¿Renunciarías a tus sueños por amor?

Si hay una persona a la que Alicia guarda rencor, ese es Felipe: su antiguo profesor de la universidad. La persona que le dijo que no sería capaz de convertirse en intérprete de conferencias. Diez años después, cuando lo ha conseguido con creces, ambos se reencuentran de manera inesperada.

Felipe siempre sintió algo por su alumna, pero sus ambiciones se interpusieron en su camino, ahora está dispuesto a reconquistarla. Sin embargo, las cosas no serán tan sencillas porque ambos tienen visiones distintas de la vida: el atractivo intérprete ha dejado atrás todas sus ilusiones para conformarse con la sencilla rutina que tiene en Valencia, mientras que Alicia desea convertirse en intérprete para las Naciones Unidas.

Sus maneras de ver el mundo, tan diferentes, los alejarán. ¿Por qué Felipe no quiere dejar su ciudad natal para convertirse en el profesional que siempre soñó? Y Alicia, ¿elegirá perseguir su sueño o se decantará por luchar por el amor verdadero?

La primera vez que leí a Carla Crespo fue con el libro «Un amor entre las dunas» y me dejó un buen sabor de boca. Sus novelas son cortas —en realidad no suelen llegar a las trescientas páginas—, pero sencillas y agradables, sin demasiadas complicadiones y con un punto de ternura.

Ahora me apetecía algo asi: una lectura ligera y rápida. Y esta novela me llamó la atención por su sinopsis. La portada me pareció una monada y, junto al título, dan una pista bastante clara sobre el tema del libro, al menos sobre el ambiente en el que se desarrolla la trama. Y se nota que es un mundo que la autora conoce bien.

El argumento, como decía más arriba, es muy sencillo. No plantea grandes dilemas y es una historia de amor sin más pretensiones que las de hacer pasar un buen rato. El único obstáculo que tienen los protagonistas es el que se imponen ellos mismos a la hora de darse otra oportunidad para estar juntos.

Me han hecho sonreir la conversación sobre el doblaje, porque me pasa lo mismo con el tema de las voces; y las referencias cinéfilas y seriéfilas, en especial la que alude a «Las chicas Gilmore», una serie con mucha influencia tanto si te gustaba como si no, tanto si eras seguidor como si no.

Alicia es a veces un poco arrogante, pero en el fondo es también vulnerable. Es una profesional y se toma muy en serio su sueño, un sueño que ha perseguido desde siempre. A medida que avanzas con el libro te das cuenta de que ella es igual que Felipe diez años atrás y eso te ayuda a comprenderla mejor, porque no es una protagonista de trato fácil. Puede que tenga razón en algunos reproches que le hace a Felipe, pero no en otros.

Felipe fue el mejor profesor de interpretación que ha tenido Alicia, el que le enseñó casi todo lo que sabe, del que se enamoró. Pero un cúmulo de circunstancias hicieron imposible su relación, en gran parte por una decisión de Felipe. Diez años después, con más experiencia en la vida, está decidido a enmendar su error ahora que el destino ha puesto a Alicia en su camino por partida doble. Tiempo atrás tuvo el mismo sueño que ella y se ve reflejado en su situación, por eso la conoce tan bien.

Mientras leía la historia y descubría aspectos de su pasada relación me hice a la idea, confirmada más tarde, de que Felipe era el típico profesor joven con ganas de enseñar. Y así es, ellos dos no se llevan demasiados años y eso me ha gustado, porque si no no puedo evitar pensar en una especie de complejo de Electra y en esos casos me chafa un poco la historia.

A través de unos breves flashbacks conocemos la historia inicial de los protagonistas, y gran parte del libro se basa en la reconquista de Felipe sobre Alicia. También recae el peso en la lucha por los sueños, en el dilema de perseguirlos, renunciar a ellos o transformarlos. Me ha gustado cómo ha resuelto este tema, era casi como si la solución estuviera delante de ellos y no la hubieran visto antes.

Los personajes secundarios me han parecido bastante simpáticos. Las dos amigas de Alicia, que son su apoyo, no se soportan, pero entre ellas surge una curiosa amistad. Es bonito el detalle que Lidia tiene con Marisa y cómo ésta modera su carácter a partir de entonces. Las dos son muy distintas, pero empiezan una relación de amistad interesante que la autora nos presenta con pequeñas pinceladas. Todo esto como un fondo que no les quita espacio a los protagonistas.

Lidia me parece un personaje interesante para ser una futura protagonista y parece que la autora lo deja preparado para que asi sea.

Y Maruchi, la madre de Felipe, que es la que acaba poniendo el sentido común en la relación de los dos jóvenes.

El final me ha gustado, los dos encuentran su camino sin renunciar a sus sueños, pero cediendo un poco. Quizás el desenlace viene dado por una escena mil veces vista, pero bonita y con un toque cómico.

Lo que me gusta de Carla Crespo es que al empezar un libro suyo parece que es demasiado corto, pero después cunde bastante y tienes la impresión de que ha sido más largo. Los dos que he leído de ella me han dejado una buena impresión, en especial «Un amor entre las dunas».

En este caso, creo que la trama no daba para mucho más, pero ha sido una lectura agrdable que ha cumplido con su objetivo de procurar unas horas de entretenimiento.