sylvia Day, que los leo y no sé por qué, no. El problema es que la idea de la saga me gusta. Me gusta mucho, incluso, y eso que siempre suelo tener mis reticencias con las historias en las que intervienen ángeles, porque a veces intentan meter la mitología a machete y me pone muy nerviosa, máxime cuando es una mitología tan archiconocida como esta. Pero no, oye, la idea me gusta. Es más, aunque estoy convencida de que la autora terminará yéndose por las ramas, como de costumbre, y liando la madeja hasta hacerla irreconocible, pues por ahora la trama me parece interesante. Siento curiosidad por ver cómo lo va a solucionar, me interesan todos los frentes que va abriendo, me gusta cómo va trazando el mundo… Vamos, bien.

Entonces, ¿cuál es el problema? Pues que la historia de fondo me gusta, sí. Pero llevo dos libros, y acabé de los dos romances hasta más arriba de la coronilla y más abajo del ombligo. Entenderéis que, en una novela romántica, es un problema que te guste la subtrama, pero aborrezcas el romance. Que por mí, si lo quita, me la sigo leyendo como una saga de fantasía y me quedo tan pancha, pero es que eso no va a pasar, como podréis imaginar, así que ahora mismo no sé si continuar con la saga o dejarla por imposible.

Supongo que tengo que explicar por qué no me gustan los romances de esta saga, ¿no? Pues sí, porque, además, estoy convencida de que es algo mío y de que habrá mucha gente a la que no le importe, y no quisiera yo privarles de la oportunidad de leer algo que les puede gustar. Para empezar, el primer escollo que me encuentro es que ellos me dan cien patadas. No, no me entendáis mal, no es que estén mal diseñados, o no funcionen como personaje, es que el arquetipo me revienta, y es algo mío, una cuestión de gustos y nada más. Pero es que yo odio con todas mis fuerzas a los hombres posesivos y dominantes. Cada vez que sale un tipo de estos soltando cualquier variante de: «eres mía y yo no comparto», tengo ganas de ponerme en la piel de la protagonista y reírme en la jeta del muchacho. Y no una risas amable, no. Una de las sarcásticas, de las que cortan como cuchillos. Primero, querido: yo no soy de nadie. Segundo: métete tu actitud de macho posesivo en donde te quepa, que en una manada sólo puede haber un alfa, y esa soy yo. Si te gusta, bien. Si no, la puerta está ahí y mi bota a un metro de tu trasero.

Y si en la primera pude pasar, en esta acabó por tocarme la moral. A ver, no me malinterpretéis, está claro que Elijah es un alfa (hombre, lo es tanto que los miembros de su manada de licanos lo llaman Alfa, por si se nos olvidaba), y si no me gustaran esos arquetipos podría haber pasado de leerla. Pero es que no se trata de eso. SÍ me gustan los machos alfa. De hecho, es justo al contrario: lo que no soporto son las personas (ya no los hombres, ojo, las personas) sumisas y que se dejan mangonear por todo el mundo. Pero es que creo que estamos un poquito equivocados con el concepto. El liderazgo se gana, no se otorga sin más porque eres el más chulo del pueblo. Y un auténtico alfa vive por y para su manada. Todo lo que hace, todo lo que piensa, hasta el aire que respira, está encaminado al bienestar de los suyos. Desde luego, lo que NO hace un alfa, es liarse con una archienemiga sólo porque le pone cachondo, poniéndose en peligro él y, como consecuencia, a todos los demás. Sí, vale, a Vashti también se le hace la boca agua con el lobito, pero es que ella también es una mujer dominante y leal hasta la muerte al mandamás de los vampiros. Y no sólo leal, amiga personal y muy querida. Y todo por la borda porque el licano está para mojar pan.

Que puedo comprender que sea más cómodo desarrollar un romance basado en la lujuria que dejar que se vaya cociendo una relación amorosa poco a poco y paso a paso, pero es que una cosa es la atracción, y otra muy distinta la atracción hacia el enemigo por excelencia de tu especie… y tuyo a nivel personal, encima. Que no es lo mismo, puñeta. Que se tienen que tener hasta asco. Pero no. Pues mira, no lo entiendo. Muy Romeo y Julieta, supongo, pero es que Romeo y Julieta tampoco lo entiendo, así que mal vamos…

Otro de los problemas que me encontré con el romance de este libro es que el final es tan apresurado como el principio. Se empiezan acostando porque se sienten algo más que atraídos (a pesar de que cada uno sospecha que fue el otro el culpable de la muerte de un ser querido, lo que es flipante. Que levante la mano la que sea capaz de acostarse con un tipo del que sospecha que mató a su compañero. ¿Ninguna mano alzada? Vale, gracias) y terminan juntos… y ya. Me explico: el libro se va desarrollando, la relación entre ellos llega a un punto en que casi es creíble… Y de pronto, se termina. Vale, es el problema de los libros que no son realmente autoconclusivos, pero es que en este caso es demasiado brusco. Te encuentras con la última página y sin entender muy bien por qué es la última página. Están juntos, sí, pero les queda tantísimo en el tintero por solucionar —y no me refiero a la trama de fondo, sino a su propia relación—, que te sientes como si te hubieran vendido el libro con cien páginas menos.

Ah, y un apunte, por si las almas sensibles: la primera escena de sexo entre Vashti y Elijah es desagradable. Sin más, oye. Desagradable y punto. Que a lo mejor fue un intento de darle la vuelta a la tortilla de la dominación que hemos estado viendo hasta ahora, poniendo a Vashti como dominante y a Elijah sometido, pero a mí me tocó la moral. Que no hablamos de una personalidad sumisa y otra dominante en la que una cede el control porque así lo desea, no. Hablamos de dos personas que quieren controlar cualquier situación a toda costa, y que una obligue a la otra a someterse, aunque sea en un contexto sexual (y creo que especialmente en un contexto sexual) es una vejación como hay pocas y el colmo de la humillación. ¿Que esa no era la intención de la autora? Pues me parece perfecto, pero es la sensación que da, y es desagradable y, cuando menos, incómodo.

En fin, que no sé lo que haré a partir de ahora. Si me pilla con ganas, leeré el siguiente. Si no es así, pues dejaré la saga y me quedaré con la duda de saber si realmente va a atar todos los cabos sueltos, o se irá dejando agujeros por el camino.

No me atrae nada de nada de nada, si me parece floja en histórica "erótica" no quiero ni pensar lo que pensaría en otros contextos 

Gracias por la crítica, Danna

Un besote

Gracias por la crítica.