¿Se había enamorado aquel soltero empedernido?

Era poco probable. El SEAL de la Armada Lucky O’Donlon era el típico mujeriego acostumbrado a que las mujeres cayeran rendidas a sus pies, así que no entendía cómo era posible que la adorablemente ingeniosa y frustrantemente atractiva Sydney Jameson no quisiera saber nada de él, que lo tratara con gélida indiferencia.

Decidió que él iba a pagarle con la misma moneda, pero, antes de nada, tenían una misión por cumplir: atrapar al hombre al que perseguían. Y después, ya habría tiempo para que Lucky pensara en el amor...

Noveno libro de la serie «Tall, dark & dangerous».

Con esta serie me pasa una cosa curiosa, y es que hay tantos personajes con libros propios que, cuando empiezo uno, tengo que comprobar los argumentos anteriores para recordar quién es quién y con quién está casado cada SEAL. No es que sea algo relevante para la trama, pero me gusta tenerlos ubicados a todos. Es lo que tiene haber leído las novelas desordenadas...

La verdad es que es una serie bastante entretenida, porque no son novelas largas y suelen combinar el misterio y la acción con el romance. Además, todos los protagonistas masculinos aparecen en el resto de libros y eso permite seguir a las parejas que se han ido formando.

En este caso, la historia de amor se combina con una trama criminal. Los protagonistas deben colaborar para atrapar a un violador en serie tras varios casos que tienen en jaque a la policía y a la Armada. Y es que se cree que el criminal podría ser un SEAL, algo que dificultaría las cosas a la hora de encontrarlo.

Sydney es una reportera independiente que se encuentra sin pretenderlo en medio de la situación, pues su vecina es una de las víctimas del criminal y ella, la única que ha visto a ese hombre, aunque sin saber quién era. Me encanta su sentido del humor, bastante sarcástico, sobre todo en lo que a Luke se refiere. Le considera el típico hombre físicamente perfecto y le apoda «Ken el marinerito con todos los accesorios». Ella, que es moderadamente atractiva, nunca ha sido una mujer deseada por los hombres como él, por eso no cree en la sinceridad de los flirteos de Luke. Aparte de su sentido del humor mordaz, es una mujer valiente y decidida.

Lucky es el apodo que los SEAL le dieron a Luke por su suerte con las mujeres —pero como Luke me parece un nombre muy bonito yo prefiero llamarle así—. Su físico de hombre sexy y casi perfecto le ayuda mucho, además de su cuerpo entrenado para la acción. Nunca se ha enamorado, nunca ha sentido nada especial por ninguna mujer, nunca ha sentido la necesidad de comprometerse en una relación... hasta que conoce a Sydney. Ella no es su tipo, pero se siente atraído por ella, aunque en un principio sólo quiere seducirla para que no le estorbe en su misión. Pero comete el error de convertirse en su amigo, de preocuparse por ella, y así acaba enamorado. Y nos muestra su lado más tierno, más familiar, más sensible.

La historia de amor es bastante tierna, una periodista y un SEAL que no se soportan, se ven obligados a colaborar en una importante misión. El hecho de que Sydney se vea involucrada en el caso es un poco increíble, pero por ver la animosidad con las que se trata esta pareja merece la pena. Luke no está acostumbrado a las mujeres con cerebro y le resulta refrescante conocer a una mujer así, y también curioso sentir atracción hacia ella. Al principio él hace alarde de su reputación en su comportamiento con ella, pero Sydney no se deja manipular. Y con los riesgos de la situación sale el lado más protector de Luke. El SEAL «afortunado» ha caído como todos los demás. Lo que sí veo un poco forzado es la escena de cama, porque sólo hay una, esperaba que llegara antes y no sucediera tan deprisa. Pero me gusta el grado de intimidad que consiguen los dos.

Como en los demás libros, aparecen todas las parejas anteriores y los SEAL que aún no han tenido historias propias. Pero las presencias más importantes son las de Bobby —protagonista de la siguiente novela— y de Lucy —la esposa de Blue McCoy— que tiene un papel muy importante en la trama. Aunque, dadas las circunstancias, me hubiera gustado que Lucy y Blue tuvieran una escena más para cerrar el libro.

Salvo por un par de detalles, la historia me ha gustado. Es bastante tierna, muy entretenida, con unos personajes divertidos, pero en con trama de suspense seria. El final es un poco empalagoso, hay momentos tiernos y momentos emotivos, pero tiene su dosis de acción y un ligero sentido del humor que no desentona con la historia. Todo en una novela más bien corta, pero bien condensada.