La pequeña panadería de la isla - Jenny Colgan
Sinopsis:
Tras el desastroso final de su última relación amorosa, Polly Waterford se traslada a un balneario en una remota isla frente a las costas de Cornualles, donde se instala en un piso pequeño y solitario situado encima de una tienda abandonada.
Para distraerse de sus problemas, Polly se concentra en su afición favorita: amasar y hornear pan. Pero su relajante pasatiempo de fin de semana no tarda en convertirse en una pasión. A medida que vuelca sus emociones en amasar y golpear la masa, cada hogaza resulta mejor que la anterior. Entusiasmada, Polly empieza a incorporar nueces, olivas o semillas a la masa, además de la miel que le proporciona un apuesto apicultor del lugar. Recurriendo a reservas de determinación y creatividad que ignoraba que poseía, Polly maravilla a los habitantes del pueblo y a los visitantes con las maravillas que salen de su horno, y de paso descubre una vida nueva y brillante allí donde jamás esperaba encontrarla.
Valoración:
Primera novela que leo de la autora, y no será la última.
Es una novela romántica sentimental con un tono optimista a pesar de que parte de una situación en la que la protagonista está en la ruina y sin trabajo. Polly ha perdido todo lo que siempre soñó, lo que acaba provocando la ruptura con su pareja, con quien compartía profesión y negocio.
En ese momento de la vida en que se siente perdida se apoya en su mejor amiga, Kerensa, que la ayuda a buscar nueva vivienda. Acaba alquilando una casita en un pequeño pueblo costero que tiene la peculiaridad de que, con la subida de la marea, acaba aislado del continente y convirtiéndose en una isla.
Polly se instala en una casa en malas condiciones, con goteras, sucia y estropeada que acabará convirtiendo en su hogar. Alejada de la ciudad y de los recuerdos amargos que ésta le trae por lo que pudo ser y no fue, este cambio de estilo de vida se convierte en una forma de desconectar de ese pasado y empezar de nuevo. Vemos cómo Polly va cambiando.
Es una historia con personajes que van dando consistencia a un pintoresco pueblo marinero que aparentemente podría ser aburrido, pero en el que Polly encuentra el lugar tranquilo y con vistas al mar en el que está destinada a vivir para ser feliz.
Y lo que iba a ser una estancia temporal de unos pocos meses se va alargando indefinidamente.
Después de ir conociendo a la gente del pueblo y de compartir momentos con ellos, Polly se empieza a dar cuenta de la importancia que las pequeñas cosas de la vida diaria tienen y se siente mejor que nunca.
Y eso es lo que logra transmitir la novela: la importancia de los pequeños acontecimientos cotidianos a través de las relaciones con los vecinos del pueblo y una sensación de optimismo viendo lo positivo en medio de la desesperación.
No para de enfrentarse a nuevos retos con la determinación de salir adelante y de no dejarse vencer por las adversidades que se va encontrando. Frente a una situación dura y desesperada surge una esperanza y la voluntad de sobreponerse queda por encima de todo lo demás.
Se plantean situaciones difíciles y tristes que hacen querer seguir leyendo la novela para saber cómo va a salir adelante y qué pasará. Y donde no sólo habrá trabajo y amistades sino también romance.
Todo ello unido a través de unos personajes secundarios que serán muy importantes y acompañarán a Polly en su nueva vida.
Esto hace de la novela una historia romántica y sentimental con la que disfrutar a pesar de que no ser tan ligera ni simple como podría imaginarme al leer la sinopsis. Tiene aspectos mucho más profundos que se reflejan en las relaciones entre los personajes y en los hechos que ocurren.
Todo contado de una manera que te mantiene atrapada, amena e interesante, y que hace que la lectura sea rápida con acontecimientos inesperados, momentos cómicos y divertidos, tristes y románticos, y con un poco de todo en un ambiente que evoca a veces la tranquilidad y a veces la impetuosidad del mar.