Ella es una muchacha libre, convencida de su soltería; él, un pícaro de misterioso pasado. Una chispeante, ingeniosa y conmovedora historia, la de un reencuentro que reaviva la llama de un lejano y prohibido amor.

Prefiere su vida en el campo a volver a ser rechazada por un pretendiente. Callie, apartada de las luces de esa sociedad británica de 1820, cuyas reuniones sociales detestaba, y en las que ejercía de «florero », ya se ha resignado a ser una solterona.
Y tan contenta.
Hasta que, después de nueve años de ausencia, él vuelve a aparecer. Para todos se trata de Trevelyan D’Augustin, duque de Monceau. Para ella es Trev, su amigo de la infancia, compañero de travesuras y, a las puertas de la adolescencia, algo más que nunca pudo olvidar.

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Como todos los libros de Kinsale, este no es uno más de los que puedas leer y olvidar, con una narración más ligera y divertida a lo que acostumbra nos relata una historia original y diferente, donde los personajes de una forma alegre y amena también nos transmiten sus miedos, frustaciones y fracasos sin apenas darte cuenta porque todo se desarrolla con mucho humor y de una forma muy sutil.

La historia nos sitúa en un ambiente rural en el que la protagonista, Callista, se ha criado y en el que se siente a gusto lejos de las normas más estrictas a las que la hija de un conde debería someterse si viviera en Londres.

Callie es una mujer de veintisiete años, solterona, es la hija primogénita de un conde que al no tener hijos varones hizo de ella su mejor ayudante las tareas de la granja y la cría de animales como si de un chico se tratara, pero por ser mujer no puede heredar el título ni las propiedades, debe resignarse a ser una carga para su primo, el legítimo heredero, y sólo puede aspirar a salir de la opresiva situación que se encuentra en la casa con la mujer de su primo que se ha convertido en la nueva señora, papel que ocupaba ella hasta la muerte de su padre, teniendo como única opción marcharse con su hermana menor cuando esta se case, a no ser que ella misma encuentre marido.

Callista se considera una persona con poco atractivo para los hombres y más cuando han sido tres los pretendientes que han roto el compromiso de matrimonio a pesar de tener una cuantiosa dote, lo que ha hecho que su estima como mujer que pueda enamorar a un hombre sea inexistente, a pesar de eso ella se ha aferrado a la granja y sus animales para realizar actividades que no son las propias de una dama pero que a ella le reportan una gran satisfacción, le hacen sentirse útil y disfruta con el cuidado de sus animales, en particular de un toro, Hubert, que será un personaje más de la novela, por su importancia en el desarrollo de la historia, en la que ha habido pocos secundarios que hayan dado lugar a situaciones más cómicas y graciosas que éste.

Y mientras se nos habla mucho del personaje de Callista como eje principal de la historia, poco a poco se nos va desvelando la personalidad de Trev, lo que ha ocurrido en su vida en los últimos años.

Los encuentros entre ellos están cargados de frases que nos sacan una sonrisa y donde se ve la complicidad de dos amigos que se conocen desde hace mucho, que han compartido juegos y travesuras en la infancia y han seguido siendo amigos hasta llegar a enamorarse en su juventud, y que a pesar de haber estado separados durante nueve años, su amistad y amor ha durado todo ese tiempo.

Al haber crecido juntos son dos personas que se conocen muy bien y es por eso que cada uno de ellos quiere lo mejor para el otro, lo que hace que se empeñen en no verse como la pareja adecuada y conveniente.

En esta ocasión la protagonista es muy diferente a las que nos presenta en otros libros, Callie es una mujer inteligente, práctica y soñadora que nada tiene que ver con la típica dama de sociedad a pesar de ser hija de un conde, con su humor, ironía y algunas veces inocencia, nos deleita con momentos muy divertidos quitándole importancia a su situación como solterona poco atractiva, o al menos eso es lo que ella cree, que ha sido abandonada por sus pretendientes en tres ocasiones a los que ni siquiera su riqueza ha sido capaz de retener y convertirlo a alguno de ellos en su marido, por lo que sólo le queda ser una carga para su familia, la tía solterona que acompañe a su hermana una vez que esta se case.

Pero en lugar de sentirme mal, lo afronta de la mejor forma que sabe y se dedica por entero a cuidar a sus animales de la granja con una aptitud muy diferente a la que llevaría una dama.
Siendo una persona soñadora, sin dejar de ver la realidad del momento se sirve de sus fantasías para hacer más llevadera su vida, imaginándose que está en otros lugares y en otras situaciones, mientras que Trev que siempre ha sido considerado un rebelde e inadaptado, se reafirma en ese papel para hacerse el duro y fuerte, revistiéndose de una coraza que le permita ser invulnerable, al menos hasta su reencuentro con Callista que poco a poco va haciendo que surja de nuevo ese amor escondido que siente por ella.

Trev por el contrario que Callie es un hombre que ha pasado por una niñez problemática, que no ha cumplido las expectativas que su abuelo tenía puestas en él y eso le valió su desaprobación e hizo que se convirtiera en un muchacho rebelde y problemático, y para nada aconsejable como marido de Callie del que siempre fue un amigo inseparable desde su niñez.
Se criaron juntos y lo suyo fue una amistad, en la que Callie era la niña intrépida que lo seguía a todos lados y compartía con él travesuras, y que se fue convirtiendo en enamoramiento y después en amor conforme crecieron.

La historia se centra más en la vida desde el punto de vista de Callie, a la que se nos cuenta como ha sido su vida, sin embargo al personaje de Trev y su misterioso pasado lo tenemos que ir descubriendo poco a poco.

Un libro donde no hay bailes de salón a lo grande, sino que cobra más importancia las personas y también los animales y ese ambiente de campo que hace que no se tengan que seguir los formalismos de Londres y que los personajes sean más naturales y reales, comportándose como ellos son realmente. Una historia de segundas oportunidades que me ha hecho reírme en algunos momentos como hace tiempo no lo había hecho, con situaciones muy divertidas y diálogos ingeniosos, muy recomendable incluso para las personajes a las que no les haya gustado sus anteriores libros ya que este tiene un estilo diferente.

Le doy un 8,5.