Chicas, inaugurando mi labor de moderadora en este foro, les he traducido personalmente el primer capitulo de el angel mas oscuro que había colgado hace un tiempo. La traduccion no es 100% precisa porque obviamente puedo haber interpretado mal algunas frases, pero creo que está bien por el momento!. Espero les guste!!!
Desde lo alto del Cielo, Lyssander vio a su presa. Al fin. Finalmente, terminaré esto. Apretó la mandibula y su piel se estiró. Con tensión. Con alivio. Con decisión, saltó de la nube sobre la que estaba, cayendo rápidamente… el viento azotando a través de su cabello…
Cuando se acercaba a la tierra, permitió que sus alas, de largas plumas doradas, se desplegaran de su espalda captando el aire y ralentizando su progreso…
El era un soldado de la única y verdadera Deidad. Uno de los siete de la Elite, creados antes del tiempo. Con tantos milenios vividos había aprendido que cada uno de los siete tenía una tentación. Una caída potencial. Como Eva con su manzana. Cuando encontraran esta… cosa, esta abominación, felizmente la destruirían antes de que pudiera destruirlos. Lyssander finalmente había encontrado la suya, Bianka Skyhawk.
Era la hija de una arpía y un fenix cambia-forma. Era una ladrona, una mentirosa y una asesina que encontraba felicidad en las más viles tareas. Peor aun, la sangre de Lucifer – su peor enemigo y el padre de la mayoría de las hordas demoníacas- corría por sus venas. Lo que significaba que Bianca era su enemigo. El vivía para destruir a sus enemigos.
Sin embargo, solo podía actuar contra ellos cuando rompían una ley celestial. Para los demonios, eso involucraba escapar de su prisión de fuego para caminar en la tierra. Para Bianka, que nunca había sido condenada al infierno, tendría que ser otra cosa. Cual, él no lo sabía. Lo único que sabía era que él no había
experimentado lo que los mortales llaman “deseo”.
Hasta Bianka.
Y no le gustaba.
La vio por primera vez hacia varias semanas, largo pelo negro que fluía por su espalda, ojos de color ámbar brillante y los labios rojo sangre. Al verla, no fue capaz de darle la espalda, una sola pregunta había entrado en su mente: ¿Era su piel perla tan suave como lo parecía? Olvida el deseo, nunca se había preguntado tal cosa de nadie. Nunca le había importado. Pero descubrir la cuestión se había convertido en una obsesión, descubrir la verdad una necesidad. Y tenía que terminar. Ahora. Este día. Aterrizó justo en frente de ella, pero ella no podía verlo. Nadie podía. Él existía en otro plano. Invisible para mortales e inmortales por igual. El podría gritar, y ella no lo escucharía. Él podría caminar a través de ella y no lo sentiría. Por lo demás, ella no podría olerlo o sentirlo de ninguna manera.
Hasta que fuera demasiado tarde, él podría formar una espada de fuego desde el aire y cortar la cabeza de su cuerpo, pero no lo hizo. Como ya se había dado cuenta y aceptado, el no podía matarla. Todavía. No podía permitir que siguiera vagando, sin trabas, tentándole, una plaga para su buen sentido. Lo que significaba que
tendría que conformarse con encerrarla en su casa del cielo.
Eso no tenía por qué ser una mala experiencia para él. Podría usar su tiempo juntos para mostrarle la correcta forma de vivir. Y la forma correcta era, por supuesto, su forma. Es más, si ella no se conformaba, si finalmente ella cometiera el pecado imperdonable, él estaría ahí, capaz finalmente de librarse de su influencia. Hazlo. Tómala.
Extendió su mano. Pero justo antes de que pudiera envolverla en sus brazos y volar lejos, se dio cuenta de que ya no estaba solo. Frunció el ceño, con los brazos cayendo a su costado. No quería un testigo de sus obras.
“El mejor día de todos”, Bianka gritó al cielo, extendiendo los brazos y girando. Dos botellas de champán se aferraban en sus manos y volaron, golpeando en el hielo de Alaska, las montañas que la rodeaban. Ella se detuvo, vaciló, se rió. "Oopsie"
Su ceño fruncido profundizado. Una oportunidad perfecta perdida, se dio cuenta. Claramente, ella estaba intoxicada. No se habría peleado con él. Habría supuesto que era una alucinación o que estaban jugando un juego. Después de verla estas últimas semanas, él sabía lo mucho que le gustaba jugar..
“Derrochadora”, su hermana, la intrusa, refunfuñó. A pesar de que eran gemelas, Bianka y Kaia no se parecían en nada. Kaia tenía el pelo rojo y ojos grises con matices dorados. Ella era más pequeña que Bianka, su belleza más delicada. “Tuve que acechar a un coleccionista días- días!- para robar eso. En serio. Acabas de botar un Dom Perignon Blanco Jeroboam dorado.”
“Te lo repondré”, venden fincas de Boone en la ciudad”. Hubo una pausa, un suspiro. “Eso es solo aceptable si también robas unas tots de queso, solía robárselas a Sabin cada día, y ahora que dejamos Budapest estoy
con escasez.”
Lyssander trató de prestar atención a la conversación, de verdad lo hizo. Pero estando así de cerda de Bianka, como siempre, arruinaba su concentración. Sólo su piel era similar a la de su hermana, que refleja todos los colores de un arco iris recién nacido. Entonces, ¿por qué no se preguntaba si la piel Kaia era tan suave como parecía?
Porque ella no es tu tentación. Lo sabes.
Allí, miraba a Bianka, con la niebla alrededor de ella, haciendola lucir como si fuera parte de un sueño. O la pesadilla de un angel.
“Pero sabes” Agregó Kaia “Robar de las fincas de Boone no me sirve ahora, estoy solo un poco entonada, y tenía al intención de estar ebria para el momento de la puesta de sol”.
“Deberías agradecerme entonces, estuviste ebria la noche anterior, y la noche anterior a esa, y la noche anterior a esa también”
Kaia se encogió de hombros “¿Y qué?”
“Que tu vida es una rutina, robas licor, subes una montaña mientras bebes y saltas ebria”
“Bueno, entonces la tuya es una rutina también, has estado conmigo cada una de esas noches” La pelirroja frunció el ceño. “quizás tengas razón, tal vez debamos cambiar” Miró alrededor de la cumbra majestuosa “Entonces, ¿qué cosa nueva y emocionante quieres hacer ahora?"
"Quejarse. ¿Puedes creer Gwennie se va a casar? "Bianka preguntó. "Y con Sabin, poseedor del demonio de la duda, de todas las personas. O demonios. Lo que sea. "
Gwennie. Gwendolyn. Su hermana menor.
"Lo sé. Es raro." Aún con el ceño fruncido Kaia aliviado se puso a su lado. "¿Preferiría ser una dama de honor o ser atropellado por un autobús?"
"El autobús. No hay duda. De eso me recupero. "
"De acuerdo".
¿Que no le gustaban las bodas? Extraño. La mayoría de las mujeres las anhelaban. No hay necesidad de el autobús, Lyssander quería decirle. No estarás presente en la boda de tu hermana.
"Entonces, ¿cuál de nosotros será su dama de honor?" Kaia preguntó.
"Yo no!" dijo Bianka, cuando Kaia abría la boca para decir lo mismo.
"¡Maldita sea!"
Bianka rió con auténtico regocijo. "tus deberes no debe ser muy malos. Gwennie es de las Skyhawks más amables, después de todo. "
"Amable cuando no esta protegiendo a Sabin ". Kaia se estremeció.
“ Lo juro, amenazan a su hombre con un pequeño daño físico y está lista para sacarte los ojos”
“¿Crees que alguna vez nos enamoremos de esa forma?” Bianka sonaba curiosa, pero también hubo un dejo de tristeza en su voz.
¿Por qué la tristeza? ¿Es que se quería enamorar? ¿O estaba pensando en un hombre en particular que anhelaba? Lyssander aún no la había visto interactuar con un hombre.
Kaia agitó una mano, aparentemente delicada en el aire. "Hemos vivido durante siglos sin enamorarnos. Evidentemente, no está destinado a ser. Pero yo, por mi parte, me alegro de eso. Los hombres se vuelven una carga cuando intentan ser permanentes ".
"Sí", fue la respuesta. "Pero una carga divertida".
"Es verdad. Y yo que no me divierto hace mucho tiempo, " Kaia dijo con un mohín.
"Yo tampoco. Con excepción de conmigo misma, pero no creo que que cuente. "
"Cuenta a la manera en que lo hago yo".
Compartieron otra carcajada.
Diversión. Sexo, Lyssander escuchó ahora que no tenía problemas para mantenerse al día con su conversación. Estaban hablando de sexo. Algo que nunca había intentado. Ni siquiera consigo mismo. Él nunca había querido
probar, tampoco. Ni siquiera ahora. Ni siquiera con Bianka y su asombrosa (y suave?) piel. En la medida en que había estado vivo - un período de tiempo mucho mayor que sus siglos- había visto a muchos seres humanos atrapados en el acto. Lo que parecía. . . desordenado.
Sin embargo, los seres humanos traicionaban a sus amigos y familiares por hacerlo. Incluso de buen grado, renunciaban a sudinero difícilmente ganado a cambio de eso. Cuando no tomaban parte en ello, se obsesionaban con él, viendo a otros haciéndolo en un televisor o una pantalla de ordenador.
"Deberíamos haber atrapado a uno de los Señores, cuando estábamos en Buda," Kaia dijo pensativa-. "París es guapo".
Ella sólo podía referirse a los Señores del Submundo. Guerreros unmortales poseídos por los demonios encerrados en una caja de Pandora. Lyssander los había observado a lo largo de los siglos, asegurando que obedecían las leyes del cielo - ya que sus demonios se habían escapado el infierno antes de esas leyes fueron promulgadas, nadie había pensado siquiera en un escape, no los habían matado, pprimero habían estado en esa caja, y luego, en los Señores - sabía que París tenía al demonio dea la promiscuidad, obligado a llevar a la cama a una nueva persona cada día, o se debilitaba y podía morir.
"París está caliente, sí, pero me gustaba más Amún". Bianka extendía la espalda, la niebla de nuevo dando azotes a su alrededor. "Él no habla, que lo hace el hombre perfecto, en mi opinión."
Amún, el guardián de los secretos.¿A bianka le gustaba? Lysander trató de recordar la imagen del guerrero. Alto, aun que Lyssander era más alto aún. Musculoso, aun que Lysasndro era más musculoso. Moreno, cuando Lyssander era más pálido. Se sintió realmente aliviado de que la arpía prefiriera otro tipo de hombres y no
como él.
Eso no cambiaba su destino. Él no estaba seguro de lo que habría hecho si ella le pedía que la tocara. Eso no habría sido un alivio.
“¿Qué hay de Aeron?” Preguntó Kaia "Todos los tatuajes. . . "Un gemido escapó de ella y se estremeció. "Yo
podría rastrear cada uno de ellos con mi lengua."
Aeron, anfitrión de la ira. Sólo uno de los dos señores con alas, las de él eran negras. Tenía tatuajes por todo
su cuerpo, y se veía como el demonio que era. Es más, recientemente había roto un pacto espiritual. Por lo
tanto, Aeron estaría muerto antes de las nupcias.
A Olivia, que estaba a cargo de Lyssander, se le había ordenado matar al guerrero. Hasta ahora se había resistido el decreto. La chica era demasiado blanda para su propio bien. Eventualmente, sin embargo, cumpliría
con su deber. De lo contrario, sería echada de una patada a la tierra, ya no sería inmortal, y ese era un destino que Lyssander no permitiría.
De todos los ángeles que había entrenado, era, con mucho, su favorita. Tan suave como era, un hombre no podía evitar querer hacerla feliz. Ella era confiable, leal y pura, era el tipo de mujer que debería haberlo tentado. Una mujer podría haber sido capaz de aceptar de una manera romántica. Bianka Salvaje. . . no. Nunca.
"Sin embargo como voy a elegir entre mis dos señores favoritos, B?" Otro suspiro volvió el enfoque de Lyssander a las Arpías.
Bianka puso los ojos en blanco. "Sólo elige a los dos. No es como que no hayas disfrutado de un trío antes ".
Kaia rió, aunque la diversión no acababa de llegar a su voz. Como Bianka, hubo una punzada de tristeza al sonido. "Verdad".
Lyssander apretó la boca en señal de desagrado leve. Dos hombres diferentes en un día. O, al mismo tiempo. Bianka había hecho eso, también? Probablemente.
"¿Y tú?" Kaia preguntó. "Te vas a ligar a Amún en la boda?" Hubo una pausa larga y pesada. Luego Bianka encogió de hombros. "Tal vez. Probablemente.”
Debería irse y volver cuando estuviera sola. Cuanto más aprendía de ella, más le desagradaba. Pronto simplemente la agarraría, sin importar quien lo viera, revelando su presencia, sus intenciones, solo para salvar a este mundo de su oscura influencia. Agitó sus alas, una, dos veces.
"¿Sabes lo que quiero más que nada en el mundo?"Preguntó ella, rodando a su lado frente a su hermana. Frente a Lyssander directamente, también. Tenía los ojos muy abiertos, el iris de color ámbar luminoso. Los haces de luz del sol parecían empapar en su piel glorioso, y se encontró en una pausa.
Kaia se tendió a su lado. "Co-animar Good Morning America?"
"Bueno, sí, pero eso no es lo que quería decir."
"Entonces estoy confundida."
-Bueno. . . "Bianka se mordió el labio inferior. Abrió la boca. Cerró la boca. Frunció el ceño. "Yo lo voy a decir, pero no puedes decírselo a nadie."
La pelirroja pretendía torcer un bloqueo sobre los labios.
"Hablo en serio, K. no le digas a nadie, y yo lo negaré, luego te voy a buscar y cortar la cabeza".
¿Lo haría verdaderamente? Se preguntó Lyssander.. No podía imaginar herir su Olivia, a quien quería como una hermana. Tal vez porque no era uno de los siete Elite, pero era una portador de alegría, los más débiles de los ángeles.
Habían tres divisiones de ángeles. Los siete de la Elite, los guerreros y los portadores de alegría. Además de tener funciones diferentes, su situación se reflejaba en sus alas. Cada un de los Siete poseía alas de oro, como las suyas. Los guerreros poseían alas blancas con un poco de oro, y los portadores de alegría poseen alas blancas sin oro.
Olivia había sido una portadora de alegría todos los siglos de su existencia. Algo en lo que era muy feliz. Por eso, todos, incluyendo a Olivia, había sufrido un shock al ver alas de oro crecer en sus plumas. No Lyssander, sin embargo. Se había acercado al Consejo Angélico, y ellos habían estado de acuerdo. Se tenía que hacer. Estaba demasiado fascinada por el guerrero llamado Aeron. Muy. . . impresionada. Librarla de aquella atracción era
imprescindible. Como él bien sabía. Su puño cerrado en un puño. Se culpó a sí mismo por las circunstancias de Olivia. Él la había enviado a ver los Señores. Para estudiarlos. Tendría que haber ido en persona, pero había tenido la esperanza de evitar a Bianka.
"Bueno, no te quedes allí. Dime lo que quieres hacer, más que nada en el mundo ", exclamó Kaia, una vez más para llamar su atención.
Bianka lanzó otro suspiro. "Quiero dormir con un hombre."
Kaia arrugño la frente en la confusión. "Uh, hola. ¿No era lo que estábamos hablando? "
-No, tonta. Quiero decir, yo quiero dormir. Como en, acurrucarse. Como en, deja de roncar”
Pasó un momento en silencio, Kaia absorbiendo el anuncio. "¡Qué! Eso está prohibido. Es una estupidez. Peligroso ".
Las arpías vivian bajo dos reglas, él lo sabía. Sólo podían comer lo que habían robado o ganado, y no podían dormir en presencia de otro.
Lo primero fue a causa de una maldición sobre toda la especie de las arpías, lo segundo porque eran desconfiadas por naturaleza. La cabeza de Lyssander se inclinó hacia un lado cuando se imaginó a sí mismo sosteniendo en brazos a Bianka mientras se sumía en sueños. Sus rizos cayendo sobre su brazo y pecho, su
calidez filtrándose en su cuerpo. Piernas frotándose con las suyas. Él nunca podría permitirlo, claro, pero eso no disminuía el poder de la visión. Abrazarla, protegerla, eso sería… agradable.
¿Sería su piel tan suave como lo parecía? Ahí estaba esa ridícula pregunta otra vez. No me importa. No importa.
“Olvida lo que dije” Bianka se quejó, girando sobre sí misma y mirando hacia el cielo.
“No puedo, tus palabras han quemado mis oidos ¿Sabes lo que le paso a nuestros antepasados cuando fueron lo suficientemente estúpidos como para dor-“
“Sí, está bien, sí” se levantó. El abrigo que llevaba era de color rojo sangre, al igual que sus labios, un vivo contraste con el blanco a su alrededor. Sus botas eran negras y llegaban hasta las rodillas. Llevaba pantalones ajustados a la piel, también negros. Se veía hermosa. ¿Sería su piel tan suave como lo parecía?
Antes de darse cuenta de lo que hacía estaba de pie en frente de ella, con los dedos hormigueándole. ¿Qué haces? Para! Se congeló, varios pasos lejos de ella.
¡Cielo Santo! Cuan cerca había estado de ceder a la tentación. No podía seguir esperando. No podía esperar a que estuviera sola. Tenía que actuar ahora. Su reacción a ella era cada vez mas fuerte. Un poco más y la tocaría. Y si le gustaba tocarla, quizás querría hacer más. Así era como funcionaba la tentación. Dabas un cosa y suspirabas por otra. Y otra. Pronto, estabas perdido.
“Suficiente de charla pesada, volvamos a nuestra rutina aburrida y saltemos” Dijo Bianka, acercándose al borde. “Sabes las reglas, la que se rompe la menor cantidad de huesos gana. Si Mueres, pierdes. Para siempre” Miró hacia abajo.
También lo hizo Lyssander. Había crestas y depresiones en el camino, afilados riscos de hielo mortales y miles de pies de aire. Un salto habría matado a un mortal. No hay duda. La arpía solo bromeaba sobre la posibilidad, como si no hubieran consecuencias. ¿Se creía invulnerable?
Kaia se levantó sobre sus pies y se balanceaba con el licor que se vertía en ella. “Bien, pero no creas que será la última conversación sobre hábitos de dormir y estúpidas chicas que –“ Bienka se lanzó.
Lyssander esperaba la acción pero se sorprendió de todas formas.
La siguió hacia abajo. Ella extendió sus brazos, cerró los ojos, sonriendo tontamente. Esa sonrisa. . . le afectaba. Es evidente que se deleitaba en la libertad de las nubes. Algo que a menudo él también hacía.
Pero ella no tendría el final que deseaba.
Segundos antes de que se estrellara contra una roca, Lyssander se permitió materializarse en su plano. Él la agarró, sus brazos alrededor de ella, desplegando las alas, frenando. Sus piernas golpearon contra él, dando sacudidas, pero él no soltó a su presa.
Se le escapó grito ahogado, y sus ojos se abrieron. Cuando lo vio, los ojos de color ámbar chocaron con la oscuridad de la suya, el grito ahogado se convirtió en un gruñido.
La mayoría le habría preguntado quien era o exijido que desapareciera. No Bianka.
"Gran error, extraño peligroso", espetó. "Uno que vas a pagar".
Como muchas batallas que había luchado durante años y como muchos oponentes que habían muerto, no tuvo que ver para saber que acababa de desenvainar un cuchillo de una rendija escondida en su abrigo. Y no tenía que ser un psíquico para saber que la intención era matarlo.
"Eres tú quien cometió el error, arpía. Pero no te preocupes. Tengo toda la intención de corregir eso. "Antes de que pudiera asegurarse de que su arma se reunía con el objetivo previsto, la llevó a otro plano, en su casa - donde se quedaría. Para siempre.
Hoy a las 1:10 por 
por que aun no leo el utlimo 
y por ahi salian cosas que no se aun 
no tenia ganas de pensar en ingle so peor traducir literalmente 
asi q tengo q esperar 