Besos peligrosos
Sarah McKerrigan
Desirée es una ladrona y estafadora que trabaja junto a Hubert Kabayn, quién es su mentor y que se encontraban de paso por Canterbury, cuando Hubert es atrapado robando y es acusado de asesinato y ejecutado. Desirée se queda sola en el pueblo en busca de pruebas y del verdadero asesino, con la idea de vengarse de este.
Nicholas es el comisario de Canterbury, es quién imparte las leyes y se encarga de mantener el orden, lleva a cabo los castigos y supervisa las ejecuciones. Es la persona más temida en Canterbury. Y es quién quedará a cargo de la nieta de Hubert, de darle protección y buscarle un lugar donde pueda trabajar y hospedarse, aún en contra de la misma Desirée.
La novela está ambientada en la edad media (en el Siglo XIII) y nos muestra la vida de los lugareños, sus costumbres, como vivía la gente de las clases más bajas y como se ejercía la ley sobre las mismas. También nos muestra como los nobles son los que tienen el poder sobre el pueblo aunque no así sobre el Comisario, ya que este responde directamente ante el Rey.
El personaje femenino, tiene un pasado muy duro, fue vendida de niña por sus padres a Hubert y este el entreno en el arte de la estafa, el engaño y el robo, usándola para distraer a los pobres incautos mientras él los robaba. Es una tramposa por naturaleza, pero también es frontal, atrevida y valiente.
El personaje masculino es un hombre solitario, ordenado, de férreas convicciones, que vive para su trabajo, no tiene amigos ni vecinos, su única compañía es un gato. A medida que la historia avanzada, descubrimos que bajo esa fachada de hombre duro y cruel ,que el mismo se ha creado, para que la gente le tema y respete; hay un hombre de gran corazón, que desea tener una mujer que lo ame, una familia y ambiciona tener una vida y un trabajo normal.
La relación entre la pareja es muy difícil al principio, ya que Nicholas se lleva a Desirée a su casa, para que trabaje como su doncella a cambio de casa, comida y un sueldo, pero ella no está de acuerdo y lo ataca con un puñal, tratando de matarlo para poder escaparse y buscar venganza por la muerte de su mentor.
Con el paso de los días, Desirée comienza a calmarse y a encontrarse más cómoda en compañía del comisario y la convivencia con el comienza a hacer efecto en ella, se encarga de la casa, los víveres y deja de robar, pero no de investigar lo que ocurrió con su mentor.
Su investigación la lleva tras la pista del robo en Torteval y el asesinato ocurrido allí. Aquí comienza a desarrollarse la trama de suspenso y traiciones, qué tienen como centro a la protagonista ,que si bien al principio está bien desarrollada, luego se enreda demasiado y el desenlace de la misma, me pareció flojo y no llego a convencerme.
Los personajes secundarios, en su mayoría son los secuaces del malo, están bien desarrollados y son los enviados para atacar y secuestrar a la protagonista. Y el malo aquí, está muy bien logrado, con sus toques de locura, frialdad, ambición, y un ego enfermizo.
La pareja tiene buena química, la atracción física que sienten se va incrementando con la convivencia, Las escenas de sexo son pocas, pero están bien desarrolladas.
La novela también tiene sus partes graciosas, sobre todo las escenas en las que está involucrado Azrael, el gato de Nicholas.
Una escena que me gusto, es cuando él usa algunas de sus técnicas de tortura en Desirée, porque sabe que ella le oculta información y no quiere contarle nada, y aquí se ve que el comisario es un hombre de muchos recursos.
Es una novela romántica, llena de sentimientos, dónde la historia de amor se va desarrollando poco a poco, a medida que los personajes comienzan a conocerse y a confiar en el otro, a verse como realmente son y descubren que se cada uno de ellos ha influido profundamente en el otro, que ha conseguido sacar lo mejor de su pareja.
Le doy un 7