1 Estrella, y hasta la fecha el peor libro que he leído este año. Me da mucha lástima decirlo, pues ya me habría gustado a mí que éste libro me gustara, y por eso lo elegí para leerlo, pero no ha sido así. Cuando abres un libro ilusionada, y pasas las páginas, y no consigue atraparte, si no que al revés, lo que te provoca es somnolencia, sólo puede definirse de una manera: aburrimiento.

Y seguro que el problema de que no lo haya disfrutado ha sido enteramente mío, no estoy pasando por mi mejor momento físico ni mental, y me afecta mucho el estado de ánimo cuando leo un libro. Cuando esto me pasa siempre pienso que debería dejarlo y darle una oportunidad más adelante, pero soy incapaz de dejar un libro a medias y siempre debo llegar hasta el final, aunque acabe aborreciendo al libro.

¿Qué tenía para aburrirme? Principalmente, pienso que una historia que no me enganchaba, y unos personajes que tampoco contribuían a captar mi atención. Claro que el problema de que me haya aburrido tanto ha impedido que me entere de muchas cosas que ocurren y que otras las he leído en diagonal, así que intentaré ir al grano y como mejor recuerde.

La novela transcurre en Escocia a principios del siglo XIX, el protagonista, Robert, es un conde escocés con dos hermanas a las que casar, y él mismo, guapo y soltero pero sin desear la misma dicha y supuestamente con sus propios demonios tras luchar en la Guerra de la Independencia española, y digo supuestamente porque en ningún momento he sentido empatía ni interés por su pasado del que prácticamente no se sabe nada en toda la novela.

Clarisa es una princesa de un reino ficticio de los Pirineos llamado Beaumontagne, del estilo de Andorra, podría decir. Años atrás dicho reino sufrió una revolución y el posterior asedio de Napoleón. Mientras que Clarisa y sus dos hermanas, Amy y Sorcha pudieron escapar, su abuela quedó recluida y prisionera de los revolucionarios hasta que las princesas pudieran volver y reclamar su herencia.

En la actualidad y tras varios años desaparecidas, Clarisa y Amy viajan por el norte de Inglaterra vendiendo potingues y remedios caseros para contribuir a la vanidad humana, pero cuando llegan al pueblo escocés de Freya Crags, algo las para; Robert, el conde de Hepburn no está muy convencido de las propiedades, supuestamente mágicas de sus potingues, y prefiere tener a Clarisa vigilada, aunque no será sólo eso sus motivos para invitarla a ir a su casa, si no que la necesita para un próximo baile que va a ofrecer, cuya ayuda podría ser indispensable para los fines de Robert.

Bueno, pues muchas de las cosas que suceden en este libro me han parecido inverosímiles, y no sé por qué ocurren, por mucho que la autora nos quiera decir que esto es así, a mí no me ha convencido. El motivo de Robert para llevarse a Clarisa a su hogar no me ha quedado demasiado claro, y luego me parece que todo queda en nada. La historia me ha parecido muy desaprovechada y tampoco he entendido en qué momento se enamoran, ni cómo empieza su romance, ni cuándo Robert comienza a creer a Clarisa. No me ha resultado nada convincente.

Ésta no es la primera novela que leo de Christina Dodd, sé que las tiene mejores y peores. Por suerte he leído algunas que me han gustado, pero esta me ha resultado catastrófica. Una historia mal contada, mal narrada (no sé si el traductor tendrá que ver mucho en ello), un romance que no me ha convencido. Resumiendo, que me ha parecido una novela mala y aburrida, y no creo que lea el resto de la serie.