Noches perversas - Gena Showalter
SinopsisA Zacharel, el líder de uno de los ejércitos más poderosos de los cielos, sus superiores lo habían evaluado y considerado muy peligroso y despiadado. Si no tenía cuidado, corría el riesgo de perder las alas. Sin embargo, aquel guerrero con el corazón de hielo no estaba dispuesto a abandonar el mando de las misiones que tenía encomendadas… hasta que una humana vulnerable lo tentó con placeres carnales que él nunca había conocido.
Annabelle Miller había sido acusada de un crimen que no había cometido, y había pasado cuatro años en un hospital psiquiátrico penitenciario. Los demonios vigilaban todos sus movimientos estrechamente, puesto que su rey no iba a detenerse ante nada con tal de conseguirla. Zacharel, un ángel brutal, era su única oportunidad de sobrevivir. Sus caricias eran tan ardientes como el infierno, pero ¿sería él su salvación, o su condena definitiva?
ValoraciónPrimer libro de la serie «Ángeles oscuros».
Con este libro empezamos una nueva serie de la autora, pero en realidad es un
spin off de su saga de «Los señores del inframundo». Hablamos de un grupo de ángeles que están a las puertas de caer y a los que se les ha dado un tiempo de prueba para saber si se salvan o terminan de perder sus alas.
Tengo que decir que este libro lo comencé, no con reticencia; con muchísima reticencia. Estuve a un tris de no empezarlo porque los
spin off no tienden a convencerme. Pero tengo que decir que este libro me ha encantado. Me ha gustado mucho, y cada vez que tenía que dejarlo, ya andaba pendiente de cuándo lo iba a retomar.
El libro comienza cuatro años antes del momento en que se desarrolla la historia. Nos pone en escena de lo que ocurrió el día que murieron los padres de Annabelle y cómo ella acabó siendo culpada del asesinato y metida en un hospital psiquiátrico por asegurar que había sido un demonio el que les había matado. Después se pasaría al «presente» de la historia.
En realidad, lo que pasa en ese prólogo es de las cosas que más me han gustado del libro. Y no, no es por lo que ocurre en sí, sino por lo que implica para el lector —o al menos, para mí—. En él se dan ciertos detalles, retazos más bien, con los que luego la autora hará que pueda jugar con tu cabeza. La información de lo que está pasando te llega a cuentagotas, más o menos, a la par que van reconstruyendo los protagonistas el puzle de lo que ocurre. Pero tú vienes con la información previa del prólogo que intentas conectar todo el tiempo a lo nuevo que viene. Yo no sé las demás, pero reconozco que tengo una imaginación muy viva, y me estaba montando unas «películas» con cada nueva «gota» que se contaba… en serio, me ha encantado el libro por lo bien que me lo he pasado.
Me da por pensar, con esto, que una persona que no lea el libro con la misma mecánica que yo, es decir, que lea el libro lineal y ateniéndose sólo a lo que ocurre en él, no lo pueda disfrutar igual. Pero de verdad, yo lo he hecho y mucho, porque a cada nueva información, me desmotaba la cábala que tenía hecha y yo me hacía otra, sólo para estar pendiente de si iba bien encaminada y ver que me la volvían a tirar. Por supuesto, llega un punto en que empiezas a ver venir la «verdad-verdadera», que todo empieza a encajar como debe ser y la «pieza prólogo» encuentra su lugar, pero hasta entonces… a mí me tuvo muy enganchada, en serio.
Además, me han gustado bastante los personajes. Eso sí, me ha gustado más Zacharel que Annabelle.
Ella es de esas protagonistas que aguantan lo que les echen e intentan sobreponerse a ello. Encara lo que le venga sin lloriqueos victimistas. Sin embargo, ha habido momentos en que lo de ella me resultaba más cabezonería que valentía. Hay puntos en los que la valentía se convierte en imprudencia y Annabelle no los distingue bien. Tiene mucha suerte de que la autora ha sido buena con ella y en esos momentos en los que le podían haber dado por todas partes, haya salido no muy mal parada. Porque lo sentimos, chica, pero si eres una triste mortal, no te puedes meter en una batalla de ángeles y demonios con poderes, espadas de fuego y demás parafernalia, como si tú pudieras hacer gran cosa ahí. Por suerte para ella, Zacharel era más listo y enseguida la ponía fuera de peligro con uno de esos… sí, Annabelle, esos poderes que tú no tienes.
Pero aparte de esos momentos de «escasa lucidez», en general es una de esas protagonistas que no se amilanan, y teniendo en cuenta la que le cae encima, es propio reconocérselo.
Zacharel, como decía, me ha gustado más. Es un ángel que se encuentra en una posición bastante difícil. Tiene que comandar a un grupo de ángeles que están a punto de perder sus alas por su mala conducta. A lo largo del libro vemos cómo Zacharel va humanizándose poco a poco. Su principal problema es que no le tiembla la mano si para matar a una horda de demonios cae algún humano en el proceso; algo que, como se ve en el libro, a su Deidad no le hace ni pizca de gracia y es incluso motivo para hacer caer a un ángel. Al conocer a Annabelle e ir enamorándose de ella, va entendiendo el valor de la vida de un humano y el daño que se hace no sólo al que muere, sino también a los que quieren a esa persona (como entiende que le pasará a él si a Annabelle le sucediese algo).
Por otro lado, una de las cosas que más me han gustado de él es que no ha entrado en la espiral de remordimientos, culpabilidades y «no debería enamorarme de ella por ser lo que es», que en cualquier otro libro, seguro que habría salido a colación. Porque sí, desde el principio, Zacharel sabe que existe un vínculo muy fuerte entre Annabelle y los demonios; que hay un demonio que la ha marcado como su amante aunque no estén seguros de cómo lo ha hecho. En serio, es el caldo de cultivo perfecto para lo mencionado: «yo, ángel a punto de perder mis alas, ¿enamorándome de la amante de un demonio? No, ¡nunca!, debo resistirme». Pues no, Zacharel pasa del asunto como si estuvieran hablando de que tiene un lunar en la mano que no le gusta. Es decir, es consciente de lo «inconveniente» que es, pero le importa un rábano… ¿no es encantador?
Y luego tenemos al resto del elenco de personajes. Como primer libro de una saga y, además, grupo de ángeles a punto de caer, va apareciendo el resto del reparto cada uno con su historia detrás. Por supuesto, es un «sabemos que hay historias detrás», pues la autora sólo da pequeños matices de ellos; lo suficiente para que te piquen y quieras leer su historia. Pero teniendo en cuenta que están en ese «grupo a prueba» sabes que no puede ser muy bueno lo que hay detrás. Lo que sí que he visto cotilleando los posteriores libros, es que el siguiente, cómo no, no es del que «tendría» que ser. Pero claro, estamos hablando de Gena Showalter, ¿cuándo el siguiente libro es del personaje que más te pica en el anterior?
En fin, esperaremos por él.
En términos generales, como decía, es un libro que me ha gustado mucho. La trama está bien perfilada e hilada con los detalles que te van soltando, no he sentido que se hagan grandes parones en los que te haga sentir que la historia pierde fuelle, y se ve que los personajes que aparecen tienen «algo que contar». Así que puedo agradecer haber dejado atrás mis reticencias con este
spin off y haber leído este libro.