Cuando el director del Tower Mahoney de Tulsa desaparece, Jillian Fox pide ayuda a la sede central de la empresa. Lo que consigue es que le envíen a un arrogante ejecutivo de la compañía hacia el que se sentirá inmediatamente atraída, a pesar de que algo le dice que Barrett George —alto, fuerte y con un cuerpo duro como una roca— puede llegar a convertirse en un gran problema.

Barrett sabe que la recelosa contable probablemente hace bien al no confiar en él, sobre todo si lo que busca es un «felices para siempre». Sin embargo, ella es una tentación irresistible y las tácticas evasivas que emplea sólo sirven para despertar al depredador que lleva dentro. Juntos forman un cóctel explosivo: la dominación sexual de Barrett provoca la total rendición sensual de Jillian y una atracción primitiva que pone en peligro los corazones de ambos.

Sin embargo, mientras él pone a prueba los límites de la confianza de ella, la investigación se calienta, revelando una conspiración que pone en peligro a Jillian… y que obliga a Barrett a enfrentarse al mayor de sus temores.


Es el primer libro que leo de esta autora y he de decir que libro que vea suyo libro que comprare. Es un libro erótico de principio a fin, centrándose en los primeros capítulos en los encuentros sexuales de los protagonistas, pero que a medida que va avanzando el libro empieza a describir la verdadera historia de los protagonistas.

El libro comienza con el primer encuentro entre los protagonistas, Barret un mujeriego consagrado que impone por su gran tamaño, Jillian una mujer que se refugia en el trabajo para no dar rienda suelta a sus temores. Desde su primer encuentro se sienten atraídos el uno por el otro y Jillian huye de Barret todo lo que su trabajo le permite ya que él es su jefe temporal. Cuando el encuentro ya no puede alargarse más Jillian no resiste más la tentadora propuesta que los ojos y el cuerpo de Barret la están lanzando.

Y a partir de este momento dan rienda suelta a sus pasiones. Barret se considera un pervertido, no se ha privado de ningún placer y Jillian los tiene escondidos, una combinación perfecta para un dominante y una sumisa y recatada chica.

El libro transcurre entre escena y escena de cama pero no solo eso sino que además mezcla humor y profundos sentimientos con las historias de los protagonistas que no dejan indiferentes. Con esto el libro se ganó mucho ya que no es solo sexo lo que ocurre sino que existen unos sentimientos, que aunque florezcan casi al final, al menos en Barret, te hacen ver la historia desde otras perspectivas.

Las escenas tenemos desde sexo oral, de manera acrobática, a sexo duro y sin miramientos, pasando por un trió, que yo le hubiese explota más pero que no deja indiferente. Estas escenas están bien explicadas sencillas de imaginar y con un lenguaje de calle haciendo así su lectura más entretenida y divertida al ver las reacciones de Jillian por el descaro con que Barret ve el sexo, y siempre llevando el la iniciativa en este campo en el sexo sin sentimientos, pero cuando los dos dan el paso a reconocer sus sentimientos, él no sabe seguir, los fantasmas de su infancia salen a la luz y debe ser Jillian el que le enseñe a él esa faceta de sí mismo, devolviéndole el favor de enseñarla a ella su propia sexualidad.
Es un libro muy recomendable para pasar una tarde entretenida, muy entretenida. De lectura sencilla y coloquial, que si te gusta el género erótico deberías leerle. Por esto mi puntuación es de 9 sobre 10.

¡Gracias por la crítica Reina! Te la acabo de enlazar en el listado.