A la hora de tratar con fantasmas, hay normas. Una pena que Ree Hutchins no las conozca.

Cuando su paciente preferida del psiquiátrico privado en que trabaja fallece, Ree Hutchins, estudiante de Psicología, lamenta la muerte de la anciana. Pero lo que más perturba a esta joven es un presentimiento, la sospecha de que algo antinatural la está persiguiendo.

Un cazafantasmas aficionado, Hayden Priest, está convencido de que algo acecha a Ree. Incluso Amelia Gray, conocida en Charleston como la Reina del cementerio, percibe una oscuridad extraña. Empujada por una fuerza que es incapaz de comprender, Ree destapa un viejo secreto y consigue que las almas abandonadas por fin descansen en paz, antes de que la encierren para siempre...

Relato que ejerce de precuela de la serie «La reina del cementerio».

La trama de este pequeño relato encaja perfectamente con el ambiente de la famosa serie de Amanda Stevens, sobre todo gracias a elementos góticos como un antiguo psiquiátrico y un fantasma atrapado desde hace décadas. A esto hay que añadir otro peligro mucho más tangible y humano.

Aunque cuenta con protagonistas distintos a el resto de la serie, queda bastante claro que esta historia pertenece al mundo que la autora creó para Amelia Gray, pues la ambientación es inconfundible, especialmente en las escenas del cementerio y del psiquiátrico.

Para ser un relato corto está bien definido, aunque la historia era lo bastante interesante como para una adaptarla a una novela más larga. Por razones obvias los acontecimientos son un poco precipitados, sobre todo en la parte final, donde hay hechos que más bien se intuyen en lugar de narrarse y faltaría un poco de explicación.

Pero el relato con tintes góticos cumple con su cometido de introducirnos en el aura paranormal de los cementerios de Charleston.

También es importante destacar la relevancia de la Orden del Ataúd y la Zarpa, que es algo muy presente, a la vez que invisible, a lo largo de la serie y aquí tiene una relación directa con el caso criminal y varios de los personajes.

Ree me ha gustado bastante, es una estudiante de psicología que ejerce de voluntaria en un psiquiátrico, que no cree en fantasmas, pero que acaba siendo acechada por uno por casualidad. Y eso ocurre el mismo día en que se ve envuelta en algo mucho más terrenal y peligroso.

Hayden es un cazafantasmas que después de años buscando uno y no encontrarlo, se topa con una mujer acechada y siente el impulso de ayudarla, aunque eso no es lo único que siente hacia ella. Hayden me ha gustado como personaje, pero está menos definido que Ree, sobre todo en la parte final.

La historia de amor entre ellos empieza por la necesidad, la necesidad de un amigo y confidente por parte de Ree. Pero desde la escena mística, mágica y extraña en la que se conocen hay atracción entre ellos. Su relación me ha parecido bonita, pese a que la autora sólo nos dé un esbozo.

Son dos personajes que podrían aparecer en cualquier otro libro de la serie.

De los personajes secundarios, obviamente, hay que hablar de Amelia y Devlin, una bonita referencia a la pareja protagonista de la serie antes de que éstos se conozcan.

Una historia que se lee en un rato y se puede optar por ella en cualquier punto de la serie, porque no desvela nada de la trama principal, es una interesante introducción al universo de Amelia Gray.