Sinopsis:

Durante el día ella es lady Georgiana, hermana de un duque que se vio arruinada por el peor de los escándalos antes de ser presentada en sociedad. Pero la verdad es todavía más sorprendente porque durante la noche es Chase, el misterioso y desconocido fundador del club de juego más legendario de Londres. Durante años, su doble identidad ha permanecido en secreto… hasta ahora.
 
El brillante, poderoso y atractivo Duncan West se siente muy intrigado por la hermosa y decadente mujer que es su contacto con el mundo de la oscuridad. Sabe que ella es más de lo que parece, y se propone revelar todos los secretos de Georgiana, descubrir su pasado, amenazar su presente y arriesgar todo lo que le es querido… incluyendo su corazón.
 
Opinión personal
 
Con esta historia se cierra la serie «Las reglas de los canallas».

Espero que no sea ésta la primera vez que leáis la sinopsis o, si la habéis leído, ya sepáis la identidad de la protagonista de esta novela. Si no lo habéis hecho, no sigáis leyendo. Empezad la serie y poneos al día, os aseguro que disfrutaréis mucho más de la novela con las ganas de conocer la identidad del cuarto miembro del club de El Ángel caído.
 
Parece que Sarah MacLean, al igual que otras compatriotas suyas, es una autora a la que le gusta recuperar personajes secundarios y darles su propia historia. Si habéis leído su serie «Los números» recordaréis a la hermana del duque de Leighton, quien después de años ha tomado la determinación de ser aceptada de nuevo en sociedad, y para ello está en busca y captura de marido. Con título claro está.
 
Georgina es una mujer de carácter, poco queda de aquella jovencita que soñaba con príncipes y el amor verdadero. Nada mejor que la vida y una fuerte traición para endurecerse y hacerse a sí misma. Pero Georgina ha hecho mucho más que sobrevivir, se ha inventado a sí misma y ha conseguido entrar y vencer en su propio ring a muchos de los miembros poderosos e influyentes de la sociedad. Ya no es una dulce damisela, es una leona que hará lo imposible para defender a su cachorro de cualquier dolor y hará lo inviable para allanarle el futuro. Es una mujer independiente, determinada y fría, pero su mayor cualidad es una afilada inteligencia, que la ha convertido en una de las personas con mayor poder de la sociedad. Nada como la guardiana de los mayores pecados de los miembros de la alta sociedad para controlar a la nobleza, pero ese poder no le puede dar lo único que ahora necesita para su retoño: respetabilidad.

Es una mujer práctica y directa y, en general, he disfrutado del arrojo con el que planta cara a algunos temas.
 
La información es poder y gran parte la controla Duncan West, periodista y dueño de las publicaciones londinenses más importantes. Ese estatus le ha proporcionado la entrada y aceptación de las altas esferas, asistir a sus bailes y codearse con la alta sociedad a pesar de su condición de plebeyo.

Es un hombre responsable, algo frío y calculador, pero con un marcado interés por los miembros menos favorecidos de la sociedad. En muchas ocasiones hace uso de su influencia para promover diferentes proyectos a favor de los más necesitados. Su acusado sentido del honor hará inevitable que se interese por esa joven valiente que afronta con orgullo el rechazo de sus semejantes.

Es un personaje con carácter, acostumbrado a conseguir lo que quiere y con buen ojo para los secretos. Tiene un puntillo mandón, pero creo que es necesario para lidiar con el fuerte carácter de su pareja. Pero me gusta que no sea un libertino y, a pesar de que siempre se nombra a sí mismo como un canalla, el respeto que demuestra por algunos personajes lo aleja bastante de ese concepto.

Si algo está claro es que en esta novela se juntan dos personas acostumbradas a dominar y a conseguir con poco esfuerzo que sus deseos se vean cumplidos y que sus órdenes sean prontamente acatadas y, en mi opinión, la autora ha conseguido un buen equilibrio entre dominación y respeto por ambas partes.
 
Ambos me han gustado, pero si tuviera que elegir entre ambos me quedo con lady Georgina, por su condición de mujer y lo complicado de su pluralidad de «caracteres».

 
No puedo hablar de originalidad en la historia, aunque el personaje de Chase ya constituye por sí mismo un buen reclamo. Pero Sarah MacLean es una autora que me gusta, con un estilo sencillo pero cuidado logra mantener la atención del lector en una historia que, aunque en algunos momentos resulta previsible, no por ello es menos interesante.

Me gusta esta mujer y, aunque he echado en falta el humor que encontré en algunas de sus otras novelas, he encontrado algún que otro diálogo interesante. Haré especial hincapié en Caroline, la hija de Georgina, quien, dicho sea de paso, no aparenta en ningún momento la corta edad que tiene, pero sí que tiene algunos comentarios muy acertados que chocan al ser puestos en su boca.
 
De forma paralela a la historia de amor encontramos el misterio del pasado de Duncan, que junto con su falta de título constituye uno de los principales hechos que enturbian el futuro de una relación entre ellos. Pero Sarah MacLean no pierde oportunidad de criticar tanto la hipocresía de la sociedad en la que se mueven como el abuso de poder.
 
En su conjunto, «Nunca juzgues a una dama por su apariencia» me ha parecido un gran broche final para esta serie y creo que de todos ha pasado a ser mi favorito. Es una historia sin grandes complicaciones, pero cuyos secretos mantienen la atención del lector. Ciertos aspectos tienen su «pero», que me guardo para mí porque sería un gran spoiler.

Eso sí, ya estoy más que acostumbrada, pero sigo quejándome de que se obvie el tema del «cómo y en qué momento se enamoran». Que conste que como novela me ha gustado mucho y la he disfrutado, pero es algo que no puedo dejar de comentar.

Como entrega final de la serie, en varias escenas encontramos la aparición de los protagonistas anteriores, siempre es entretenido saber qué ha sido de ellos. Además, cada capítulo empieza con un extracto del artículo que publican en el diario de Duncan y en muchos de ellos se hace también mención a ellos.

También conocemos a la protagonista, Sophie Talbot, de la nueva serie de la autora, que espero que no tardemos mucho en ver publicada en España.

He de decir que me alegro mucho de haber empezado la serie en el momento de su publicación, el tema de Chase es de esos misterios que se disfrutan a lo largo de la serie y, una vez publicados los cuatro y leídas las sinopsis, se desvela todo el pastel.