Sinopsis:
Harrison MacMurray, agente de un peculiar departamento de Inteligencia, debe investigar los asesinatos de dos matemáticos y dos militares retirados y la primera pista fiable que encuentra vincula esas muertes con un prestigioso y joven congresista, el niño mimado del Capitolio, Benedict Holmes.
Victoria se casó con Benedict porque compartían el mismo sueño: cambiar las leyes para que sirvieran de verdad a quien las necesitaba y no solo a quien podía pagarlas, pero Ben ahora es distinto y ella ya no se siente feliz con su vida. Hasta que una mañana conoce a Harry, el analista informático que han contratado para la campaña de reelección de su marido.

Harry tiene que averiguar cuanto antes si Benedict Holmes es un traidor, no pensar en Victoria, en lo increíbles que son sus ojos, en lo excitantes que resultan todos y cada uno de los segundos que pasa con ella. Debe ir con cuidado, un mero error podría ser mortal para los dos. Y tiene que encontrar el modo de contarle la verdad a Victoria antes de que sea demasiado tarde. O tal vez ya lo sea...

Porque el amor es lo más peligroso que puede sucederles
 
Opinión personal:
 
«Donde empieza todo» es una novela que lleva el sello de Anna Casanovas. Tal como acostumbra la autora, encontraremos la historia narrada en dos voces. La que nos cuenta Victoria, en primera persona, que partirá de un hecho presente e irá recordando escenas del pasado, y en tercera persona, de la mano de Harry, fragmentos del pasado narrado en el presente. Parece algo lioso, pero lo cierto es que Anna lo ha sabido combinar bastante bien y ha conseguido hacerme saber en qué momento de la historia me encontraba ya que en esta novela, el pasado y el presente se van mezclando a medida que avanza la narración.
 
Es una historia sencilla y entretenida pero con la que Anna Casanovas se ha vuelto a arriesgar, principalmente por la situación en la que se encuentra la protagonista y que toca un tema algo tabú en el género. Al menos yo reconozco que no sé si mis sentimientos hacia la persona infiel hubieran sido los mismos en el caso de que la infidelidad la hubiera venido de la mano del protagonista.
 
Los saltos en el tiempo suelen ser usuales en las últimas novelas de la autora que he leído, en esta, como he comentado, va un paso más allá y, dejando de lado la forma impactante con que empieza la historia —que destaco porque me ha gustado mucho—, nos muestra de forma hábil una combinación casi continua  durante la primera parte de la novela de situaciones pasadas y presentes.
 
Victoria es una mujer acomodada a su vida. No es realmente feliz pero tampoco infeliz, simplemente se ha acostumbrado a la vida que lleva, con cierta independencia que le proporciona su trabajo como abogada, pero siempre a la sombra de su marido, del que es más un apoyo en su carrera política que una verdadera esposa. Hace tiempo que se han distanciado y apenas recuerda los motivos por los que se casó con él, pero tampoco hace nada por mejorar una vida en la que no se siente plena. No es una protagonista que me haya gustado especialmente, ya que me gustan mucho más las mujeres de carácter y con más decisión, pero me ha gustado la forma en la que la autora nos muestra sus muchas luchas internas entre lo que se siente obligada a hacer por deber y lealtad al hombre con el que está casada y lo que el corazón le dicta a arriesgarse a hacer.
 
Victoria se conformaba con su vida hasta que la aparición de Harrison es el detonante que hace que se de cuenta de que realmente no es feliz con la vida que lleva. Desde el primer instante en que sus miradas chochan, se da cuenta de que esos sentimientos que le provoca ese hombre no los había sentido antes, se siente viva otra vez, y las ganas de conocer más al nuevo colaborador de su marido van aumentando al mismo tiempo que su sentimiento de culpabilidad.
 
Harrison es un atractivo miembro de un cuerpo secreto del gobierno. Es el hermano de Mac, protagonista de la primera entrega de esta serie «Las reglas del juego», novela en la que lo conocí y ya me intrigó como personaje. No me ha defraudado, al contrario, es de esos hombres con un toque duro pero llenos de ternura y con una gran capacidad para amar. 

Nacido en una familia acomodada y dotado de una aptitud asombrosa para la informática, hubiera podido elegir un trabajo fácil con horario fijo y un buen sueldo, pero su meta no es esa, siempre ha sido una persona altruista cuyo sueño era hacer algo importante por los demás y el trabajo que desempeña le da alguna que otra satisfacción en este sentido.

Es un hombre con las ideas claras y firme en la obtención de sus propósitos, dispuesto a luchar por conseguir lo que desea pero también preparado para sacrificar su propio bienestar por la felicidad de la persona amada.
 
El flechazo surge de forma rápida y repentina y, pese a que ambos intentan luchar al principio contra lo que sienten, dejando el buen sentido de lado y en contra de todo lo que les dicta la razón, entablan una amistad que de forma rápida se les escapará de las manos.

Ambos protagonizan una historia llena de tensión sexual, con momentos de pasión y otros de ternura, malentendidos y, sin duda, una relación complicada en la que en más de un momento se sienten dolidos.
 
Siempre digo que Anna Casanovas es una buena narradora y, a veces me da algo de rabia que no se extienda más en sus novelas y no nos regale una historia más elaborada. En esta encontraremos, a parte de la novedad del tema de la infidelidad, la subtrama que acompaña a la historia de amor, con una pequeña intriga política, pero sin que la parte romántica deje de llevar el peso de la novela en ningún momento, con alguna que otra frase que la convierte en una historia bonita.
 
Lo que más me gusta de la autora es que tiene la capacidad de hacer que conecte con sus personajes y eso, no es algo que considere fácil. Podría pensar que es por el uso de la primera persona en muchos de sus capítulos pero, además de ser algo que no me gusta especialmente, otras autoras también hacen uso de este recurso y no me provocan esa conexión.
 
«Donde empieza todo» es una novela en la que Anna Casanovas arriesga con una temática delicada. Es una autora que no me defrauda ya que tengo muy claro lo que voy a encontrar entre sus páginas, una historia sencilla, tierna y entretenida, aunque en este caso haya sido más compleja que el resto de la serie, y bien escrita, con unos personajes definidos que evolucionan al compás de la historia. Siempre me resultan cortas, quizás porque pese a que no nos cuenta historias complicadas, las disfruto aunque siempre me quedo con la sensación de que el libro daba más de sí.