tal vez tal vez eres fortunada porque he pedido ayuda a otras amigas cazadoras y una de ellas me dice que la novela es
El libro de Skye de Emily Delevig
....Alba bebió de la copa de Cameron con una sonrisa al escuchar las exclamaciones de los invitados, algunas un poco vulgares que consiguieron hacer sonrojar a más de una criada. Cuando el líquido tocó su lengua, Alba estuvo a punto de escupirlo. Agria y rancia, se bebió un pequeñísimo sorbo antes de tomar su asiento, coger la copa y dársela a un sirviente para que trajera una nueva de inmediato.
..... Soltando un pequeño gemido, se llevó una mano e intentó tranquilizarse. Hipó. Una fuerte punzada volvió, esta vez con más fuerza, para que el sudor comenzara a perlar su frente y gimiese esta vez con más intensidad.
Incorporándose, tiró accidentalmente la nueva cerveza que había traído el sirviente, mojando las manos de Cameron.
Él la miró con el ceño fruncido.
—¿Alba? ¿Te encuentras bien?
Apenas había terminado la pregunta cuando se dobló por la mitad y vomitó sobre sus pies, escuchando a lo lejos las murmuraciones de los invitados. Sus oídos pitaron y sus rodillas temblaron violentamente, haciéndola perder el equilibrio.
Cameron fue lo suficientemente rápido como para agarrarla y pegarla a él. Alba volvió a vomitar, esta vez encima de la mesa, manchando el bonito mantel confeccionado por Fiona. Cuando se recuperase, se encargaría de pedirle disculpas. Un nauseabundo olor los rodeó al mismo tiempo que ella era recorrida por fuertes dolores y retortijones que la hicieron sollozar en los brazos de su esposo.
Él estaba pálido, mirándola y sujetándola, sin entender nada.
—Cariño, cariño, ¿qué pasa?
—Me... Me encuentro fatal, C-Cameron —murmuró antes de llevarse una mano a la boca para intentar contener las arcadas—. Yo... me duele todo, ayúdame —sollozó débilmente.
Agarrándola con firmeza