Después de la excitación de la guerra, el conde de Seagrave pensaba que la vida como civil era tediosa. No obstante, su aburrimiento se esfumó cuando la famosa cortesana Susanna Kellaway reclamó el alquiler de una de sus casas.

Nada más conocerse, Nicholas quedó intrigado. Aunque tenía todas las razones para despreciarla, esa «Susanna» era una extraña mezcla de seducción, inteligencia e inocencia. Tanto que estaba empezando a preguntarse si esa mujer no sería una impostora. Lo cual no evitó que le pidiera que fuera su amante. Pero la encantadora dama tenía una idea más permanente en la cabeza para el conde…


Es el primer libro de la serie Suffolk.

Dos hermanas gemelas, casi idénticas en apariencia pero tan distintas por dentro. Una, una aclamada cortesana, que busca siempre el mejor partido sin importarle nada más, la otra, una modesta profesora de internado, que nunca ha conocido los deseos y placeres que despierta un hombre en la mujer.

Con esta diferencia de partida vemos como la sociedad solo se fija en las habladurías y no en la persona. Con este problema se encuentra Lucille, todo el mundo cree que es su hermana y la repudian por ello sin querer saber más de ella. Lucille creía estar a salvo hasta que el dueño de la casa donde se aloja hasta el regreso de su hermana, se presenta allí. El conde de Seagrave no quería tener a una afamada cortesana en sus tierras asique haría todo lo posible por echarla de sus tierras.

Tarea fácil hasta que conoce a la mujer que habita en sus tierras. En un principio Seagrave actúa como el resto de gente repudiando a Lucille para que se vaya, pero la actitud y determinadas acciones de ella lo hacen sospechar. La pone a prueba en determinadas ocasiones y con esto despertará en él los sentimientos que creía perdidos a su regreso de la guerra.

Lucille por su parte teme y ama al mismo hombre, le teme por si descubre su engaño y lo ama sin remedio.

Los sentimientos de ambos se ven en el libro pero más claramente los de ella, ya que aunque no es en primera persona la autora se fija más en los dilemas y sensaciones que Lucille está teniendo a lo largo del libro. Por su parte a Seagrave lo muestra como un hombre sin compasión al principio, cuando cree que ella es Susanna, pero que cuando descubre el engaño saca a relucir su parte más bondadosa y sus miedos por lo que una mujer le hace sentir.

El libro es de lectura sencilla y la autora se preocupa por sacar a relucir los sentimientos de los protagonistas, haciendo más real el libro. Asique mi puntuación para este libro es de un 8,6.

¡Gracias por la crítica Reina! Te la acabo de enlazar en el listado.

Gracias por la crítica Reina, de esta autora sólo leí un libro y me parecía aburrido pero después de leerte me la apunto para darle otra oportunidad.