Lady Victoria Wexhall está furiosa con su padre. Ahora que empieza la temporada social en Londres y que podria atender a las solicitudes de sus atractivos pretendientes, resulta que su padre le ha pedido que viaje a la finca rural del vizconde Sutton. Allí se reencuentra con Nathan, el hermano menor del vizconde, quién años atrás le causó un daño del que todavía no se ha repuesto. Victoria planea vengarse de Nathan, pero no sabe que el pasado de este atractivo espía retirado la
arrastrará por un torbellino de engaños, traiciones y amor.

Tercer libro de la serie Historias de la Regencia.

De las novelas de Jacquie D'Alessandro, probablemente, esta sea mi favorita, es una autora que me gusta mucho por el sentido del humor con el que dota a sus novelas y a sus personajes. Y esta es una historia de amor preciosa con su dosis de misterio y ese toque de sentido del humor tan especial, pero por encima de todo, está cargada de romanticismo, porque el amor de Victoria y Nathan destaca por si solo, no necesita artificios.

Cada capítulo se inicia con un consejo de la Guía Femenina que lleva Victoria consigo, un consejo relacionado con algo que pasa en ese capítulo en concreto. Para variar, toda la acción se desarrolla en una mansión campestre de Cornwall, lejos de los bailes de Londres, una ambientación que inspira tranquilidad, aunque el lugar no está libre de peligro.

Victoria es inteligente e ingeniosa, aunque cuando se pone nerviosa tiene tendencia a parlotear sin parar para llenar los vacíos, pero esas virtudes quedan eclipsadas por su belleza, como siempre le hacen notar, cosa que la hace sentir insignificante y poco valorada. Victoria tiene su vida muy bien planeada y está a punto de elegir a uno de sus pretendientes como prometido pero tiene una pequeña venganza pendiente, ahora que su padre la ha instado a hacer un inesperado viaje a Cornwall en contra de sus deseos, decide tomarse la revancha con Nathan, el hombre que la besó hace tres años y después desapareció sin dejar rastro... ¡y qué beso!. Para ello lleva consigo la escandalosa Guía Femenina como ayuda en su propósito.

Nathan no es un hombre cualquiera, es uno de mis protagonistas favoritos. Tengo debilidad por los médicos sexys y por los espías intrépidos, pero por qué elegir cuando se puede tener las dos cosas. Después del desastroso desenlace de su última misión para la Corona tres años atrás, ahora ha surgido una inesperada oportunidad para limpiar su nombre y está decidido a aprovecharla porque aquel error le costó todo lo que tenia y lo que era. Ahora se dedica a su profesión de médico en un pequeño pueblo donde nadie conoce su pasado y donde la gente le paga con animales de granja, por eso ahora tiene toda una colección de curiosas mascotas. Pero también fue tres años atrás cuando besó a Victoria y ningún beso posterior ha hecho que la olvide, ahora se verá obligado a protegerla y a aceptar su ayuda.

Son una pareja perfecta, de hecho una de mis parejas favoritas. Aparentemente no tienen nada en común, pero compartieron el beso por el que medirán todos los besos el resto de sus vidas, un beso inolvidable que los dos tienen muy presente. Entre ellos saltan chispas desde que se reencuentran porque no han olvidado aquel beso, pero tampoco pueden evitar pelearse y tienen unas discusiones geniales, llenas de ingenio y dobles sentidos, su intención es tolerarse el tiempo que estén en la misma casa pero pasando tanto tiempo juntos empiezan a conocerse, a respetarse, a admirarse, a desearse y a enamorarse. Sus enfrentamientos son estimulantes pero sus conversaciones sobre ellos mismos son preciosas, los dos acaban desnudando su alma, y sin darse cuenta, se han convertido en amigos. Después de todo, el amor es la amistad en llamas.

Hay escenas llenas de romanticismo, tiene una declaración de amor muy bonitas que hizo que se me saltaran las lágrimas, una declaración en toda regla, no simplemente una confesión. El primer beso me gusta por su carácter espontáneo, pero la escena en la Cueva de Cristal es muy estimulante, es un lugar lleno de magia.

El libro está lleno de un sentido del humor muy refrescante, con diálogos chispeantes e ingeniosos, y los pensamientos de los protagonistas son muy divertidos. Y hay escenas divertidas que hacen sonreír, las relacionadas con la Guía Femenina me encantaron y la que hace referencia al Gato con botas también.

La trama de fondo le da un toque de misterio y aventura a la historia, algo relacionado con la última misión fallida de Nathan, el misterio es algo predecible pero no por ello es aburrido, sino que le da agilidad a la historia y una excusa para que los protagonistas pasen más tiempo juntos.

Hay secundarios muy interesantes. Para empezar está el hermano de Nathan, Colin, también antiguo espia -y protagonista del siguiente libro-, pero después del fracaso de la misión de las joyas y de que resultara herido, él y Nathan no tienen la misma relación, que siempre fue magnífica, pero ambos se echan de menos. La tía de Victoria, Delia, es todo espectáculo, un torbellino de mujer que adora a su sobrina y que hace muy buenas migas con el padre de Nathan. Los animales de Nathan son casi parte de los personajes, especialmente Petunia, su cabra, tiene un papel muy importante en los acontecimientos.

Sencillamente este libro me encanta y no puedo ser muy objetiva. Los protagonistas tienen personalidad y como pareja me gustan mucho, en general todo el libro me gusta, pero la historia de amor llega a eclipsar toda la trama. Los diálogos y pensamientos íntimos de ambos me han atrapado. Es un libro precioso.