Este libro nos viene enlazado con la trama del anterior. Como descubrimos al final, Scarlet, la portadora de Pesadilla, le dice a Gideon que es su esposa, la cual él no recuerda en ningún momento.

Esto crea la trama principal, en primer lugar porque Scarlet está muy dolida porque Gideon la ha olvidado; y por otro lado, porque Gideon quiere saber por qué le modificaron la memoria para olvidarla.

Lo cierto es que no me extraña que a la autora le costara escribir este libro. Por suerte, muchas veces te hace la pequeña traducción de lo que ha dicho, porque a veces no entiendes las mentiras de Gideon. Eso sí, también más de una vez, me he quedado con la sensación de que con tanto “no” tras cada frase, al final decía verdades, pero no sé muy bien si es cosa de la autora o de la traducción. Al final acabas haciendo un acto de fe y en vez de analizar cada frase, asumes lo que está intentando decir. Es más rápido y te agiliza la lectura.

A diferencia de los últimos libros donde se daba la historia de los protagonistas mezclado con las historias secundarias, aunque aquí también las ha habido, me ha dado la sensación de que se ha centrado más en la historia de amor y toda la problemática que les rodea (con dioses desmemorizadores, otros intentando poner obstáculos en la relación, y por supuesto, sus propios obstáculos por el olvido de Gideon y sus demonios –que tienen historia propia–).

La verdad es que la historia que plantea Scarlet es bastante dura. Para Gideon, evidentemente, todo es nuevo, pero el hacerte pensar que supuestamente tu compañera ha tenido que vivir el infierno que vivió tras “el abandono”, te deja con bastante mal cuerpo. Y eso te ocurre a ti y a Gideon, por supuesto. Así que es normal que intenten buscar una respuesta y con alguna que otra ansia de venganza por su parte.

Un punto clave de esto es que en seguida empatizas con los dos personajes y te hace sentir el trauma de los dos. Scarlet, que ha sobrevivido a golpes muy duros en la vida, ha levantado unas defensas entorno a ella que a Gideon le cuesta romper. Aunque Scarlet siempre ha tenido una debilidad por Gideon, éste tiene que trabajárselo para conseguir que Scarlet le acepte.

Por su parte, Gideon vive la misma situación que sus compañeros cuando encuentra a su compañera. Esa atracción antinatural que aparece en el segundo 0 y que les hace querer tenerlas a su lado por siempre. Así que sí, Gideon tiene trabajo por delante para conseguir que Scarlet “perdone” lo que hizo.

Como no os quiero destripar la historia de ellos dos, lo dejaré aquí para que vosotras lo descubráis y sepáis cómo se soluciona, porque reveses se dan unos cuantos y bastante interesantes.

Siguiendo con el libro, y como todas las seguidoras ya sabréis, hay un componente bastante importante en cuanto a las historias del resto de Señores. Cómo no, siguen con la búsqueda de las reliquias, pero además, también sigue la historia del libro anterior. Aeron quiere rescatar a Legión y tienen que bajar al infierno a por ella.

Toda esta parte tiene su transcendencia porque de aquí partirá el siguiente libro, que es el de Amun (“Secreto”). En el infierno se van a dar situaciones muy tensas que pondrán en peligro la vida de los participantes en el rescate.

También se vivirán nuevos ataques a la fortaleza y Strider encontrará a una persona muy interesante que hará que se eleve vuestro nivel de curiosidad. Y más sabiendo la relevancia que tendrá en un futuro.

Desde mi punto de vista, no es tan intenso como el libro de Aeron en el que estaba ocurriendo cosas en todo momento. Es un poco más relajado, pero sigue siendo muy interesante leerlo por todo lo que acontece respecto al mundo y amenazas de los Señores. Pero también por la historia de nuestros protagonistas que te sobrecoge en más de una ocasión.

Por supuesto, y como pasa en todo libro de esta saga, tras terminarlo tendrás el ansia por leer el siguiente libro. Por desgracia, aún toca esperar a que se escriba dicho libro.