El exjugador de fútbol americano, Sam Ridge, tenía muy mala suerte con las mujeres, por eso se mantenía alejado de ellas. Aun así, la preciosa morena que conoció en un bar de Fool’s Gold parecía inofensiva... hasta que lo llevó a su casa y allí él descubrió una habitación destinada a atrapar a un hombre de por vida.

Dellina Hopkins jamás imaginó que almacenar en su casa los vestidos de novia de la tienda de su amiga espantaría a su primera y única aventura. No había esperado amor eterno de Sam, pero una noche, toda una noche, habría estado muy bien.

La que había sido una perfecta huida por parte de Sam se complicó cuando su empresa contrató a Dellina para organizar un evento. Y cuando largas horas de trabajo juntos dieron paso a largas noches, los dos sucumbieron a la tentación de nuevo. ¿Había cambiado por fin la suerte de Sam? ¿O sería Dellina la que saliera corriendo esta vez?

Décimo cuarto libro de la serie «Fool's Gold».

La verdad es que para haber escasez de hombres en Fool's Gold tienen un porcentaje de deportistas de élite proporcionalmente alto —deportistas sexys, evidentemente—. En esta novela siguen las historias de amor de los socios de Score y, después de Taryn, le toca el turno a Sam con Dellina, ambos personajes ya hicieron sus presentaciones en libros anteriores y, según contó Dellina en el último, tuvieron una noche de pasión unos meses atrás.

Os pongo en antecedentes. Lo que Dellina explicó es que en San Valentín ninguno de los dos estaba de humor como para comer bombones y regalar rosas, así que cada uno por su lado sale de copas, se conocen y acaban en la casa de Dellina. Todo va de maravilla, hasta que él entra por error en una habitación llena de vestidos de novia y una pizarra con una lista bajo el título de «Cómo hacer que te pida matrimonio». Y ahí es cuando podemos imaginar una silueta de Sam salir corriendo a medio vestir.

Pero para esa aparente locura hay una explicación. Los vestidos son de una amiga cuya tienda de vestidos de novia está en ampliación y Dellina los guarda para evitar que se estropeen. Y la lista de la pizarra pertenece a su hermana, de ella hablaré después, que quiere hacer que su novio le proponga matrimonio —es un plan bastante absurdo, pero la pobre Dellina no tiene la culpa—.

Y en ese punto de la situación es cuando empieza la novela, porque unos meses después de esa noche Sam necesita la ayuda de Dellina.

Tampoco se puede culpar a Sam de salir huyendo asustado, la situación es extraña como poco. Y él ha tenido una verdadera mala suerte con las mujeres, tanto que parece una maldición; por eso es comprensible que crea que ha atraído a una loca más y que el amor tradicional no es para él, y eso, en el fondo, es lo que anhela. Sam es un encanto y mucho más que un deportista famoso que se encuentra en la incómoda situación de tener que pedirle a Dellina ayuda en la organización de una gran fiesta de su empresa.

La pobre Dellina no supo por qué Sam salió huyendo en mitad de la noche sin dar explicaciones hasta que ató cabos con la habitación de los horrores. Sam se pasó los meses siguientes intentando evitarla hasta que necesita su ayuda, y ella bien que disfruta de esa pequeña venganza de tenerlo a su merced, al menos en ese aspecto. Dellina se encarga de la organización de grandes eventos en Fool's Gold y hace bien su trabajo, pero es un poco desastre con su vida personal.

Y tras aclarar la situación que los distanció unos meses antes y verse obligados a colaborar para la fiesta, empieza la historia de Dellina y Sam de nuevo, sólo que ambos saben lo bien que se compenetran en la intimidad. Empiezan a preguntarse en qué punto estaría su relación si no hubiese tenido lugar el incidente y si la podrían retomar, pero a Sam le cuesta confiar en las mujeres, y con razón. Su corazón le dice que puede fiarse de ella, pero su cabeza no consigue decidirse.

De nuevo encontramos a personajes ya conocidos de Fool's Gold, muchos de ellos emparejados anteriormente. Tienen especial relevancia los socios de Sam en Score; Taryn ya tuvo su historia en el último libro, pero Jack y Kenny son los siguientes.

Sin olvidar a las hermanas de Dellina, las dos tuvieron su historia de amor en sendos relatos, pero una de las dos gemelas tiene una pequeña historia secundaria donde intenta que su novio le vuelva a proponer matrimonio.

También es remarcable el papel de Lark, no diré quién es pero es tan directa que asusta y por eso mismo sus escenas resultan tan divertidas.

Al mismo tiempo, la alcaldesa Marsha sigue recopilando «voluntarios» que ayuden a la comunidad, incluso buscando a nuevos vecinos.

El final es rápido y previsible, como suele ocurrir con las historias de este pueblo, pero eso ya es parte de su sello y de su encanto. Es una historia sencilla y entretenida, como todas las de esta serie.