Argumento
Tristan D´Argent regresa de la batalla para reclamar el castillo que el rey Guillermo le ha legado. Sin embargo, al llegar se encuentra que en su castillo apenas hay unos pocos hombres custodiándolo. Allí es informado de que sus aldeanos están alojadas en Seacreast, el castillo de su rival.
Difundiendo rumores, Lord Nigel había conseguido que las gentes de Greanly no quisieran volver al castillo con su señor Tristan. Seacrest ha prosperado gracias a ellos y mientras les mantenga, su acuerdo económico con Guillermo seguirá en pie. Pero Tristan no está dispuesto a tolerar esto y se lleva a sus aldeanos.
Sin embargo, con ellos se tendrá que llevar también a Bertie, la hija adoptiva de Nigel con quien tendrá que casarse en un matrimonio de conveniencia y con la que, a través de ella, podrá conseguir Greanly... si Tristan muriese.
Pero las cosas no son así de fáciles porque durante su breve estancia en Seacrest, se encontrará con Haith, la hermanastra de Bertie y la mujer que le ha salvado con sus sueños en sus largas batallas.
Empezar con este libro me recordó bastante al otro publicado ese mismo mes por Phoebe (“En su cama”), puesto que los dos libros son medievales, los protas se conocen de sus sueños, hay una tercera mujer de por medio (en este libro, la hermana de Haith; y en el otro, la prima de Aithinne) y varios hombres conspirando alrededor para conseguir a la prota.
Tiene muchos puntos parecidos, aunque las tramas, evidentemente, son distintas.
En este libro me ha faltado algo de química entre los protagonistas. Su relación se basa mucho en que se quieren a través de sus sueños, así que la autora no trabaja mucho sobre este punto. Sabes que se quieren pero no lo ves mucho. También en ello influye el hecho de que el pobre Tristan se pasa el día de lado a lado para poner en orden su nuevo poblado, evitar las conspiraciones de Nigel (que no son pocas) y las locuras que le da por hacer a Haith como encargarse de asuntos que mejor dejaría en manos de otras personas. Con deciros que me han gustado mucho más las escenas en las que están separados y viviendo las tramas del libro, que las que están juntos, os podéis hacer una idea. Son más interesantes, sin duda.
Las pocas veces que se les ven juntos, prácticamente es para verles lidiar con su relación puesto que Haith no quiere “dejar” sin prometido a su hermanastra. Me ha gustado él, pero no ella. Es la típica prota a la que le pasan las cosas por meterse donde no la llaman y piensas: “te está bien empleado”.
Por otro lado está la relación de Bertie con Pharao (que se ve venir desde que se ven por primera vez en la cena del castillo de Seacrest). Y a pesar de ello, Haith sigue erre que erre con lo de que Bertie se quede con Tristan (lo dicho, la prota no tiene muchas luces). Por desgracia, la autora tampoco ha desarrollado mucho esta historia y eso que podía haberle sacado jugo.
No sé, quizás es porque leí este libro bastante seguido al de “En su cama”, y le noto carencias respecto a éste. Pero no te deja con esa tensión de: “oh Dios mío, menudo desastre! A ver cómo se arregla todo” que sí te pasa con el de “En su cama”.
Además, también se asemejan en el final tan apresurado que tienen. De hecho, si el otro libro se solucionaba todo en 4 páginas, éste lo hace en 2 (concretamente, el epílogo y contando todo en retrospectiva). Casi me da algo cuando vi que se me acababan las páginas y todavía había como 4 cosas por resolver y tú, que llevas todo el libro esperando el momento en que se resuelva, de repente te encuentras con un: “Epílogo, x meses después”.
Es decir, las tramas que la autora te había dejado en vilo te lo cuenta con un: “cuando llegaron al castillo pasó esto y esto y luego esto”. Con lo que me gustan los epílogos bien redactados.
En resumen, diría que la autora tiene buenas ideas pero no ha sabido desarrollarlas o hacerlas funcionar. Se nota que es su primer libro.